RUTA SONORA

Patricia Peñaloza

Peter Gabriel, Bostich, DJT-1000

NECESITARA USTED DE una devoción privilegiada, pues Peter Gabriel, en su octavo disco personal, llamado Up, viene más down que nunca. El disco suena a mucha tristeza y melancolía, toca con frecuencia los tópicos del nacimiento, la muerte y la soledad, pero también deja lugar a la luz, la esperanza: el latido vital triunfa sobre la desesperación.

SE TRATA DE un álbum que va de la belleza al abatimiento, donde sus miedos, soledades y reflexiones existenciales se plasman en una combinación que va de lo sutil a lo estridente. Disco clavadísimo, no asequible para las masas, Up implica la madurez del estilo propio que este inglés de 52 años ha forjado por décadas. Si bien no se pone innovador en cuanto a sus melodías de notas largas, sus tradicionales bases rítmicas gorditas (bajo y percusiones), entre étnicas y etéreas, sí lo hace en cuanto a timbres sonoros, estructuras poco asequibles, programaciones electrónicas harto actuales, lenguaje poético exacerbado, llevado casi a lo surreal, así como volteretas rítmicas y de ánimo dentro de una misma canción. Valen la pena cortes como el abridor Darkness: sorprende con estallidos sonoros escalofriantes y un texto más que paranoico. Growing up, rítmica y sabrosa; My head sound like that es una belleza, con pianito y locos metales finales a lo Pink Floyd; No way out, donde un contrabajo cadencioso y una guitarra vaquera bailan sobre una rítmica sambeada para hablar de la muerte con ánimo feliz; su coro recuerda a Red Rain. Y es que dos que tres temas, en sus melodías vocales, recuerdan a algunas cadencias de So (1986), más que a Us (1992). Hay muchas cuerdas y metales dramáticos, a veces épicos/peliculescos (será acaso por su múltiple experiencia en musicalizar filmes); suaves líneas de piano rodean los temas, de modo minimalista. Puro beat pausado, nada de aceleres.

ADEMAS, LA CALIDAD interpretativa de cada instrumento es de primera, gracias a la intervención de puro maestrazo; entre otros: Richard Chappell en programaciones; Daniel Lanois, Richard Evans y David Rhodes en guitarras; Ravi Shankar al violín; Tony Levin al bajo; Manu Katche y Dominic Greensmith en baterías, así como la London Session Orchestra en las cuerdas.

TRAS DIEZ AÑOS de espera, Gabriel parece sentirse seguro de su vocación libre, independiente de los vaivenes del pop, y ofrenda 10 historias extensas que se entretejen en composiciones de inspiración profunda, mostrando a un alma frágil, vulnerable. El añejo fundador de Genesis se desnuda por completo. No espere sencillos para radio ni para MTV (sobre todo si cada track dura entre seis y ocho minutos). Salvo el sencillo que parece un pegote "prendido" entre tanta melancolía (The Barry Williams Show, una parodia crítica a los patéticos talk shows), Up requerirá de una atención más de mente y alma que corporal.

PREPAREMONOS DESDE AHORA para su visita en el Auditorio Nacional los días 3 y 4 de noviembre, pues en entrevistas gabachas dice que en esta gira interpretará mucho material nuevo, también adelanta que en su show habrá dos tablados en vertical (ojalá que ahora sí traiga toda su escenografía). Con ansia esperamos a este maestro de las emociones y los sonidos deslumbrantes.

Bostich, DJT-1000

šELEKTROFIESTAS AL ATAKE! 1. El viernes 18, el Colmillo presenta a Bostich, Yann y Sondera; 120 pesos. Versalles 52, Juárez. 3. En el Cosmo, noche de psycho y progressive trance con Indigo, Guy Robert, Vazik, Soniq y Bua. Mañana, house con DJ César desde Chicago. El sábado, tribal house con DJ Diego Babun. Masaryk 410, Polanco. Reserva al 5281-4631. 4. Alan Oldham, mejor conocido como DJT-1000, se presenta el sábado 19 en el Club Villa Palma (Morelos 43, Coacalco de Berriozábal, estado de México). También estarán: Acid Kit, Quecho y Síntoma. Preventa 80 pesos, 100 el día. Informes: 04455-2171-6041 o en [email protected] 5. Mañana, en el Oberon, Rudy, y el sábado Paolo Zzenci y Subervill. Insurgentes Sur 2113, San Angel. Consumo mínimo 80 pesos.

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