Se presentarán en el Palacio de Bellas Artes y en la Sala Nezahualcóyotl
El violinista Gidon Kremer y la Kremerata Báltica ofrecerán dos conciertos en México
PABLO ESPINOSA
Uno de los personajes más importantes del panorama actual de la música de concierto en el mundo, el violinista Gidon Kremer, ofrece dos conciertos en México, este jueves y viernes, al mismo tiempo como solista y director de la Kremerata Báltica, orquesta de cámara de excelencia, conformada por músicos sobresalientes originarios de los países bálticos.
Los dos conciertos ocurrirán en los máximos polos de la cultura musical del país: hoy en Bellas Artes, con un programa interesante, conformado con partituras de Benjamin Britten; Vladimir Mendelssohn y Félix Mendelssohn-Bartholdy, y Georges Enescu, y el segundo será mañana viernes, a las 20:30 horas, en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, con un programa fuera de serie.
La mera conformación de un concierto así es todo un acontecimiento. Que sea interpretado por una orquesta de primer nivel mundial, con el que es considerado uno de los cinco mejores violinistas del mundo y en una sala cuya acústica es perfecta, la Nezahualcóyotl, otorgan dimensiones colosales al programa de este viernes.
Iniciará con el Concerto Funèbre para violín y orquesta de cuerdas, con el propio Kremer como director y solista, de Karl Amadeus Hartmann (1905-1963). La sesión tendrá dos puntos aparejados a lo sublime: la versión para orquesta de cámara, de la autoría de la propia Kremerata Báltica, del Adagio de la Sinfonía número 10 de Gustav Mahler (1860-1911), seguida por el Canon Alban Berg A la ópera de Frankfurt, en versión para violín y cuerdas, de Alfred Schnittke (1934-1998), para culminar en alturas celeste y plúmbago con el Cuarteto de cuerdas D887, en versión orquestal de Víctor Kissine, de Franz Peter Schubert (1797-1828). Además de constituir una exquisitez para melómanos, se trata de uno de esos conciertos que soportan el calificativo de histórico. Imprescindible.