"No me arrepiento de nada", señala el polémico legislador de Acción Nacional

Solís Peón no escapó a la hoguera, pero seguirá en el edén

BERTHA TERESA RAMIREZ

La Comisión de Orden del Partido Acción Nacional condenó al diputado panista Francisco Solís Peón, conocido en el ámbito político local como Pancho Cachondo, a no tener ningún tipo de participación política en su partido durante un año y medio, y lo inhabilitó para ser candidato por tres años. Lo anterior, por no ceñirse a los ordenamientos que rigen su partido.

La presidenta de la comisión, Sandra Segura, señaló en entrevista que el fallo, aprobado por la mayoría de miembros de esa instancia, se decidió tras encontrar que el legislador "deterioró la imagen del partido al conceder una entrevista radiofónica en estado inconveniente". Y que su inhabilitación para ser candidato se debió a la indisciplina que ha mostrado como diputado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en la que tiene 50 por ciento de inasistencias.

Ayer, mensajeros del comité directivo regional del Partido Acción Nacional buscaron afanosamente al diputado Sólis. Querían notificarle personalmente el resultado del dictamen, pero no pudieron localizarlo en ninguna parte. Por la tarde dejaron una copia del dictamen en el despacho del legislador en la Asamblea Legislativa.

Ante la imposibilidad de localizarlo, el presidente local de ese partido, José Luis Luege, se abstuvo de abordar el tema, como pensaba hacerlo durante la conferencia de prensa a la que había convocado a las 13 horas para hablar sobre la Contaduría Mayor de Hacienda de la ALDF, que de última hora cambió para hablar sobre el tema del "millonario contrato que suscribió el Gobierno del Distrito Federal para adquirir 45 trenes del Metro".

Por la tarde, luego de varios intentos, La Jornada localizó al legislador vía telefónica, quien tajante declaró: "šno me arrepiento de nada! Si tuviera que volver a ayudar a un amigo lo volvería a hacer. Lo que hice fue un acto de solidaridad con un compañero".

Manifestó que de llevar su caso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, "probablemente fallaría a mi favor, porque finalmente de todo lo que se me hace responsable es una posición subjetiva.

"Se me acusa de conceder una entrevista en estado de ebriedad, lo cual no es cierto, pero este es el único proceso en el que el fiscal no tiene que llevar pruebas, no aportó ni una sola prueba, se basó en informaciones periodísticas."

Sobre la sanción que lo inhabilita para ser candidato en las elecciones de 2003, comentó: "parece que las candidaturas ya tienen nombre y apellido, y se utilizará cualquier estrategia para descalificar a quienes no somos cercanos a la dirigencia del PAN-DF".

Recordó que hace un año, cuando el comité regional decidió no iniciar un juicio en su contra por haber visitado los table dance, algunos miembros de su partido lo amenazaron con la revancha. "Finalmente, la gente que me defendió ya no está en el actual comité directivo, pero están todos los que me amenazaron".