Entregará el proyecto de presupuesto de egresos al Congreso el primero de noviembre

Incierto panorama económico para 2003, prevé la Secretaría de Hacienda

Castigados, los ramos de salud y educación; prevé en 17 dólares el precio del barril de crudo El peso de la deuda pública, Pidiregas y el IPAB-Fobaproa impedirán el crecimiento: Gil Díaz

ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz, reveló un panorama poco halagüeño para la economía mexicana en 2003, y anunció que enviará el proyecto de presupuesto de egresos a la Cámara de Diputados el primero de noviembre.

El gasto para el ejercicio fiscal del año próximo -un billón 400 mil millones de pesos- será menor en términos reales al actual e implicará el castigo a la salud y educación de los mexicanos pobres. Calcula en 17 dólares el precio de barril de petróleo y, para compensar ese costo (distante de los 21.2 dólares de hoy), el gobierno de Vicente Fox Quesada incrementará la plataforma de exportación promedio de un millón 825 mil barriles a un millón 908 mil.

La noche del martes, en el club de Industriales, una treintena de diputados -la mayoría del PRI- del PAN, PRD, PT y PVEM escuchó al secretario Gil Díaz. Este advirtió de un "serio problema" de revolvencia para el gobierno federal, porque el peso de la deuda pública formal, los Pidiregas (Proyectos de Infraestructura Productiva de Impacto Diferido en el Registro de Gasto) y el IPAB-Fobaproa, impedirán el crecimiento esperado por la administración foxista. La expectativa oficial en este rubro es pobre porque la economía nacional, en el mejor de los casos, tendrá un repunte de 3 por ciento.

De tal forma, el país vería alejada la posibilidad de crecer como se pronosticaba apenas hace unas semanas. Tanto José Narro Céspedes, del PT, como Tomás Torres, del PRD, revelaron a este diario el contenido de la reunión citada, y pintaron al secretario de Hacienda con un dejo de preocupación, "porque adujo que en medio de la recesión mundial, los únicos países con índices de crecimiento son Canadá y algunas naciones asiáticas".

A la inestable condición de las cuentas públicas, insistió Francisco Gil, se sumará la carga de los pasivos del IMSS e ISSSTE, cuyo costo para las finanzas públicas se ubica en 4 por ciento del PIB, equivalente a casi 200 mil millones de pesos.

En el encuentro, el funcionario no presentó ninguna propuesta para revertir la caída de recursos en el ámbito social. Ante la insistencia de si se preveía inyectar más presupuesto a la salud y la educación, Gil no respondió.

El interés del secretario fue anunciar un programa de retiro voluntario en las filas de los trabajadores al servicio del gobierno, y no aceptó revelar el monto del techo de endeudamiento para este asunto en particular, "porque no sabemos cuántos trabajadores se acogerán a él".

El petista José Narro comentó el incremento de lo salarios entre los funcionarios federales y la reducción de la planta laboral en el ámbito de la burocracia, "para este gobierno más vale pocos bien pagados, que muchos con poca paga". Además habló de la dificultad para la mayoría de los desempleados de encontrar trabajo.

Entonces se le preguntó si el gobierno foxista sabía el destino de los desempleados, una vez agotadas sus reducidas liquidaciones. Gil Díaz, a su estilo, hizo votos porque la iniciativa privada los cobije y les dé empleo.

Durante la reunión de acercamiento entre los principales funcionarios de la Secretaría de Hacienda y los legisladores -integrantes de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados-, Francisco Gil descartó la posibilidad de caer en los errores del pasado, y auguró un presupuesto no etiquetado.

En ese sentido se le cuestionó por qué el gobierno actual ha incurrido en distintos subejercicios y trasferencias de gasto. La preocupación de los legisladores fue acerca de por qué el Ejecutivo no respeta el contenido del Presupuesto de Egresos autorizado por la Cámara de Diputados.

Y se le inquirió sobre la postura de austeridad enarbolada por el gobierno foxista: "ésta no sirve porque ustedes incurren en subejercicios del gasto corriente".

Otro de los reclamos fue el costo tan elevado que paga el gobierno federal en su "política de imagen y marketing". Los diputados reprocharon los montos de los recursos de la sociedad destinados a las dos televisoras comerciales y decenas de estaciones de radio: "gastan más en ese rubro, si se compara con el presupuesto de la Secretaría de la Reforma Agraria. El señor Rodolfo Elizondo, al frente de la imagen de Fox, se ha constituido en un supersecretario", señaló José Narro.

Otro de los asuntos llevados a la sesión de las preguntas y respuestas fue el destino de Banrural. El secretario de Hacienda reconoció en esa institución bancaria "un monstruo inoperante". Y a muchos dejó fríos porque el costo de desaparecer ese banco ascenderá a los 40 mil millones de pesos.

Además, dijo el funcionario, los recursos destinados al campo en 2003 se ubicarán en la cercanía de los 4 mil millones de pesos. Es decir, el aumento para ese sector será mínimo porque en el presente ejercicio fiscal se ejercieron 38 mil millones. De tal forma, comentaron los diputados presentes en el Club de Industriales, "los campesinos seguirán como la población más golpeada por la ortodoxia neoliberal".

Los Amigos de Fox: tema de controversia

Un asunto más fue la investigación que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) debería haber hecho sobre las cuentas y pago de impuestos de la asociación Amigos de Fox. Gil Díaz no respondió, evadió comprometerse sobre el particular.

José Narro, invitado a la reunión, adelantó que solicitarán formalmente -vía la Auditoría Superior de la Federación- la entrega de los balances hacendarios de Amigos de Fox, "porque evidentemente ese grupo estuvo involucrado en delitos electorales al recibir dinero ilegal del extranjero".