Anuncian creación de fondo sectorial y aumento de salarios para integrantes del área
Concretan apoyos a la investigación en salud
Participarán en el nuevo organismo Ssa, IMSS, ISSSTE y Conacyt; busca un mejor uso de recursos
ANGELES CRUZ
La Secretaría de Salud (Ssa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) anunciaron ayer la creación del Fondo Sectorial para Investigación en Salud y Seguridad Social, e incrementos aún no cuantificados para los investigadores del sector, con los cuales el gobierno federal pretende revertir el rezago acumulado de más de tres décadas en la inversión en ciencia y tecnología.
Durante la ceremonia, en el auditorio del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, el secretario Julio Frenk Mora admitió que los primeros afectados por la falta de recursos económicos han sido los investigadores, quienes a pesar de tener una formación académica de años de trabajo se tienen que conformar con un salario bajo. Resalta la crítica situación de los académicos adscritos a las instituciones del sector salud, quienes sobreviven con sueldos de entre 6 mil y 14 mil pesos mensuales.
El de más alto nivel, un investigador titular C, que recibe 14 mil pesos, tiene nivel académico de doctorado, unos 30 artículos en publicaciones internacionales y al menos 250 citas a sus trabajos de investigación.
A diferencia de los académicos adscritos a alguna de las instituciones de educación superior, los del sector salud no tienen prestaciones como año sabático, compensación por antigüedad ni premios o becas de estímulo al desempeño.
Ante el anuncio, Rubén Lisker, integrante del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán, expresó su agradecimiento "por la comprensión, la ayuda y la atención" que, al parecer, dijo, ahora sí les darán a los investigadores.
Frenk Mora explicó que luego de un "largo proceso de negociación", la Secretaría de Hacienda y Crédito Público autorizó un nuevo tabulador para los investigadores del sector, por lo que se reincorporarán a la rama médica. De esta manera serán beneficiarios con una mejoría salarial retroactiva al 1Ɔ de octubre.
Aunque no especificó el monto del beneficio, el funcionario resaltó las bondades de este anuncio. Precisó que no se trata de ninguna dádiva, sino de una elemental medida de justicia, porque empezará a resolver el doble rezago que padecen los investigadores en salud. Primero, en relación con los académicos de otras instituciones y, segundo, con respecto a los médicos especialistas de su mismo centro de trabajo.
Misael Uribe consideró incoherente que México invierta mucho en la formación de recursos humanos, que al cabo de algunos años se van a otros países y ya no regresan, por la falta de estímulos que aquí prevalece. "A veces se requiere ir al extranjero a obtener premios, incluso el Nobel, para ser tomado en cuenta", sostuvo.
Llamó la atención sobre los resultados que han obtenido naciones como España, Corea o Taiwán al invertir en ciencia y tecnología. Más aún, dijo, es de destacar que a la investigación biomédica se deben los avances que en materia de salud ha conseguido el ser humano. Comentó, por ejemplo, el incremento en la esperanza de vida a casi 80 años de edad, la reducción a la quinta parte de la mortalidad perinatal, e incluso que algunos tumores, hasta hace unos años incurables y mortales, hoy tienen un pronóstico de alivio de hasta 90 por ciento.
Subrayó que México no ha dado a la investigación el impulso que requieren sus necesidades. Por eso, tenemos cuatro veces menos investigadores que España y alrededor de 20 veces menos que Estados Unidos. Sin embargo, 60 por ciento de las publicaciones nacionales provienen de la investigación biomédica, apuntó.
En su turno, Jaime Parada Avila, director del Conacyt, explicó que con los cambios a la ley orgánica de la institución ha sido posible la creación de 12 fondos sectoriales de investigación en coordinación con las diferentes secretarías y dependencias gubernamentales, que junto con los fondos mixtos establecidos con los gobiernos de los estados, cuentan con entre mil 200 y mil 400 millones de pesos para apoyar proyectos de investigación en las diferentes ramas. Esta cifra contrasta con los 700 a 800 millones de pesos que tradicionalmente asignaba Conacyt a los trabajos académicos, indicó.
El Fondo Sectorial para Investigación en Salud y Seguridad Social que ayer se constituyó formalmente está integrado por aportaciones de la Ssa (40 millones de pesos), el IMSS con 20 millones de pesos y el Conacyt que contribuirá con 60 millones de pesos más, en una fórmula de peso por peso, explicó Frenk Mora. Dijo que en la primera reunión del comité técnico y de administración del fondo se formalizará la participación del ISSSTE, entidad que también aportará 20 millones de pesos. Por consiguiente, el Conacyt pondrá otro tanto, para totalizar 160 millones de pesos.
Frenk comentó que los resultados que se espera obtener con la creación del fondo son incrementar los recursos disponibles para investigación; mejorar la transparencia de la asignación y el manejo ágil de los recursos; orientar la investigación por misión, hacia temáticas de interés nacional e institucional; e introducir incentivos para elevar los niveles de satisfacción y desarrollo profesional de los investigadores.