La lucha porque se incluyan en las reformas
a la Ley Federal del Trabajo (LFT), propuestas con perspectiva de género,
no cesará, aseguraron sindicalistas que realizaron una propuesta
en la que se plantean 66 reformas, derogaciones y adiciones o creación
de nuevos artículos con los que la mencionada legislación,
tendría una visión más equitativa.
Durante el Seminario Internacional Las reformas a la ley laboral y las
demandas de las trabajadoras, Claudia Domínguez, directora de
la Coordinación Jurídica del sistema de Inmujeres-DF;
Martha Ojeda, presidenta ejecutiva de la Coalición Pro Justicia
en las Maquiladoras; Marcelina Bautista, de Empleadas del Hogar y Rosario
Ortiz de la Red de Mujeres Sindicalistas, hablaron acerca de la situación
que enfrentan las mujeres trabajadoras ante el proceso de reforma a
la LFT que se vive en nuestro país.
Expresaron que por la diversidad y heterogeneidad de las formas de inserción
de mujeres y hombres en el mercado de trabajo, las desigualdades sociales
y de género se profundizan. "La reestructuración
de la economía ha impactado en el trabajo de las mujeres, acentuando
la segregación laboral".
No se puede seguir viendo, dijeron, al ámbito laboral como "un
espacio masculino". Las trabajadoras domésticas, puntualizó
Bautista, no pueden seguir careciendo de acceso a la seguridad social,
sobre todo porque es un área en la que la mano de obra femenina
se ha multiplicado. Tampoco debe seguirse hablando de derechos de las
mujeres sólo por el ejercicio de la maternidad.
"Para que la equidad de género esté plenamente asegurada
en la normatividad laboral debe contemplarse un enfoque transversal
en toda la ley", establece la exposición de motivos de la
Propuesta de reforma laboral con perspectiva de género, elaborada
por mujeres de la Red de Mujeres Sindicalistas, de la Federación
Nacional de Sindicatos Bancarios, el Grupo de Educación Popular
con Mujeres, Servicio Desarrollo y Paz, el Centro de Apoyo a Trabajadoras
Domésticas y la UAM-Xochimilco, que fue presentada durante el
seminario.
Principios de equidad de género como el ejercicio de la libertad
femenina, la justicia social con equidad de género, el trabajo
de las mujeres como un derecho humano, la no discriminación,
un mundo laboral libre de violencia y la reproducción humana
vista como un asunto de interés social y de responsabilidad colectiva,
son elementos que no deben faltar en la reforma laboral, destaca el
documento.
Al seminario también acudieron representantes de sindicatos de
países como Argentina, España, Bolivia, Italia y Perú,
quienes coincidieron que debido a la globalización, las mujeres
de todo el orbe padecen casi los mismos problemas de discriminación
en el trabajo. En el mundo, dijeron, la pérdida de los derechos
laborales es una constante. Su marginación a trabajos de poca
calidad, mal pagados, desprotegidos, así como las subcontrataciones,
son persistentes.
Mujeres con más de 60 años, son excluidas del empleo asalariado.
Un porcentaje alto del género femenino se desempeña en
actividades relacionadas con el trabajo informal. Incluso en los trabajos
tradicionalmente femeninos, son los hombres los que ocupan los cargos
de mando porque las mujeres buscan contrataciones parciales para poder
conjugar su trabajo remunerado con el de su casa y el cuidado de los
hijos/as, concluyeron.