Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 5 de octubre de 2002
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Sociedad y Justicia

Consulta abierta a la comunidad y elaboración de un diagnóstico institucional, dos de las fases

El Congreso Universitario podría realizarse por etapas

También se analizarían algunos puntos de los acuerdos de 1990 que no se concretaron

JOSE GALAN

Los 172 nuevos miembros del Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rindieron ayer protesta y aprobaron el informe de la Comisión Especial para el Congreso Universitario (CECU), que propuso analizar "la posibilidad" de que dicho congreso se efectúe por etapas y no como un evento puntual, y que consideró como principal preocupación la limitada participación de la comunidad en las discusiones sobre el futuro de la máxima casa de estudios, lo que fue compartido por todos los presentes.

La sesión del Consejo Universitario, realizada en la Antigua Escuela de Medicina, se caracterizó una vez más por la participación y el debate entre universitarios que coincidieron en la necesidad de ir al Congreso Universitario para reformar la institución, aunque la polémica giró sobre las formas de llegar a él, incluyendo propuestas como la presentada por el consejero Imanol Ordorika, que provocó un debate con el propio rector Juan Ramón de la Fuente.

Fueron tres los compromisos adoptados por la CECU -cuya existencia fue puesta en entredicho por varios oradores-: analizar, como ya se mencionó, la posibilidad de hacer un Congreso por etapas; considerar la pertinencia de una primera fase del Congreso que incluya, entre otros elementos, una consulta abierta a la comunidad, la elaboración de un diagnóstico institucional y el análisis de los acuerdos derivados del Congreso de 1990 que no se cumplieron, para que la CECU formule al Consejo Universitario una propuesta actualizada para dar cumplimiento a lo que corresponda y, finalmente, el compromiso de presentar, "en un futuro próximo", la propuesta de organización para las fases del Congreso, con base en los resultados de la consulta a la comunidad y de su propio análisis.

Al hacer uso de la palabra antes de la votación, y luego de la intervención de 37 oradores, el rector Juan Ramón de la Fuente consideró que el momento actual requiere que el Consejo Universitario "vea hacia delante" para determinar cómo poder seguir avanzando para encontrar las condiciones que permitan, mediante un Congreso, alcanzar cambios profundos y estructurales en la universidad.

El informe de la CECU, leído por el investigador emérito Luis de la Peña, sostuvo que el Congreso de 1990, independientemente del grado de cumplimiento o incumplimiento de los acuerdos a que se llegó, dejó entre los miembros y sectores de nuestra comunidad sentimientos de frustración y desconfianza, e incluso en algunos de ellos la idea de que un congreso no es la vía para reformar a la institución. "Por otra parte, la forma en que evolucionó el movimiento estudiantil de 1999 también reforzó la desconfianza y la desarticulación de la sociedad", agregó.

Para el rector De la Fuente, la UNAM tiene "un problema muy grande enfrente", y que "todos de alguna manera hemos reconocido: nos enfrentamos, por diversas razones, a una insuficiente participación de la comunidad en el proceso. Tenemos que motivarla, tenemos que inducirla, estimularla". Es, dijo, "un reto formidable para la CECU".

Subrayó que en la propuesta de la CECU "realmente no se está dejando nada fuera", sino que trata de definir los pasos subsecuentes que pudiera asumir con la participación directa y activa por primera vez de este Consejo Universitario". Es una propuesta que "no excluye, no elimina, otras posibilidades, sino que marca una ruta inmediata para avanzar en la reforma".

Y al mencionar que, luego del paso de los oradores, hubieron proyectos concretos que "no necesariamente responden en toda la extensión a la iniciativa de la CECU", y que "tampoco me parece que hayan sido propuestas que se opongan a la posición de la CECU", el consejero Imanol Ordorika, del Instituto de Investigaciones Económicas, pidió una moción.

Al finalizar su intervención, el propio rector le otorgó el uso de la palabra. El consejero rebatió la argumentación del rector, al afirmar que la propuesta de la CECU es contradictoria con la que él presentó en la primera ronda de oradores, y que contempla la disolución de la CECU, la elaboración de una agenda de discusión para llevar a toda la universidad el debate sobre dicha agenda y que la toma de decisiones se haga a partir de referéndums sobre una síntesis de las propuestas diversas.

El documento elaborado por el investigador universitario plantea que la definición de la agenda es el tema central, y no así la discusión de estructuras y procedimientos. En el texto propone seis temas: la reforma es un proceso a la vez académico y político; la construcción de una nueva organización académica debe ser el objetivo central de dicha reforma; se deben discutir temas como financiamiento, autonomía y la rendición de cuentas; es necesaria la revisión de los principales ordenamientos normativos; el ordenamiento del régimen académico laboral, y garantizar que la administración universitaria esté al servicio de la academia. "Pongamos a discusión la existencia misma de la Junta de Gobierno", subrayó.

De la Fuente respondió que tenía en sus manos la propuesta de Ordorika, "y esos puntos no vienen en ella, pero los vamos a poner a votación", y de esta forma se logró someter a los consejeros la existencia o no de la CECU; 81 consejeros votaron en favor de su permanencia, 19 por la disolución y hubo tres abstenciones. Por su parte, el informe y propuestas de la CECU fueron aprobadas por 80 votos, hubo 20 sufragios en contra y varias abstenciones.

Cinco nuevos eméritos

En otro orden, el Consejo Universitario aprobó los nombramientos como profesores eméritos de Henrique González Casanova y del Valle, Alvaro Sánchez González y Rubén Lisker Yourkowitzky, así como de los investigadores eméritos Carlos Larralde Rangel y Salvador Armendares Sagrera, de los institutos de Investigaciones Biomédicas e Investigaciones Antropológicas, respectivamente.

Al aprobarse los cinco nombramientos, De la Fuente consideró que es el momento oportuno para que los universitarios se den cuenta de la gran riqueza que tiene la institución, con el ejemplo de sus mejores maestros.

El Consejo aprobó, además, la creación del Plan de Estudios de Licenciatura en Enfermería y el programa de maestría en la misma especialidad, y la entrega de la medalla de plata Gabino Barreda a 112 alumnos que en 2001 obtuvieron el más alto promedio de calificación en estudios de bachillerato y licenciatura.

Por su parte, la Comisión Especial de Seguridad reveló que se han invertido 19 millones de pesos en el fortalecimiento de la vigilancia y prevención en las instalaciones universitarias, y que hasta el momento han sido expulsados 149 porros y se ha consignado a 89 vendedores de droga.

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