LETRA S
Octubre 3 de 2002

Condición para el ejercicio de los derechos sexualesls-utiles2

Antonio Medina

Con la llegada al poder de un gobierno conservador en México, se temían retrocesos en las áreas de política social del Estado. En Educación, uno de los temores era que se diera marcha atrás a la educación sexual en las escuelas. Sin embargo, los contenidos sobre sexualidad humana incorporados a los libros de texto gratuitos en 1998-99 no han sufrido modificaciones hasta la fecha. A cuatro años de dichas modificaciones, especialistas, docentes, padres de familia y educandos, coinciden en que la educación sexual en las escuelas primarias es fundamental para el sano desarrollo de niños y niñas. En contraste, algunos sectores conservadores pugnan porque la educación sexual sea una materia optativa y que los propios padres sean quienes decidan si sus hijos deben o no tener esa información.

Las reformas introducidas a los libros de Ciencias Naturales de 5o. y 6o. grado abordan la sexualidad humana desde una perspectiva integral, e incorporan temas como la violencia de género, el condón, las enfermedades de transmisión sexual, como el sida, las adicciones, la eyaculación, la menstruación, entre otros. Estos cambios fueron motivo de debates, pero esta vez no hubo quema pública de libros de texto por parte de organizaciones católicas, como cuando en los años 70 se introdujeron los primeros contenidos sobre sexualidad en la educación básica. La forma equilibrada como se abordaron los temas polémicos permitió a las autoridades de la SEP contar con el apoyo tanto de educadores y especialistas en sexualidad como de sectores conservadores y hasta algunos obispos, pero sobre todo, con el apoyo casi unánime de la opinión pública (Una encuesta aplicada por esos años por la empresa Gallup y auspiciada por el Instituto Mexicano de Investigación de la Familia y la Población, arrojaba que 95 por ciento de las madres y padres de familia apoyaban la educación sexual en las escuelas).

Mientras los especialistas en educación sexual Gabriela Rodríguez y José Aguilar Gil consideraron "como un gran avance" los cambios incorporados, y la vicepresidenta de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, Esther Corona, como una "información adecuada, abierta y veraz"; del otro lado, el dirigente de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares, Salvador Valle, calificó de "positivos" dichos cambios, y el cardenal Norberto Rivera Carrera los consideró también "un avance significativo". Incluso el dirigente nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, apoyó la medida. Ambos sectores, por supuesto, apoyaron con reservas. Pero está coincidencia reveló un fenómeno curioso: se habló el mismo lenguaje pero se querían decir diferentes cosas, y el significado no era exactamente el mismo. Aunque se estuviera de acuerdo en términos como "educación sexual integral", por ejemplo, es claro que a la hora de las definiciones no había acuerdo. Pero el uso de ese lenguaje permitió el consenso.
 
 

La reacción conservadora

Los únicos que se opusieron rotundamente fueron los grupos fundamentalistas de siempre: el tristemente célebre Pro Vida, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), y uno que otro párroco y funcionario municipal panista, quienes pugnaron porque la educación sexual en las aulas fuera una materia optativa ya que, argumentaron, "la educación sexual es responsabilidad exclusiva de los padres de familia y no del Estado".

Jorge Serrano Limón, de Pro Vida, y Ricardo Esponda Gaxiola, presidente de la UNPF, fueron más allá en sus interpretaciones de los contenidos gráficos de los libros de Ciencias Naturales, donde se muestra a dos niños bañándose. El primero declaró en repetidas ocasiones que esa imagen "inducía al homosexualismo" y el segundo pugnó porque les pusieran calzoncitos ya que era "ofensivo para los niños verlos así". Por su parte, la regiduría de Educación del ayuntamiento panista de Mérida advirtió que las reformas abrirían "la puerta al pecado" porque inducirían a "una práctica temprana en las relaciones sexuales".

Con la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la República en el año 2000, acompañado de una gran oleada conservadora, se pensó que los contenidos de estos libros podrían sufrir cambios drásticos en sentido contrario. Pero eso no ha sucedido hasta ahora. A pesar de la presiones de algunos grupos conservadores, el secretario de Educación, Jesús Reyes Taméz Guerra, ha manifestado que no habrá cambios. Por su parte, la jerarquía de la Iglesia Católica ha abandonado, al parecer, la arena de la educación sexual para dirigir sus baterías al logro de la educación religiosa en las escuelas.

Al respecto, el doctor José Aguilar Gil, presidente de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex) que agrupa a más de 320 organizaciones civiles de educación sexual y defensa de los derechos sexuales y reproductivos en todo el país, consideró que si bien no ha habido cambios en los contenidos de los libros, la SEP sí ha dado apoyo a grupos ultra conservadores que ejercen presión constante para que se elimine del artículo 3o. constitucional la referencia a la educación laica, y pugnan, además, por que se integren criterios religiosos en los contenidos de los libros de texto gratuito. La Red que preside fue excluida este año, por primera vez, de los financiamientos que da el Instituto Mexicano de la Juventud, que favoreció, en cambio, a organizaciones de corte católico y conservador.
 
 

Laicismo y educación sexual

Para Demysex, cada vez es más clara la relación existente entre la defensa del derecho a la educación, en particular de la educación sexual, y la defensa de la condición laica del Estado. Y esta conciencia está más presente entre el personal docente. Las profesoras Martha Hernández Fernández y María Antonieta Medina, que imparten 5o. y 6o. grado respectivamente en la escuela primaria "Holanda" de la delegación Iztapalapa, coinciden en señalar que los temas religiosos no deben ser abordados en el salón de clases. "Tenemos que educar a niños y niñas bajo el entendido del artÌculo 3o. de la Constitución que indica que la educación es obligatoria, laica y gratuita."

En cuanto a la educación sexual, la profesora Rita del Carmen Rodríguez, quien ha impartido 5o. y 6o. grado desde hace 17 años, afirma que los nuevos libros de esos grados tienen algunas carencias en cuanto información. Hay algunas frases que se prestan a confusión y demeritan a las niñas. "Yo como maestra al abordar esta unidad lo primero que hago es explicarles que los aparatos sexuales son como cualquier otra parte de su cuerpo, pero básicamente los hago sentir el amor a sí mismos. Por eso mi mensaje es: no puedes amar a una pareja si no te amas a ti mismo". Por su parte, la maestra Medina considera de vital importancia que los padres, las madres y familiares cercanos a los infantes también se sensibilicen con estos temas para que cuando surjan dudas o situaciones relacionadas con la sexualidad puedan responder con el conocimiento preciso. "De qué sirve que en la escuela les demos una buena educación si en su entorno familiar y social, están recibiendo otra información." Adriana Medina, madre de dos niñas de 7 y 14 años y de un niño de 9, está de acuerdo en que reciban educación sexual en la escuela. "Pienso que los temas de sexualidad están tratados de manera didáctica. En este sentido la SEP está cumpliendo con el propósito de inculcar a los niños y niñas valores cívicos y de respeto", señaló.

De acuerdo con organismos internacionales como la UNESCO y el Onusida, la educación pública puede jugar un rol de primer orden en la reducción del número de embarazos adolescentes, abortos e infecciones de transmisión sexual como el VIH/sida Ninguna otra institución se compara con el alcance de las instituciones educativas. Además, las cifras epidemiológicas señalan claramente la relación entre el nivel educativo y el impacto de los padecimientos señalados.

Apoyada en ese razonamiento, la diputada local Martha Laguette Lardizábal, presentó al Congreso de Chihuahua una iniciativa con carácter de Punto de Acuerdo, el pasado 12 de septiembre. En ella pide a las Secretarías de Educación estatal y federal, implementen de forma obligatoria y continua cursos de capacitación sobre VIH/sida a maestros y maestras. En entrevista con Letra S, explicó que "dichos cursos son optativos, y no es obligatorio que los profesores repliquen esa información a sus alumnos". Además, agregó, "no todos los profesores están dispuestos a transmitir esa información porque ellos mismos tienen muchos tabúes que se los impide". Por tanto propone que los cursos sobre VIH/sida que imparte la SEP a los maestros y maestras, sean obligatorios y formen parte del Programa Nacional de Educación.