Leonardo el inventor, muestra de un centenar de diseños que se presenta en Suiza
Da Vinci calificaba a la guerra de locura aborrecible
Medio milenio después de su muerte aún fascina al mundo su pasión por explorar
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Martigny, Suiza, 1Ɔ de septiembre. Tres exclusivas máquinas de percusión diseñadas por Leonardo da Vinci, al parecer destinadas a los ejércitos italianos de finales de la Edad Media, cobraron vida por vez primera en una exposición suiza.
Los tambores, que se basan en unos dibujos dejados por Leonardo, se exponen al lado de un helicóptero, una bicicleta y un automóvil también diseñados por el que es el máximo exponente del ''hombre del Renacimiento", cuyo genio se extendía a la ciencia, la música, la filosofía, la pintura y la escultura.
''Casi 500 años después de su muerte, (Da Vinci) todavía nos fascina por su curiosidad y su pasión incansable por explorar el mundo y sus secretos", dijo el historiador alemán Otto Letze, organizador de la exposición Leonardo el inventor.
Alrededor de las paredes de Old Arsenal, en el centro de Pierre Gianadda (suroeste de Suiza), se expone un centenar de diseños de Leonardo.
Instintos pacifistas
La muestra incluye más de 30 artefactos creados a partir de sus diseños, de los que muy pocos se cree que se llevaron a la práctica en la época de Leonardo.
Modelos similares se han construido con anterioridad en diversos museos en todo el mundo, y fueron notables los del castillo Close-Luce de Amboise, en Francia, donde murió el genio en 1519 mientras trabajaba en un plan para crear una nueva capital francesa cerca de Romorantin.
Pero la exposición, parte de la cual viajará por toda Europa, es la más grande que se ha montado y la que reúne mayor número de inventos de Leonardo, desde sus canales de dos niveles hasta puentes que se abren con la mano o un expendedor automático de sellos que funciona con monedas.
Leonardo da Vinci, un vegetariano para
quien la naturaleza era una ''gran maquinaria", frecuentemente decía que odiaba la guerra y una vez la describió como ''locura aborrecible".
Pero reprimió sus instintos pacifistas y diseñó armas defensivas y ofensivas para el príncipe de Milán y para los estados del Papa, trabajo que le ayudó a mantener su estilo de vida y a financiar su interés por la ingeniería.
Los especialistas creen que al menos dos de sus tres baterías se habría pla-neado que marcaran la marcha de los ejércitos en dos batallas entre dos ciudades- estado en los siglos XV y XVI en Italia.
Estas dos baterías estaban claramente diseñadas en los dibujos de Leonardo, que las muestran montadas sobre carros. Un mecanismo a base de engranajes hace posible que cinco baquetas en cada uno de los lados golpeen los tambores una y otra vez, tan rápidamente como el mejor percusionista de jazz de la actualidad.
El tercer tambor está montado sobre un trípode y tiene cuatro baquetas que operan en secuencias generadas al girar un mando. Los expertos creen que era más probable que tuviera sólo propósitos musicales.
Las baterías fueron construidas por miembros de la Asociación Leonardo da Vinci para la Investigación Cultural, que fue fundada en 1988 en Sion, cerca de Martigny, para promover el entendimiento de la obra del genio.
La asociación ya ha fabricado otros instrumentos con diseños de Leonardo, hijo ilegítimo de la hija de un granjero y de un notario viajante de Florencia.
Leonardo nació en 1452 y pronto se convirtió en hombre de confianza de príncipes y duques, de un Papa e incluso de un rey, Francisco I de Francia.
Como asesor militar de los Borgia y de la familia gobernante de Milán, los Sforza, Da Vinci inventó una máquina en forma de tortuga a la que se le adaptaban cañones que disparaban en todas direcciones. También fue diseñada para portar hasta 26 hombres al campo de batalla, un predecesor del tanque militar del siglo XX.
Junto al tanque hay una recreación de una ametralladora con 10 barriles, que Leonardo describe en su diseño como un ''órgano de artillería", un posible antecesor del ''órgano de Stalin", lanzador múltiple de cohetes de la Segunda Guerra Mundial.
Una máquina más primitiva -una carroza tirada por caballos con enormes guadañas en los ejes de sus ruedas- aparece en uno de los dibujos, que en lugar de mirar al futuro se asemeja a las armas utilizadas durante el Imperio Romano.
Con entusiasmo inusitado para un pacifista, Leonardo representó a las víctimas de la carroza retorciéndose en el piso con miembros cortados -reminiscencia de los dibujos pornográficos encontrados en algunos de sus cuadernos de dibujos.
Pese a su clarividencia, los expertos dicen que no hay indicios de que Leonardo, ahora considerado el primer científico del mundo, buscara un uso militar para la aeronave que diseñó y que inclusive llegó a probar en las montañas toscanas.
Diseño para un sultán
No obstante que Leonardo fracasó en hacer despegar su avión, sus dibujos sirvieron como fuente de inspiración a un ingeniero alemán a finales del siglo XIX para completar el primer vuelo de una aeronave no motorizada.
Dibujos del que quizá fue el proyecto más grande que Leonardo no pudo realizar, un magnífico puente en Estambul, también están en exhibición. Como en el caso del avión, el puente fue completado cinco siglos después.
La construcción es considerada entre los puentes más impresionantes del siglo XX, que alcanza 40 metros en su punto más alto, con un arco de 240 metros y una longitud de 340 metros. El diseño de Leonardo en 1503 fue encargado por el sultán de Turquía, Bajazet II, pero entonces fue rechazado, posiblemente porque el gran tamaño y alto costo de un puente que habría conectado la vieja Constantinopla con el suburbio de Pera, dijo Letze.
Un reciente análisis por computadora demostró que el diseño era viable y que Leonardo había tenido en cuenta todos los problemas que luego enfrentaron ingenieros modernos, excepto quizá la susceptibilidad de la región a los terremotos.
''Era un soñador, pero tenía los pies sobre la tierra", dijo un comentario de la exhibición.
