Denuncian PRD y AN que el domingo habrá campaña de compra de votos con recursos estatales
Reductos figueroístas y hegemonía del PRI, desafíos para la oposición en Guerrero
Los comicios marcarían el destino de las elecciones federales de 2003 para los priístas
ROBERTO GARDUÑO, JESUS SAAVEDRA Y MISAEL HABANA/I ENVIADO Y CORRESPONSALES
Chilpancingo, Gro., 1o. de octubre. La vigencia del cacicazgo figueroísta en grupos diseminados por el estado y el afán de los priístas por conservar el control político en Guerrero representan, para los partidos de oposición, los principales escollos en la contienda electoral del 6 de octubre.
El PRD y el PAN advierten una campaña de compra de votos con recursos estatales en las siete regiones de la entidad. El PRI defiende al gobernador René Juárez: "No es candidato, y lo que entrega no condiciona nada".
La contienda electoral se cierra en las regiones de Tierra Caliente, La Montaña, Costa Grande, Acapulco, Costa Chica, Zona Norte y Zona Centro, donde el PRD manifiesta que lleva ventaja, mientras que el PRI le apuesta a repuntar, pues un tropiezo electoral en el bastión guerrerense marcaría el destino de las elecciones federales de 2003 para los priístas.
Guerrero, como termómetro del proceso federal del año entrante, también significa para el gobierno estatal mantener la mayoría priísta en el Congreso del estado para evitar que, por vez primera, tuvieran que buscarse consensos a la hora de aprobar leyes y se fiscalizaran los recursos públicos, que hasta han sido revisados sin contratiempo por los legisladores del tricolor.
Recuperar Acapulco, gobernado por el PRD, arrojaría para los priístas controlar la ciudad que aporta a las arcas estatales 80 por ciento de los recursos fiscales provenientes de la industria turística. Es ahí donde la disputa electoral se ha centrado.
El PRD y el PAN acusan a René Juárez de emprender "un activismo político inusual", porque se ha dado a la tarea de repartir bicicletas, cemento, láminas de cartón y cheques del programa Mano con mano.
El gobernador se defiende. Asegura que no tolerará las difamaciones; no obstante, reconoce que sí realiza giras, que siempre lo ha hecho y que nadie lo va a obligar a tomar vacaciones.
"No ando repartiendo láminas ni cargando bultos de cemento. Sí lo hice cuando fui peón de pico y pala. Tengo un enorme respeto por el pueblo de Guerrero, y la dignidad de un guerrerense no vale un bulto de cemento", agregó.
Lo que está en juego
Con un padrón electoral de un millón 852 mil ciudadanos, los guerrerenses elegirán el 6 de octubre a 76 presidentes municipales y 28 diputados de mayoría, y 18 de representación plurinominal.
En los comicios contenderán 10 partidos políticos. Dos en la Alianza para Todos -PRI y PVEM-; PRD, PAN, Partido de la Revolución del Sur (PRS), Partido Alianza Social (PAS), Partido Sentimientos de la Nación (PSN), Partido Socialista de México (PSM), Convergencia por la Democracia (PCD) y Partido del Trabajo (PT).
El PRI mantiene la hegemonía en los procesos electorales de Guerrero. No obstante, desde hace una década el PRD ha logrado consolidarse como la segunda fuerza política en el estado. Los conflictos poselectorales se han agudizado desde 1987, cuando el gobernador José Francisco Ruiz Massieu se negó a reconocer el triunfo de la oposición en varios municipios de la entidad. En su trunca administración, Rubén Figueroa Alcocer impidió que el perredista Pedro Pablo Urióstegui asumiera la presidencia municipal de Teloloapan en 1993, propiciando un enfrentamiento entre poli-cías estatales y habitantes de ese municipio.
Años después, en el proceso de febrero de 1999 para elegir gobernador, el candidato del PRI René Juárez Cisneros ganó al perredista Félix Salgado Macedonio, quien impugnó el resultado porque la diferencia fue de 100 mil votos. En octubre de ese año, cuando se renovaron las alcaldías y las diputaciones locales, el PRI obtuvo triunfos en 62 municipios, el PRD en 13 y el PAN en una demarcación electoral de la zona norte.
El PRI gobierna en Chilpancingo, Zihuatanejo, Taxco, Iguala, Tlapa, Ciudad Altamirano y Ometepec, mientras que el PRD encabeza administraciones municipales en el puerto de Acapulco, Tixtla y Metlatónoc.
En el Congreso el PRI ocupa 30 escaños, 24 de mayoría y seis de representación proporcional; el PRD tiene 14 diputados, seis de mayoría y ocho de representación proporcional; un diputado el PAN y uno el PRS, ambos plurinominales.
Para las elecciones del 6 de octubre de este año el PRI se propone recuperar Acapulco y retener su mayoría en el Congreso del estado. El PRD pretende avanzar en la mayoría de los municipios y consolidar un equilibrio en el Congreso local.
Acusaciones
La polarización política alcanza su principal expresión en los señalamientos que se hacen entre sí las directivas estatales del PRI y el PRD. Ambos partidos consideran escenarios poselectorales extremos. Entre los priístas se manifiesta un optimismo desbordante, al grado de que consideran un triunfo inminente en Acapulco. Los perredistas están seguros de conservar el poder en el puerto,
Juan José Castro Justo, presidente del PRI en el estado, sostiene que su partido representa para los ciudadanos gobernabilidad, estabilidad y paz social, "porque lucha por mejorar las condiciones de vida de los guerrerenses".
-El PRI es señalado como responsable de lo que se vive en el país y Guerrero.
-Son condiciones de orden histórico. No hay un responsable; es el propio proceso histórico. šTodo no es atribuible a un culpable!
-ƑPero de alguna manera el PRI sí es responsable del deterioro?
-El PRI es responsable del desarrollo del país, de las grandes transformaciones, y de la alternancia política. Sin lugar a dudas el PRI tiene desaciertos, y éstos tienen su propia identificación por los propios priístas, por la sociedad y la historia, pero no para creer que los problemas del país fueron propiciados por los presidentes, los secretarios y los funcionarios del PRI.
-ƑY los señalamientos contra el gobernador?
-Creo que es un asunto más en la búsqueda de hacer ruido y desestabilizar el proceso, y del temor a la derrota, que alguna razón fundada. No hay razón para darle crédito a esos fundamentos. El gobernador no es candidato, y la entrega de recursos no se condicionan (sic) a nada. Nosotros no podemos cruzarnos de brazos para que nuestros adversarios digan que las cosas que hacen están bien.
La réplica le corresponde a Martín Mora, dirigente del PRD en la entidad, quien advierte con preocupación que "las campañas electorales se cerrarán temprano para que los candidatos del PRI se dediquen a comprar votos. Tan sólo en la última semana han repartido cinco bultos de cemento y mil pesos por familia".
Convencido del triunfo de su partido en más de 30 alcaldías, y por lo menos en 15 distritos electorales, Mora manifiesta que en Arcelia, Tlalchapa, Teloloapan, Iguala, Chilpancingo, Heliodoro Castillo, Quechultenango, Ayutla, Cuajinicuilapa, Xochistlahuaca, Ometepec, Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac, Zihuatanejo, Tecpan de Galeana y Tlapa, "llevamos las tendencias a nuestro favor, pero el riesgo de que despierte la maquinaria priísta para cambiar la tendencia del proceso es inminente".
Ubicados en el costado de la marginalidad política de la entidad, Acción Nacional y su dirigente estatal, Francisco Rodríguez Otero, denuncian el activismo de René Juárez: "En época electoral intensifica su trabajo, principalmente en Acapulco. Creo que no es necesario que el gobernador pare de trabajar, si tiene ganas que lo haga, pero evitando que coincida con las giras de los candidatos".