La política hacia el sector requiere ajustes, afirma el dirigente de la CIOAC
Con movilizaciones, campesinos demandarán al gobierno federal canalizar 1% del PIB al agro
MATILDE PEREZ U.
Organizaciones campesinas nacionales y regionales acordaron exigir al gobierno federal un presupuesto para el agro de por lo menos 100 mil millones de pesos o el equivalente al uno por ciento del producto interno bruto (PIB). El debate no sólo se limita a los recursos, sino que contempla definiciones políticas y resultados, asentaron.
"El gobierno no ha sido capaz, en dos años, de establecer una política que incluya a más del 30 por ciento de los productores a los que ha dirigido los programas; incluso su discurso está orientado a convencer a la opinión pública de que al finalizar su administración habrá resuelto las necesidades de 60 por ciento de los seis millones de productores", afirmó Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC).
Eso es falso, dijo. Los 60 proyectos que integran el programa especial -en el que están involucradas varias secretarías de Estado y los gobiernos de los estados-, el blindaje agroalimentario, del que se desconocen las precisiones; los cambios al financiamiento rural y los apoyos a los grandes comercializadores son aspectos de una política que requiere ajustes, porque están enfocados a dejar fuera a la mayoría de los pequeños y hasta medianos productores.
Por ello, las organizaciones preparan una movilización nacional a partir del próximo 12 de octubre. La intención -agregó Ovalle Vaquera- es volver a decirle al gobierno, diputados y senadores, así como a los dirigentes de los partidos políticos, que se acerquen a los campesinos que han sostenido la producción de alimentos del país a pesar de las crisis económicas, de un tratado comercial (TLCAN) que ha sembrado más pobreza y de una política que pretende eliminarlos.
"Queremos que en los congresos locales y en el de la Unión se discuta la visión de los productores sobre el campo y que la nación se dé cuenta de que el drama de la crisis del agro ya alcanzó a todos", destacó. El dirigente de la CIOAC criticó a quienes "insultan públicamente a los funcionarios del gobierno pero en lo oscurito van y negocian. Creen que así van a obtener lo que tuvieron con los gobiernos priístas, pero están equivocados. No es así como van a poder sojuzgar a las organizaciones campesinas".
Agregó que la situación del campo se refleja en el aumento de las importaciones y en la baja producción nacional de granos básicos. Las necesidades de consumo nacional superan 40 millones de toneladas, mientras que la producción para este año se estima en 31 millones de toneladas, similar a la de 2001, pero además el acceso a alimentos básicos como tortilla, frijol, huevo y leche ha caído en las últimas dos décadas.
En 1981, con un salario mínimo se podían comprar 38.2 kilos de tortilla, pero al inicio de 1990 bajó a 15.9; en 2001 pasó a 8.3 y actualmente es de 7.6 kilos. Para el caso del frijol, pasó de 8.3 kilos en la década de los 80 a 2.4 kilos este año. Por lo que respecta al huevo, se podían adquirir 6.9 kilos y ahora sólo 4.2. Los datos reflejan la caída del poder de compra y de la alimentación de la mayoría de los mexicanos, acotó Ovalle Vaquera.