ENTREVISTA /RICARDO PASCOE, EX EMBAJADOR MEXICANO EN CUBA
México asumió la política anticastrista más radical
"NO SE ESTA PERMITIENDO NINGUNA RELACION ENTRE LOS DOS PAISES"
Como epílogo de su breve pero agitada trayectoria como diplomático, el economista de 53 años expresa su asombro por el "cambio de timón" en la relación bilateral y señala que debe investigarse si ello está relacionado con el posible apoyo económico extranjero que habría recibido la campaña
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 1Ɔ de octubre. Al día siguiente de dejar el cargo de embajador en Cuba, Ricardo Pascoe dice que el gobierno mexicano asumió hacia la isla la política más radical del exilio anticastrista de Miami por una causa inexplicable, pero que podría investigarse si se trata de un apoyo económico a la campaña electoral del presidente Vicente Fox.
Unas horas antes de tomar el vuelo de regreso a México, Pascoe hace un rápido repaso de los 21 meses que despachó como representante de Fox y de su gobierno en La Habana.
Reseña una lista de acciones y omisiones promovidas por la cancillería mexicana que a su juicio fueron minando la relación bilateral y la hicieron "ladina", proclamando algo y haciendo exactamente lo contrario. Parece el paisaje después de una batalla, en ruta hacia la incomunicación total, a la separación extrema entre los dos gobiernos.
Pascoe dice que a eso se refiere cuando en la carta a Fox difundida el lunes sostiene que se le quiso "arrinconar" en la ejecución de "acciones finalmente subversivas".
-Me refiero a todo esto. A estar diciendo una cosa y haciendo otra, y estar complaciendo a otras personas con esa política. Porque lo que es evidente es que hay una actitud de complacencia con opiniones que, más que de Washington, aunque también de Washington, son de Miami. Y me resulta extremadamente difícil explicar por qué México quiere complacer a Miami. ƑCuáles son los compromisos que se habrán adquirido en algún momento y cuál es el sentido de esas obligaciones como para comprometer la política exterior de México en un asunto tan importante como es la relación con Cuba, ante una comunidad políticamente radicalizada hacia la derecha como la cubano-estadunidense? Para mí hay una gran incógnita que estamos por develar.
-ƑQuizás apoyo económico para la campaña electoral del presidente Fox?
-Es una hipótesis que yo no podría sustentar, pero que habría que investigar.
El economista de 53 años, quien reivindica su pertenencia al PRD, dice que el "golpe de timón" del que habla en su carta empezó a manifestarse cuando México se negó a enviar ayuda humanitaria a Cuba tras el paso del huracán Michelle, en noviembre pasado. Que luego se empezó a sugerir a funcionarios mexicanos que no visitaran la isla, los programas de colaboración se estancaron, México suspendió la impresión de libros de texto para las escuelas cubanas, la Armada canceló contratos de mantenimiento de helicópteros, la Secretaría de la Defensa retiró el reconocimiento de estudios militares superiores...
-Toda una serie de cosas que para algunos podrían parecer pequeños incidentes, relativamente insignificantes, incluso hasta por razones presupuestales... en realidad empiezan a configurar una clara determinación de ir clausurando la relación.
No vienen a la conversación, pero están a la vista los dos choques más notables y conocidos entre el gobierno de Fox y el del presidente Fidel Castro: las posiciones mexicanas hacia Cuba en las últimas dos sesiones de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas y la cumbre de Monterrey.
-O sea que las acciones subversivas de las que usted habla son una especie de dislocamiento de las relaciones, de hacer una señal e ir por otro lado...
- ...con la clara idea de llegar, si no a la ruptura de jure, sí de facto. Es obvio que para allá vamos y estamos muy cerca de eso.
-ƑCómo describiría el mo-mento actual?
-No estamos teniendo ninguna relación. No se está permitiendo ninguna relación entre los dos países. Se está reduciendo al mínimo el contacto oficial, pero lo que es mínimo-mínimo, de casi nada. No se permite el viaje a funcionarios mexicanos a Cuba. Secretarios que iban a venir inventaron problemas de salud. Ha habido una racha de problemas de salud en funcionarios mexicanos que iban a visitar la isla. Y todo esto son instrucciones, son diktat de cómo hay que establecer las relaciones. La idea es reducir la relación. Mi gran discrepancia es que lo que al parecer predomina como línea ahora es alejarse totalmente de Cuba. Es la visión estadunidense, muy especialmente de Miami más que de Washington, donde hay más debate y más diferencia y más discusión. Es la visión más radical de Miami, la visión más vieja, es jugarle al aislamiento total de Cuba para golpear al régimen y de esta manera provocar su caída. Lo que yo pienso es todo lo contrario: que la mejor contribución que puede hacer México a la isla, a su desarrollo, a su evolución, es fortaleciendo su presencia, nuestra presencia histórica aquí, nuestra autoridad moral, cultural, política y económica para ser un firme acompañante de los procesos que se avecinan. Ser un país acompañante, no uno alejado de este proceso. Y esas son las dos visiones diferentes que hay de fondo en este debate.
Pascoe dice que en su tarea intentó guiarse por un documento de cinco páginas que entregó al Senado el 27 de diciembre de 2000 y a Fox al día siguiente, que reflejaba su compromiso y su visión de las relaciones con Cuba. "Había quedado muy claro cuál era el sentido de mi misión. Entiendo que el Senado me ratificó con base en ese documento. Hay algunos que han planteado el tema de la lealtad. ƑQuiénes son los leales en este caso? He sido absolutamente leal a la línea que se me marcó desde el Senado y desde mi única conversación a fondo con el Presidente".
Agrega que en mayo del año pasado tuvo una larga discusión con el canciller Jorge G. Castañeda y pensó que habían llegado a un acuerdo. "En el terreno de la práctica es obvio que no".
-No hablaron claro conmigo. Yo en cambio sí fui claro. Yo me guié por este programa, por lo que entendí que eran los compromisos. Y no lo digo de manera ingenua. Lo digo simplemente como un hecho político. Todo esto fue construyendo una relación ladina con Cuba en la que en público se decía una cosa y en realidad se estaba haciendo otra. Por eso hablo de las "acciones finalmente subversivas".
-ƑSu propia designación como embajador formaba parte de esa política? Era un embajador que no tenía que ver con la política real...
-Pues sí, pero eso es lo contradictorio de ese proceso que tuvo un golpe de timón. Ibamos en una dirección y de repente cambiamos de ruta bruscamente.
-ƑUsted pensó en renunciar en algún momento? Una vez lo dijo, después de la reunión de Ginebra (de la CDH) de este año. Me pregunto si esa posibilidad la consideró alguna otra vez...
-Uno inevitablemente siempre tiene que estar contemplando esas opciones como naturales dudas en un momento determinado. No quiere decir que es una amenaza, ni una decisión ni un hecho. Simplemente uno reflexionando: Ƒqué sentido tiene mi permanencia aquí? ƑQué voy a hacer? ƑCuál es mi papel aquí? Obviamente no lo hice. No renuncié porque decidí que no era correcto. Sentí que una renuncia mía metería la relación en una mayor inestabilidad política. Ahora yo no he renunciado. Fui cesado de mi misión por parte del Presidente de la República. Por eso le escribí la carta.
-Pero a medida que pasó el tiempo, su permanencia aquí era, según su propio análisis, cada vez más evidentemente parte de esa política dual, "ladina"...
-Esa puede ser una interpretación. Yo no lo interpreté así. Lo que interpreté es que mi presencia aquí era un dique de contención a que avanzara con mayor fuerza, con mayor contundencia, el golpe de timón.
-ƑVolvería a trabajar en el gobierno de Fox?
-Lo haría, siempre y cuando hubiera un claro acuerdo político. Esta experiencia me ha dejado bastantes enseñanzas. Pero no lo veo como algo en el horizonte.
-En la carta usted distingue a Fox de Castañeda.
-Tengo la impresión de que hay dos cosas diferentes y que es válido distinguirlas. Esta carta es para el Presidente de la República. Es con quien hoy por hoy tengo mi relación directa.
-ƑQué tanto compromiso tiene el Presidente con esa política hacia Cuba?
-No estoy seguro. Creo que es él quien lo tiene que decir.
-De cualquier manera, el doctor Castañeda es su secretario de Relaciones Exteriores.
-Así es. Yo no puedo suponer que el Presidente esté ajeno ni en desacuerdo con lo que han hecho. Si está ajeno y en desacuerdo, ya tendríamos que preocuparnos.
Pascoe comenta en esta forma, además, otros ángulos de su gestión, el periodo más convulsionado en las relaciones bilaterales:
Primer voto en la CDH (abril de 2001):
-Aún no estaba el perfil para un golpe de timón. Estaba dibujándose ya, ahora podría decirlo con más claridad. En ese momento no estaba tan claramente diseñada la idea.
Huracán Michelle (noviembre de 2001):
-Me pareció importante poder distinguir entre lo que eran las fobias políticas con el acto humanitario a un pueblo que estaba sufriendo una desgracia de enormes proporciones. Supuse que México sería solidario. No sólo no fuimos, sino que nos negamos.
Visita de Fox (febrero de 2002):
-Para mí sigue siendo un enigma, y a estas alturas no tengo una respuesta. Fue una visita mal concebida desde su inicio. Yo la contrastaría con la que realizó el ex presidente estadunidense James Carter. En cierto modo hicieron cosas parecidas. Tuvieron la visita oficial y después reunión con los disidentes. Pero en el caso de Carter desde un inicio las negociaciones fueron muy claras: "aquí va a haber esto". En vez de eso, lo hicimos ladinamente. Personalmente fui absolutamente engañado. No supe de la reunión con los disidentes sino ya entrada la tarde del mismo día de la visita.
Relación con Fidel Castro y ocupación de la embajada (febrero de 2002):
-Creo que fue una relación muy respetuosa. Las expresiones que he recibido esta semana han sido de reconocimiento, de respeto. Tuvimos un momento difícil alrededor del guaguazo (por la irrupción de una guagua, o autobús, en la embajada), cuando él hizo un señalamiento sobre mi persona en la televisión (en esencia Castro llamó a Pascoe indiscreto y mentiroso). Pero esos señalamientos en realidad no tenían que ver conmigo, sino con un debate interior acerca de qué era eso del guaguazo y quién lo había ideado. Se le dieron muchas vueltas a ese asunto. Pero otra vez no era conmigo la discusión. La discusión era por qué habían preparado el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias el desalojo de la embajada horas antes, incluso, de que Castro mismo lo supiera. El fue informado al final.
Cancelación de fiestas patrias (septiembre de 2002):
-Una buena semana bien organizada, que es lo que habíamos hecho, habría dado la impresión de que las relaciones iban a mejorar y no se quería dar esa impresión.
Tráfico de migrantes:
-Si quieren hablar de corrupción, hablemos del tema consular en Relaciones Exteriores. Sigue siendo un enigma cómo es que protegen a estas personas (el ex cónsul en La Habana Hernán Ruiz y la ex funcionaria del consulado Laura Ruiz), que obviamente eran parte de una red organizada y que sigue operando hasta el día de hoy. Hemos hecho un esfuerzo grande por parar estas cosas, pero estamos rodeados. Es un problema muy complicado y hay mucha gente involucrada. Los cubanos aquí ya enjuiciaron a dos mujeres (ex empleadas del consulado mexicano). Uno más se escapó. Mientras aquí los han juzgado, nosotros no hacemos nada. Esas personas siguen devengando su salario y están trabajando tranquilamente. Mi propuesta era que trabajáramos en la firma de un acuerdo migratorio, que hoy se hace más indispensable. El acuerdo no avanza por la falta de relación.