Tumultuoso recibimiento dieron los medios a
la campeona del mundo en 400 metros
El camino no termina y la mira está en los JO
de Atenas: Ana Guevara
Ni soy la chica superpoderosa ni la más chingona;
soy una mujer sin límites, dijo la sonorense
ROSALIA A. VILLANUEVA
Con un sombrero charro, la bandera mexicana en el hombro
y al compás de los mariachis que interpretaron su canción
favorita, A mi manera, una radiante Ana Gabriela Guevara miraba
sorprendida el gran recibimiento que tuvo ayer en el aeropuerto internacional
capitalino.
Una multitud de reporteros gráficos pedía
a la campeona del mundo en 400 metros planos la mejor pose, una sonrisa,
un beso, que mostrara los bíceps, y hasta le solicitaron que exclamara
¡Viva México!, la frase patriótica que mucha gente
esperó ansiosa gritar en la sala de llegadas, por donde la sonorense
nunca salió ni pasó.
El
vuelo procedente de París, Francia, llegó más temprano
de lo previsto. Un numeroso grupo de seguridad condujo a la velocista al
amplio salón de usos múltiples, donde daría la conferencia
de prensa frente a un batallón de medios de comunicación
de prensa, radio y televisión.
Apenas cruzó la puerta Ana, quien cargaba un muñeco
de peluche, se dirigió a la mesa principal acompañada de
su entrenador Raúl Barreda, el médico Carlos Harris, la fisiatra
Eunice Romero y Gabriela Medina, monarca de la Olimpiada Juvenil que la
siguió en toda la exitosa gira europea.
''Necesitaba estar en mi país''
Atenta escuchó las notas del Son de la Negra,
pero cuando los mariachis le cantaron A mi manera, la deportista
contuvo las lágrimas, respiró profundo y tarareó la
canción.
Estaba feliz y, como bien lo dijo, no era la misma sensación
que vivió en el viejo continente. "Necesitaba estar en mi país
y con mi gente para disfrutar de todos estos triunfos'', los cuales, agregó,
"todavía no los asimilo y poco a poco los voy a ir entendiendo''.
Habló de lo orgullosa que se sentía de haber
hecho la mejor actuación de su carrera en la temporada al ganar
las siete etapas de la Liga de Oro de Atletismo; de haber impuesto la mejor
marca del año en Zurich con 49:16; de llegar triunfal al Grand Prix
de París y cerrar con doble broche dorado en la Copa del Mundo de
Sevilla, tanto en lo individual como con el relevo de América 4x400.
Sin embargo, dejó claro que esto era apenas el
paso para continuar por "el camino que sigue'', que son los Juegos Olímpicos
de Atenas 2004, donde quiere estar en el podio olímpico, pues ni
todo lo ganado (kilos de oro y miles de dólares) podría compararse
con la mejor recompensa que anhela un atleta en una justa veraniega.
-¿Estás considerada como la mejor deportista
de México?
-En este año también hubo triunfos en otros
deportes y no soy del Top, pero en lo que respecta a las mujeres
ha sido una gran victoria y un hecho trascendente.
"Yo no soy quién para denominarme como la chica
superpoderosa ni la más chingona ni nada por el estilo. Yo simplemente
quiero seguir creciendo y hacer las cosas lo mejor posible."
Agregó que ser la mejor corredora del orbe y terminar
invicta en 10 competencias no significa que tiene asegurado todo, pues
así como ha saboreado los triunfos también pueden llegar
las derrotas.
"Soy un ser humano y creo que la gente y los medios deben
entenderlo. Tengo que disfrutar lo que hice, pero el año próximo
tengo que empezar de nuevo, borrón y cuenta nueva, y Ana Guevara,
la campeona del mundo, tendrá que demostrarlo en el Mundial de París,
donde espero correr sobre los 48 segundos.''
-¿Satisfecha por los triunfos?
-Siempre he dicho que no tengo límites. El camino
aún no termina y es 2004 donde tengo la mira.
-¿El año entrante podrías competir
contra Cathy Freeman?
-No me preocupa ella ni nadie. Compito conmigo misma y
contra el reloj.
-¿Participarás en los Juegos Centroamericanos?
-Voy a cumplir. No vamos por marca y para mí será
el recreo con el que cerraré la temporada.
En la reunión que este lunes a temprana hora tendrá
con el presidente Vicente Fox, la medallista mundial de bronce le insistirá
en la creación de un centro de alto rendimiento de velocidad en
el norte del país.
Por su parte, el técnico Raúl Barreda anunció
que su alumna atacaría el año entrante la marca de "48 y
piquito'' a la altura de la ciudad de México, ya que para ganar
la medalla olímpica las corredoras deberán estar por debajo
de 49 segundos y solamente Ana puede hacerlo.
Guevara pidió una semana de descanso para "desconectarme
del celular y de la prensa''; en 20 días comenzará a entrenar.