Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 23 de septiembre de 2002
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Cultura
Francis Ford Coppola en el Festival de San Sebastián

''Cuando el cine aporta ideas se alcanzan bellos resultados''

Fustiga que la industria del cine se haya vuelto industria del dinero; venden cintas como fertilizantes

MERRY MAC MASTERS ENVIADA

San Sebastian, 22 de septiembre. En su regreso a San Sebastián, Francis Ford Coppola se sentó con la prensa casi dos horas, como si estuviera en la sala de su casa. Como ofreció, habló de todo, incluso de vino -negocio familiar que le permite financiar sus propios proyectos-, pero acabó dando una lección de cine.

No podía faltar la pregunta sobre los sucesos trágicos del 11 de septiembre. Para Coppola, ''no puede haber paz y justicia, y justicia para todos. He tratado de ver los sucesos en el sentido de que la justicia no se ha ejercido en la historia moderna".

A raíz de los acontecimientos, Coppola se puso a estudiar la situación en Medio Oriente, ''el fondo del problema''.

Una de las aristas que le llamó la atención es ''el injusto patrocinio de Estados Unidos a un solo lado del conflicto, que causa gran disgusto para los que están con la otra parte".

Dictaminó: ''Ambos lados son igualmente responsables del destino de los palestinos y les deben mucho. Si yo fuera rey haría que las partes -las naciones árabes, Israel y Estados Unidos- enriquecieran la vida de los palestinos, a fin de pagarles en parte por todo lo que han padecido. Debe haber justicia para la gente palestina. El problema radica en que las personas encargadas de hacer la paz obtienen su poder del hecho de que no haya paz''.

En seguida, Coppola aseguró que si 12 intelectuales, artistas, cineastas, poetas y arquitectos, tanto árabes como israelíes, y se fueran a Granada por tres semanas, encontrarían una bella solución que sería justa para que los hijos de estas personas tengan una vida armoniosa''.

Acotó: ''Ha llegado el tiempo en que los artistas ya no deben ser empleados. Si uno quiere saber quién manda en el mundo en cualquier periodo de la historia, sólo hay que ver quién les da trabajo a los artistas. Pero cuando los creadores pueden contribuir y, por ejemplo, usar el cine, que es la forma de arte más popular, para su verdadero propósito, que es aportar ideas que iluminan la vida contemporánea, sólo entonces creo que podamos alcanzar tan bellos resultados". La sala de prensa estalló en aplausos.

Más adelante, Coppola anotó: "Los estadunidenses están muy enojados por el 11 de septiembre, porque, piensan, los responsables de los ataques pudieron haber elegido el domingo para destruir los edificios, pero ¿por qué martes? Hubiera sido igualmente espectacular, pero ¿por qué matar a 3 mil personas?".

Distinguido con el premio especial 50 aniversario del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, Coppola no participa con una película nueva -hace cinco años que no filma-; sin embargo, es coproductor de la cinta tailandesa La leyenda de Suriyothai, dirigida por el príncipe Chatri Chalernn Yukol, que figura en la sección oficial, pero fuera de concurso.

Coppola trabaja desde hace tiempo en un ''proyecto sueño'' titulado Megalópolis, épica que toma lugar en una ciudad moderna, como Nueva York.

En mi juventud, recordó el hombre de 63 años, "escribía guiones para mis películas, que por lo general eran historias originales. Ambicionaba ser un realizador que hacía literatura del cine. Pero mi carrera se alteró más allá de mis expectativas al hacer El padrino y adquirí el estatus de director. En vez de escribir mis propias cosas me daban los guiones".

En Metrópolis el pasado compite con el futuro y, por lo tanto, se habla del tiempo, un elemento que dicta la vida del ser humano.

Libre de la presiones de los estudios fílmicos, Coppola afirmó que la industria cinematográfica en general se ha vuelto la industria del dinero. En Estados Unidos, continuó, ''las siete compañías fílmicas son vendidas como sí se tratara de fertilizantes y han sido comprados por el peor tipo empresarios. Por eso están en problemas y dejan de funcionar como tales. Entonces, tenemos una tragedia en la que nuestros políticos en Estados Unidos desconocen la diferencia entre cultura y comercio. Para mí la cultura de una nación es una parte poderosa de su salud".

Pionero en el cine electrónico, Coppola auguró que en siete u ocho años todo el cine será digital: ''El celuloide está muerto, pero vivirá el cine".

Hizo votos para que tanto él como el cine en general regrese a la producción de arte contemporáneo y que se dediquen a formar un conjunto de obra, como en la literatura hacen escritores del nivel de Gabriel García Márquez.

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