La de ayer, jornada ejemplar por la tranquilidad en que se desarrolló la consulta
Apatía y desinformación ganaron al sí y al no
Desde hora temprana se preveía abstencionismo; al final la gente respondió
SUSANA GONZALEZ Y MIRNA SERVIN
"ƑAl plebiscito? šAh sí, sí voy a ir! Pero... Ƒdónde está eso, eh?" O: "ƑVotar? ƑPara qué?", fueron respuestas comunes entre los capitalinos que se abstuvieron de participar en el plebiscito organizado por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) sobre la construcción del segundo piso vial en el Viaducto y el Periférico.
La apatía y la desinformación ganaron al sí y al no en el primer ejercicio ciudadano de este tipo que se realiza en la ciudad y en algunos momentos prevaleció la poca afluencia de votantes en las más de 6 mil casillas instaladas.
En promedio hubo un elector cada 20 o 30 minutos en algunas casillas visitadas en delegaciones como Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco, pero en las demarcaciones rurales como Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac la afluencia fue todavía menor.
En contraste, fueron permanentes los rondines de vigilancia que realizaron 740 policías preventivos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), algunos de los cuales preguntaron a los responsables de casilla el número de votos que habían recibido, lo que provocó protestas por parte de consejeros del IEDF.
En general, la jornada transcurrió con tranquilidad, sin incidentes que motivaran el inicio de alguna averiguación previa ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, informó Juan Guillermo Ramos, titular del área. A su vez, la Secretaría de Seguridad Pública reportó por la noche que el plebiscito transcurrió "sin novedades" y la policía capitalina se encargó, como última actividad considerada en torno a la consulta, de resguardar y trasladar los paquetes y materia electoral a la sede del IEDF.
El fiscal Ramos indicó que tenía informes de que militantes del PRD en la delegación Azcapotzalco presentarían una denuncia porque se promovió que la ciudadanía no votara. Acerca de la queja de consejeros electorales, el fiscal aclaró que la mayoría de las casillas no reportaron que los policías recabaran información sobre la votación, por lo que "no hubo la necesidad de que la PGJDF, mediante su fiscalía especial, interviniera", concluyó.
Interrogado al respecto, Raymundo Collins, subsecretario de Seguridad Pública, negó categóricamente que la SSP haya girado órdenes a sus elementos para verificar los resultados de la consulta ciudadana.
"ƑCuál sería la intención de nosotros si esto no es una jornada electoral, donde un partido pueda ir arriba de otro? No tiene ningún sentido para la SSP saber cuántos votos se emitieron. Los elementos se presentaban para verificar que no hubiera incidentes y nada más", enfatizó.
El funcionario dijo que las autoridades capitalinas aclararán tal situación con el IEDF y consideró que si algún policía recabó dicha información "seguramente fue por curiosidad personal". El mismo IEDF, recordó Collins, solicitó la vigilancia y la SSP atendió su petición como lo hace en casos de conciertos, elecciones u otra acontecimiento donde se requiera preservar la seguridad pública.
Casillas vacías; tianguis y restaurantes llenos
Aunque el Distrito Federal lució tranquilo este domingo, primero por el clima frío y nublado de la mañana, así como también por la ley seca impuesta durante el fin de
semana, los abstencionistas no se quedaron encerrados en sus casas y acudieron a lugares públicos, como tianguis, restaurantes y centros comerciales, pasando de largo por las casillas de votación.
Mucha gente prefirió ir primero a comer y dejó para después acudir a los centros de recepción de votos. Pero fue un después que nunca llegó, en la mayoría de los casos. Unos 50 comensales, por ejemplo, llenaban antes de mediodía el restaurante El Borrego, ubicado en la delegación Azcapotzalco, y sólo uno de ellos, Jorge Mayez, mostró su dedo entintado, en tanto que otros aseguraron que no contaban con credencial de elector o, en el mejor de los casos, dijeron que votarían más tarde. "ƑA qué hora?", preguntó uno de los cuatro meseros del lugar, mientras el administrador preguntó dónde podía votar.
Tepito, la Lagunilla y el tianguis de El Oro, en la colonia Roma, lucieron como cada domingo: pletóricos de comerciantes y compradores, quienes ignoraron las casillas escondidas tras los puestos de ropa, discos, comida, juguetes, chucherías y aparatos electrónicos.
A la apatía de la gente se sumaron los retrasos, hasta de tres horas, en la apertura de casillas, la falta de funcionarios o la duplicación de tareas por parte de algunos, ante la falta de voluntarios para desempeñar los papeles de presidente, secretario o escrutadores.
Incluso hubo actos de otra índole que acapararon más la atención que el plebiscito, como ocurrió en Azcapotzalco, donde la jefa delegacional, Margarita Saldaña, promovió la instalación de puestos de vacunación en escuelas y otros lugares públicos, mientras que a mediodía sólo habían sido instaladas 112 de las 358 casillas previstas para esa demarcación.
Entre quienes decidieron no votar hubo automovilistas como Hugo García, empleado federal, vecino de la delegación Gustavo A. Madero, quien expresó: "Para ese tipo de obras no se debe hacer consulta; Ƒa poco ahora harían una consulta para preguntarnos si queremos más escuelas? Al rato nos van a preguntar si queremos más coladeras".
Jorge Renato Machín Ibarra, de la colonia Moderna, colindante con el Viaducto, dijo: "No voy a votar porque no sé si convengan los segundos pisos; en este caso, que gente más entendida que yo decida por mí. No soy urbanista y no me gusta opinar de algo que no sé". Gerardo Quiroz Rocha, vecino de la delegación Cuauhtémoc: "ƑPor qué un plebiscito tan caro para preguntar a quienes no somos arquitectos, urbanistas, ingenieros ni economistas?"