Asociación de productores pide aplicar sanción penal
Continúa el uso de clembuterol en las zonas ganaderas centro y sur
MATILDE PEREZ U.
Las multas no han inhibido el uso de clembuterol para engordar el ganado, por lo que el gobierno federal, por medio de la Procuraduría General de la República, tendrá que llegar a la acción penal para detener el uso de ese compuesto químico, señaló el director en jefe del Servicio Nacional de Salud, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Trujillo.
El clembuterol, conocido ya como la "cocaína del ganado" debido a la gran cantidad de dinero sucio que reúnen los fabricantes, es nuevamente causa de alerta sanitaria ante la denuncia de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG) de que está siendo utilizado en las zonas productoras del centro y sur del país.
La norma NOM 015 Zoo-2002, que emitió en marzo de este año la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) prohíbe la producción, manufactura, fabricación, elaboración, preparación, acondicionamiento, suministro, utilización y consumo y uso en los animales de 15 beta agonistas, entre ellos el clembuterol.
Comentó que la Sagarpa, junto con la PGR, realizó hace un mes un operativo en el rastros de la Aurora, cercano al aeropuerto internacional de la ciudad de México, y en Jalisco, en respuesta a las denuncias de la AMEG.
Trujillo dijo que hay algunos ganaderos que exigen aplicar sanciones penales en lugar de las multas. La postura de la Sagarpa es avanzar en la entrega de certificación a los engordadores y ganaderos para que su producto sea consumido sin temor. "Eso ha funcionado como un estímulo. A la fecha ya hay más de 300 zonas de engorda libres de clembuterol; ya se capturó la atención de los buenos productores."
El director en jefe de Senasica insistió en que la misión de la Sagarpa es proteger a los animales, la norma ha sido utilizada para darle confianza a los distribuidores de alimentos, es como "poner una estrellita a quienes evitan el uso de los beta agonistas para elevar sus ganancias".
La mezcla de 4.8 gramos de clembuterol en una tonelada de alimento para ganado eleva el peso de cada cabeza en 1.7 kilogramos diariamente. Según Magda Elena Beltrán, de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautitlán, dicho beta agonista se convierte en contaminante cuando se encuentra en dos mil partes por millón, y es una dosis letal cuando se suministran de 10 a 20 milogramos.
"Estamos frente a una dura realidad: la Sagarpa no tiene un mecanismo coercitivo efectivo, los correctivos escapan a sus manos, eso corresponde a la PGR", acotó.
En marzo de este año, ante el escándalo que provocó la intoxicación -hasta mayo las autoridades de la Secretaría de Salud contabilizaron más de un centenar de casos-, la Sagarpa emitió dicha norma, en la que también se estableció que las sanciones administrativas serían de mil a 30 mil salarios mínimos y la penales las determinaría la autoridad competente. Con ello se pretendía desalentar el uso de clembuterol para disminuir el periodo de engorda de ganado, es decir, hacerlo en 90 y no en 120 días, y con ello el valor comercial de los animales aumenta 30 por ciento.
A su vez, el director de Vigilancia Sanitaria de la Secretaría de Salud, José Luis Flores Luna, aseguró recientemente que el uso del clembuterol en la engorda de ganado no significaba un riesgo para la salud y vida de los mexicanos, pero sí un problema que debe controlarse porque se trata del abuso de algunos que pretenden enriquecerse a costa de los demás.
El clembuterol es una sustancia importada por laboratorios químicos para la fabricación de algunos medicamentos para consumo humano. Las personas que consumen hígado de res del bovino engordado con el beta agonista podrían tener molestias como taquicardia, dolor de cabeza, temblores, sudoración, cefalea, debilidad, rubor facial o hipertensión a los 90 minutos de haber consumido el alimento; esas molestias pueden perdurar seis días.
En Francia, Italia y España fue prohibido a partir de 1990, luego de que se registraron intoxicaciones colectivas por el consumo del hígado proveniente de los bovinos tratados con clembuterol, que junto con la ractopamina y el zilpaterol fueron utilizados a partir de que se prohibió el uso de hormonas sexuales y análogos en el ganado. El uso de esos beta agonistas se hizo común porque pueden mezclarse fácilmente con los alimentos y administrarse vía oral.
En el artículo Alerta epidemiológica por intoxicación en humanos con clembuterol y su empleo en la alimentación de ganado, publicado en la revista Sanidad Militar (mayo-junio 2002), el médico veterinario Armando García López, subjefe de la Sección Veterinaria de la Dirección General de Sanidad, señaló: "los vacíos legislativos y excesiva suficiencia de ganaderos y comerciantes de productos sanitarios facilitan el uso indiscriminado de todo tipo de sustancias en el ganado sin el más mínimo control veterinario, esta práctica pone en peligro la salud pública y contribuye a la pérdida de confianza de los consumidores".
Advirtió que el uso del clembuterol en el ganado afecta más a la población de escasos recursos por ser la consumidora de las vísceras, alimento que está al alcance de su bolsillo.