Mañana cumple siete décadas y
recibe un homenaje en el Palacio de Bellas Artes
Escribir, vicio que asumí en secreto desde los
16 años: García Ponce
Con sus guerras, este mundo es terrible; por lo demás,
sólo nos queda la literatura, opina
Autobiografía precoz, su título
más reciente, será presentado en la sala Manuel M. Ponce
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Con la certeza de que escribirá hasta el último
instante, porque hacerlo ''es un vicio que tuve en secreto desde los 16
años, y espero que me lean después de muerto", Juan García
Ponce cumple mañana 70 años. El ejemplo más reciente
de su dedicación literaria es Autobiografía precoz,
libro que se presenta este domingo en el Palacio de Bellas Artes, donde
se rendirá homenaje al autor de El gato por su cumpleaños.
Todos los reconocimientos ''son bienvenidos. Los escritores
en el fondo quisieran muchos, muchos homenajes, aunque lo nieguen. Yo no
lo niego", dice en entrevista con La Jornada el narrador nacido
en Mérida en 1932 y distinguido el año pasado con el Premio
Juan Rulfo.
Cumplo siete décadas -dice parafraseando a su ex
esposa Mercedes de Oteiza- ''contra viento y marea. La gente pensaba que
me iba a morir antes de los 40 y los contradije. Tal vez sea que mala hierba
nunca muere", y agrega: ''Con suerte me voy a morir porque nadie es eterno,
y moriré ateo porque lo soy de manera absoluta y sin posibilidad
de redimirme. De los dioses sólo me gustan los de la cultura griega
y los romanos, que son lo mismo. Pero por ejemplo, odio al Papa y logré
que en vida muchos papas se murieran antes que yo. Ojalá que éste
se muera también antes que yo".
Insuficiencia de lectores
Y
no obstante que habla mucho de la muerte, el autor de Pasado presente,
Crónica de la Intervención y Figura de paja,
subraya: ''No creo en la muerte, creo en la vida". Por ello, cuando supo
de su enfermedad, hace más de 30 años, decidió vivir
en lugar de suicidarse. Dice la escritora Elena Poniatowska que fue por
su inmensa curiosidad, por saber si pasaría algo maravilloso.
Ella tiene razón, manifiesta, pues ''sí
va a pasar algo maravilloso, pero desgraciadamente no pasa. Tenemos al
idiota de Bush haciendo guerritas cuando a Estados Unidos le va cada vez
más mal. Este mundo es terrible, no hemos podido acabar con las
armas y seguimos inventándolas cada vez más terribles. Por
lo demás, sólo queda la literatura".
En su casa, rodeado de cuadros y libros, vive maravillado
por la vida, los árboles, las montañas, el mar ''y hasta
algunas personas", y admira a la mujer, figura que en su obra siempre es
el personaje más importante. Ellas ''representan todo, son mucho
más que los hombres y por eso es idiota que haya un movimiento feminista.
Ojalá que alguien logre terminar con el machismo mexicano. En los
países civilizados eso ya no existen, pero nosotros ahí seguimos
de necios diciendo que somos muy machos y el resultado es la sobrepoblación,
que es un problema muy grave que tiene como consecuencia la pobreza", expresa
el responsable de que en México pueda leerse a autores europeos
como Georges Bataille, Pierre Klossowski o Robert Musil.
Estamos en un país en el que los escritores difícilmente
pueden vivir de sus libros. ''Yo casi no puedo vivir de mis obras y eso
que dizque soy un escritor de éxito. Lo cierto es que sólo
los malos escritores pueden vivir de lo que hacen. Los buenos no tienen
para vivir, con la excepción tal vez de Gabriel García Márquez,
pero él es premio Nobel y se lo merece. En cambio Octavio Paz, que
también recibió el Nobel, difícilmente podía
vivir de sus libros durante mucho tiempo" y eso ''es la prueba de nuestro
subdesarrollo. En cualquier país rico los escritores, si son buenos,
pueden vivir de sus libros, aquí no, porque tampoco tenemos suficientes
lectores".
Hay muchos escritores malos que no leería, sin
embargo ''me callo sus nombres para no hablar mal de alguna persona. Lo
que queda es aprender otros idiomas para leer las obras originales", y
explica que tiene la fortuna de leer en francés, inglés y
alemán, ''pero no en ruso, para poder acceder a los libros de Chéjov,
Tolstoi o Dostoievski".
Mucho por escribir
García Ponce tiene en su haber novelas, ensayos,
traducciones, obras de teatro y cuentos, que casi siempre giran alrededor
del erotismo: ''Digo que son pornográficos para que se lean más",
y contrario a la convención general ''no son autobiográficos.
Musil decía que es lo mismo ser autobiográfico que no serlo,
lo importante es que los libros sean buenos y ojalá que los míos
lo sean".
No conozco la diferencia entre erotismo y pornografía,
''creo que son casi lo mismo. Mis libros son pornográficos o, por
lo menos, eróticos. Podría decir tal vez que la diferencia
entre ambos conceptos es que la gente decente dice 'erótico' y la
indecente 'pornográfico'".
Sin pretensiones, explica, ''mi obra es la más
abundante de la literatura mexicana. Tal vez Alfonso Reyes escribió
más, pero ahora digo que era un escritor pésimo, con dos
obras que considero buenas. Era tan aburrido que tenía nombre de
calle. Hay una calle que lleva su nombre, pero no hay ninguna que se llame
Villaurrutia o Cuesta, que son en realidad buenos escritores.
''Lo que hago es escribir, escribir mucho y tratar de
que mis libros sean buenos; si lo son, o no, eso no es juicio mío,
es del lector. Soy un ventrílocuo que dicta a María Luisa
(su asistente) y corrijo mucho. Tacho casi tanto como escribo y a pesar
de todo tengo muchos textos, muy tachados."
Perfeccionista contumaz, sólo relee uno de sus
libros ya publicados para ver qué errores cometió y tratar
de que no ocurran de nuevo. ''Por eso creo que siempre habrá otro
libro mientras esté vivo". Sólo se arrepiente de haber escrito
algunas obras de teatro.
Todavía me falta mucho por hacer, tengo una novela
planeada de la que sólo está el principio y espero seguir,
también varios ensayos sobre literatura y pintura; ''ni modo, siempre
tuve el vicio de escribir, comencé a desearlo en secreto desde los
16 años y tardé 10 para que se publicara una de mis obras
de teatro, y ahora ya soy un escritor dizque famoso".
El homenaje a Juan García Ponce y la presentación
de Autobiografía precoz se realiza mañana a las 12
horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la presencia
del autor y los escritores Huberto Bátis y Armando Pereira.