Los problemas económicos no tienen que mermar la estabilidad regional: Koehler
La crisis no debe opacar la democracia en AL
El FMI adecuará el apoyo a las circunstancias de cada país, aseveró el director gerente
NOTIMEX Y AFP
Washington, 20 de septiembre. La reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) se efectuará en un ámbito en el que América Latina está en plena crisis financiera, con la economía argentina paralizada y en el ojo de la tormenta, mientras Brasil se empeña en escapar del torbellino tras recibir el salvavidas de la comunidad financiera internacional.
El FMI señaló que los progresos en materia de promoción de la democracia y estabilidad financiera en América Latina nunca deberían verse ensombrecidos por los problemas económicos de varios países de la zona.
Estas dificultades "no deberían oscurecer el progreso en la promoción de la democracia y la estabilidad económica lograda durante la década pasada y no debemos olvidar que cada país tiene debilidades y fortalezas", sostuvo el director gerente del FMI, Horst Koehler.
Koehler comentó lo anterior al reiterar el firme compromiso del FMI para trabajar con los países de la región, aunque bajo un esquema acorde con las necesidades de cada uno.
"Nuestra estrategia es adecuar nuestro consejo y apoyo financiero a las circunstancias particulares de cada país", manifestó el directivo durante un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, en vísperas de la próxima reunión de otoño del FMI.
Ahí, Koehler reconoció además que las reformas introducidas desde la crisis asiática, si bien han marcado una diferencia para el crecimiento de la economía global, nunca han prevenido la aparición de nuevos desajustes en varios países de América Latina.
"El acceso al financiamiento internacional se ha cerrado para todos los países en la región, salvo para aquellos que todavía son dignos de crédito y algunos enfrentan además la fuga de capitales y problemas derivados de debilidades internas", apuntó.
Apenas el miércoles el Instituto Internacional de Finanzas anticipó que los flujos de capital privado a Latinoamérica bajarán este año 36 por ciento, como resultado de los persistentes temores en los inversionistas.
Según la institución, que aglutina a los principales bancos del mundo, el monto de los flujos privados a la región pasará de 45 mil millones de dólares el año pasado a 29 mil millones en el presente, lejos de los 69 mil millones que los países de la región captaron en 1999.
Además de esta baja, anticipó que el producto interno bruto (PIB) promedio de la región caerá este año 1.6 por ciento, como reflejo del retroceso en las proyecciones de crecimiento en Brasil y México, la crisis en Argentina y la recesión en Venezuela.
Excluyendo a Argentina, el instituto proyectó que este año el crecimiento de la región será de 0.8 por ciento, aunque indicó que estará condicionado al regreso de la confianza a Brasil.
De igual modo anticipó que la inversión directa hacia los países de la región se ubicará este año en 36 mil millones de dólares, muy por abajo de los 53 mil millones del año pasado.
"El problema principal en Latinoamérica no ha sido que haya habido mucha reforma, sino poca, y en Argentina hemos visto lo peligroso que resulta quedarse a medio camino", concluyó Koehler.
