La cinta, coproducción México-España, competirá por la Concha de Oro
En la mente del asesino profundiza en la sique del húngaro Aro Tolbukhin
El reto en esta cinta es comunicar muchas cosas del personaje sin hablar, dice Giménes Cacho
La película está realizada con base en material filmado de la realidad y completado con ficción
JUAN JOSE OLIVARES
En la mente del asesino, Aro Tolbukhin es una película coproducida por México y España que el próximo 25 de septiembre se estrenará en el 50 aniversario del Festival de Cine de San Sebastián, dentro de la selección oficial por la Concha de Oro junto con la también mexicana El crimen padre Amaro, entre otras cintas internacionales.
Dirigida por Agustí Villaronga, Lydia Zimmermann e Isaac P. Racine, coproducida por Oberón Cinematografía y Altavista Films y con las actuaciones de Daniel Giménez Cacho y Carmen Beato, Aro Tolbukhim se proyectará también en la próxima Muestra Internacional de la Cineteca Nacional y su estreno en salas comerciales será el 29 de noviembre, "aunque su formato no es para estas salas", afirmó el productor Gustavo Montiel Pagés, quien además aseveró que la cinta "es como un documental al cual se le introdujo una ficción. Al final el objetivo es contar una historia real desde la ficción, por lo que se puede observar material de la realidad y de la ficción".
Para el actor Daniel Giménez Cacho, quien asegura que es la cinta más importante en la que ha participado y en la que poco habla, "como actor (cuando representas a una personaje de la vida real) siempre se te ven los hilos; tú estás representando y el otro personaje no representa nada, es la realidad y esto es una competencia muy dura para un actor en la que por lo general, sale uno perdiendo. El reto estaba en poder transmitir tantas cosas de este personaje sin hablar. Es que el modo de trabajar del director Agustí, quien habla poco y maneja otros lenguajes de comunicación, me ayudó para interpretar a Tolbukhin. Al ver la cinta me llevé una sorpresa por como está hecho el largometraje, ensamblado con documental y ficción".
Carmen Beato quien representa a una monja misionera, comentó que como no sabía nada de la vida de estas personas tuvo que irse unos días a convivir con ellas en Tulancingo, Hidalgo, en un hospital, "para saber su trabajo con los enfermos, para acercarme de una manera sin prejuicios a estas personas que aman a su prójimo más que a sí mismas".
Beato dijo que se involucró en el proyecto, ya que luego de trabajar en televisión, quiso hacer algo más profundo. Mientras Giménez Cacho comentó que fue por el guión. "Tenía la preocupación de algo que a mí no me gusta ver en las cintas, cuando un director o un guionista nos explican por qué un asesino es como es y estas cosas sicológicas, que me parecen muy aburridas. Supe que no se trataba de eso, porque los realizadores abordarían el tema como documental y ficción".
Historia de un asesino
En 1981 el húngaro Aro Tolbukhin fue detenido en Guatemala por quemar vivas a siete personas en la enfermería de la Misión del Divino Redentor. Tras su detención, Tolbukhin confesó haber asesinado a cinco mujeres y calcinado sus cadáveres. También se inculpó de los asesinatos de otras 17 mujeres, todas ellas embarazadas, hechos realizados a lo largo de los 15 años en que trabajó como marino mercante. Fue condenado a muerte. Poco antes de su ejecución fue entrevistado por dos documentalistas franceses. A partir de este material, la cinta -cuya fotografía es de Guillermo Granillo y rodada en 35 milímetros, súper 8, súper 16 y video digital, en locaciones de Hungría, Guatemala, Francia, España y México- intenta profundizar en este personaje y las causas de su comportamiento.
La historia del proyecto comenzó por una herencia que recibió una pariente de Zimmermann, una de las realizadoras, de un material sobre este caso. Lo que hicieron fue completar este material, reconstruyéndolo a través de una ficción, a la que la Altavista apuesta porque "ha procurado participar en diversos proyectos, unos de orientación comercial y otros de reflexión y culturales, siempre pensando que hay una audiencia para cada cinta", aseguró la productora Mónica Lozada.