Lo que hay detrás de su iniciativa es entregar el recurso a manos extranjeras: Belman

La reforma eléctrica de Fox reduce la soberanía a un asunto de pesos y centavos, señala el SME

KARINA AVILES

Miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) señalaron que la iniciativa de Vicente Fox en materia eléctrica reduce el argumento de la soberanía "a un asunto de pesos y centavos" y representa dar marcha atrás a los objetivos de la nacionalización de la industria.

Por su parte, académicos universitarios expresaron que la privatización del sector es parte de lo que se llama la "segunda generación de medidas neoliberales que van tras la energía, el petróleo, la educación, la salud y la seguridad social" de los países.

En la Facultad de Economía de la UNAM, Adrián Belman Gómez, de la Comisión Autónoma de Justicia del SME, destacó que para la iniciativa del Ejecutivo lo fundamental es entregar la industria a "los prestanombres de las trasnacionales" y romper con los objetivos de la nacionalización de la industria eléctrica.

Recordó que las metas de la nacionalización del sector fueron las de electrificar al país, construir un sistema integrado de electrificación y rescatar el uso de la electricidad para los mexicanos.

Pero si logra pasar la propuesta de Fox, la red eléctrica integrada que tiene México -"y que ni siquiera los gringos tienen una similar"- quedaría desmembrada. Es decir, la partirían en pedazos con el riesgo de que en diversas zonas del país se susciten apagones. Un ejemplo de lo que podría ocurrir es la capital argentina, que se quedó 10 días sin luz porque su sistema fue desmembrado y de pronto nadie sabía en dónde estaba la falla, apuntó.

Belman Gómez añadió que el avance que ha representado para el país contar con 95 por ciento de electrificación iría en retroceso, porque mucha gente no tendrá para pagar los altos costos del servicio.

El Presidente "dice que los objetivos de la nacionalización ya se cumplieron, pero olvida que uno de los objetivos permanentes de la nacionalización es rescatar el uso de la electricidad para los mexicanos", dijo.

Agregó que el Ejecutivo pretende hacer pasar su iniciativa por medio de una serie de "trampas" y de omitir información relevante. Por ejemplo, apuntó que el reglamento de aportaciones permite que los servicios nuevos o de ampliación en baja tensión que estén a menos de 200 metros del punto de conexión con la Compañía de Luz "sean gratis".

Lo anterior significaría que la Compañía de Luz pierda 40 por ciento de ingresos por aportaciones de los usuarios, "y esto es parte de la ley". Además, las cifras calculadas por el gobierno en materia de inversión, de demanda y de las necesidades de generación están sobrestimadas. De manera que Fox "dice mentiras y lo único que hay detrás de su iniciativa es la entrega de este recurso estratégico a manos extranjeras", señala.

Por su parte, la académica María de la Luz Arriaga destacó que no hay una sola razón económica para la privatización de la industria eléctrica, por lo que ésta responde al compromiso del gobierno mexicano con el proyecto neoliberal que se le ha impuesto desde hace 20 años.

La privatización de la energía tiene vinculación con los objetivos del Tratado de Libre Comercio y del Area del Libre Comercio de las Américas debido a que Estados Unidos lo que busca es la energía de países como México. Pero no sólo busca este recurso, sino también el petróleo, la educación, la salud y la seguridad social.

El académico Sergio Cabrera subrayó que una de las razones de Fox para emprender una oleada de privatizaciones es la de estar acorde con el movimiento internacional del capital, cuyo objetivo es la privatización del mundo, y agregó que al capital privado lo que menos le preocupa es la marginación.