Presentó su más reciente disco, Live in France, ayer en el teatro Benito Juárez

El rock progresivo es un asunto cultural de más raíces y fusiones, expresa Iconoclasta

Pese a que han existido vacíos en cuanto audiencia, el movimiento está mejor que hace 15 años, expresan "Nuestra arma para sobrevivir es hacer cada vez mejor música"

JUAN JOSE OLIVARES

El grupo mexicano de rock progresivo Iconoclasta sigue destruyendo y construyendo efigies acústicas luego de 22 años de carrera y 12 discos. Bueno, ya son 13 con el que presentaron en un concierto gratuito este martes en el teatro Benito Juárez, y que lleva por nombre Live in France.

Se trata de una grabación realizada durante el tercer Festival de Rock Progresivo Crescendo 2001, en Rayon, Francia, donde se reunió lo más ecléctico de grupos progresivos europeos; de hecho, Iconoclasta, banda que ya podemos calificar de grandes ligas (ha tocado con grupos como After Crying, Magma y Gong, nada más) fue la única agrupación latina en actuar en esa renombrada y avanzada unión roquera.

Iconoclasta fusiona el rock con la música clásica, el jazz con la música popular mexicana; está abierta a cualquier influencia. Ha ofrecido conciertos en foros internacionales como la Ollin Yolliztli o la sala Nezahualcóyotl, así como en escuelas, parques y reclusorios. Sus materiales, primero en acetato, luego en cidís, han recorrido países europeos, asiáticos y americanos. Es una banda completa.

Primero, reconocido en el extranjero

"Parte del trabajo de Iconoclasta fue reconocido primero en el extranjero y luego en México. Ahora se regresa la bola porque mucha gente nos reconoce luego de salir en varias recopilaciones internacionales en la época en que no existía Internet, porque salir de México en los años 80 era difícil. Empezó a haber demanda de nuestros discos en Europa. El malinchismo se da en todos los géneros musicales", dicen en entrevista cuatro de los miembros: Víctor Baldovinos (batería), Salvador Govea (teclados), Ricardo Ortegón (guitarra) y Ricardo Moreno (guitarra, composición y teclados).

-ƑCómo sobrevive un grupo cuando todo el mercado es para rock comercial?

-Nuestra única arma es hacer cada vez mejor música y presentar un buen espectáculo. La parte más importante de un grupo como el nuestro es el contacto con el público: las tocadas. Como no tenemos acceso a la radio, entonces lo más importante son los conciertos.

"Lo bello sería que un grupo de rock progresivo, tocando su esencia, llegara a tener éxito como para ser autofinanciable. La lana no es el principal ideal del grupo, pero sí queremos que sea rentable, porque después de algunos años ya no quieres pagar por tocar, allí es donde estamos reconciliando nuestro ideal musical con la realidad de la vida".

Los integrantes de Iconoclasta no están al margen de los asuntos sociales y políticos; por decir algo, su álbum Reminiscencias (1985) refiere a la autodestrucción de la raza humana; La suite mexicana es un coctel de rock y son jaliscience, mientras La granja humana aborda irónicamente el tema de la clonación.

Dicen: "Tocar rock sigue siendo una postura política; es estar en rebeldía, enfrentado a la autoridad, ese es el chiste, pero tocar rock progresivo es una cuestión cultural de más raíces y fusiones, aunque el final la esencia siga siendo la misma".

A los iconoclastas les sorprende que luego de tantos años sus seguidores sean personas jóvenes de 18 a 25 años. "De nuestros viejos fans pocos sobreviven o van a los conciertos en silla de ruedas -ironizan-, eso nos rejuvenece porque hacemos lo que queremos y la gente nos apoya para que sigamos haciéndolo."

Aseguran que el movimiento progresivo, "pese a que han existido vacíos en cuanto a audiencia, está mejor que hace 15 años, sobre todo por los conciertos de bandas consagradas del progresivo que han tocado en México. Además hay un resurgimiento de grupos en México, provenientes de Mexicali, Monterrey y el Distrito Federal. Esto va mejorando, la prueba es que uno de los festivales más importantes en el mundo es el que se realiza en Mexicali, el Bajaprog".

En 1989, su momento clave

Iconoclasta considera que su momento clave fue en 1989, cuando el primero y el segundo de sus álbumes salieron en Estados Unidos en disco compacto, que fue la primera ocasión en que un grupo mexicano editaba fuera de México. Ese año, recuerdan, fue cuando también visitaron España y grabaron En busca de sentido. "Fue el año en que atravesamos al otro lado en muchos sentidos, porque conocían nuestra música, pero nunca habíamos tocado allá; coincidió con la apertura de muchas cosas, como programas de radio especializados en progresivo, salir en televisión."

No obstante, son plenos haciendo cada día sus experimentos progresivos. "Hacemos esto porque nos gusta; no queremos pegarle al gordo; mientras siga siendo divertido, positivo (porque como amigos llevamos una gran relación) y creativo hacer progre, un rollo de amistad y arte y un compromiso de superación -porque si no vale madres-, avanzaremos. Aunque quizá la banda no haya llegado al lugar que a cada uno de nosotros le hubiera gustado, han pasado más cosas de las que jamás imaginamos que ocurrirían."

Pero lo importante es que, poco a poco y con convicción de hacer lo que les gusta, los iconoclastas dan a luz otro disco de seis largas piezas, que tiene el detalle de haber sido grabado sin que ellos tuvieran en mente que se convertiría en un disco. Catarsis pura, pura catarsis, que se mostró este martes en el Benito Juárez.