La intención de EU de atacar, frenada
por la aceptación iraquí del retorno de inspectores
Intenso cabildeo de Powell con miembros permanentes
del Consejo de Seguridad
Washington deseaba una resolución de Naciones
Unidas antes que una respuesta de Bagdad
Se opone México a los esfuerzos de la Casa Blanca
para utilizar la fuerza militar contra Irak
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 17 de septiembre. El gobierno mexicano
se opone a los esfuerzos de la administración estadunidense de obtener
la autorización in-mediata de la Organización de Na-ciones
Unidas (ONU) para em-prender acciones militares contra Irak, y sostiene
que con la reciente aceptación de Bagdad del retorno de inspectores
de armas, la ONU debe recabar mayor información sobre la amenaza
que re-presenta el régimen de Saddam Hussein antes de que su Consejo
de Seguridad considere medidas de coerción contra ese país.
Aunque
funcionarios mexicanos han dicho que no comentarán oficialmente
sobre las medidas que están en debate hasta que estas resoluciones
sean formuladas y presentadas al Consejo de Seguridad, la posición
expresada esta semana implícitamente apoya los esfuerzos promovidos
por Francia, Rusia y otros países, que han expresado su renuencia
al deseo del gobierno del presidente George W. Bush de obtener autorización
inmediata para el uso de la fuerza militar si Irak no cumple con las resoluciones
de la ONU.
El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, está
presionando al Consejo de Seguridad -a través de negociaciones con
sus miembros permanentes- para aprobar una sola resolución que definirá
de forma específica cómo debería cooperar Bagdad con
los inspectores de armas de la ONU y que autorizaría una acción
militar si el régimen iraquí fracasa al cumplir con estas
condiciones en un plazo fijo.
Hoy el mandatario estadunidense intensificó esta
presión, cuando declaró que el Consejo de Seguridad de la
ONU necesita decidir "si serán Naciones Unidas o la Liga de Naciones.
Es hora para determinar si serán una fuerza por el bien y la paz
o una sociedad de debate ineficaz".
Sin embargo, la estrategia de Estados Unidos fue descarrilada
en parte el lunes anterior, cuando el gobierno iraquí notificó
a la organización mundial que aceptaría el retorno incondicional
de los inspectores de armas.
Insistencia bélica de Bush
Según algunas fuentes diplomáticas, los
estadunidenses deseaban tener ya aprobada una resolución del Consejo
de Seguridad antes de una respuesta de Bagdad.
Ahora Washington busca congelar todo el proceso mientras
negocia con los integrantes del Consejo una resolución amplia, con
varios puntos y condiciones, plazos definidos y una acción de coerción
si Irak no cumple.
Pero hoy el canciller de Rusia declaró que ya no
había necesidad de más resoluciones del Consejo de Seguridad
antes del retorno de los inspectores, y de acuerdo con fuentes diplomáticas
en Naciones Unidas, Francia se opone a toda resolución que incluya
una medida de coerción.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que,
sobre la ba-se de la carta de Irak, los inspectores ya estaban negociando
la lo-gística de su retorno a ese país.
"Favorecemos el rápido despliegue de los inspectores
a Irak" para que reinicien su labor, afirmó el canciller ruso, Igor
Ivanov, y también subrayó que la posición de su gobierno
sobre este asunto es la importancia "de mantener un control claro del Consejo
de Seguridad en el proceso de resolución de este asunto en torno
a Irak".
La traducción de este idioma diplomático
es que Moscú señala a Estados Unidos que Rusia no está
dispuesta -por el momento- a endosar una resolución que autorice
condicionalmente el uso de fuerza militar.
El secretario de Estado Powell definió hoy una
posición opuesta a ésta. En conferencia de prensa en el organismo
mundial, dijo que su país continuará presionando en favor
de una resolución del Consejo de Seguridad que detalle los pasos
que Irak tiene que adoptar, especificando un plazo y las posibles consecuencias
si no cumple con estas condiciones.
Además, el presidente Bush ya ha amenazado con
una acción militar contra Irak con o sin la au-torización
de la ONU.
Adolfo Aguilar Zinser, embajador de México ante
Naciones Unidas, dijo este martes que el gobierno del presidente Vicente
Fox no ha tomado ninguna posición sobre estas propuestas, ya que
está en espera de la formulación de una resolución
del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pero reiteró la posición del go-bierno al
interpretar la Carta de Naciones Unidas, donde "el uso de la fuerza sólo
se considera cuando un Estado amenaza a la paz internacional y la seguridad...
y eso, como lo dijo el presidente Fox, se tiene que demostrar".
Por lo tanto, México considera que en torno a Irak
"el proceso ya está en marcha -a partir de la entrega de la carta
de Irak- y ahora le corresponde al Consejo de Seguridad darle seguimiento,
estableciendo plazos y circunstancias del regreso de los inspectores para
corroborar... que Irak va a permitir sin trabas que estos funcionarios
determinen si existen ar-mas de destrucción masiva".
México, añadió, estará a la
espera de los resultados de estas inspecciones "ya que los inspectores
serán los que nos digan qué tan real es la amenaza de Irak".
Agregó que en respuesta a los que están
promoviendo un derrocamiento de Saddam Hussein, "en la ONU no se discute
el cambio de un régime, ya que eso no está en su mandato...
eso no está en el contexto de la Carta de la ONU, y en el derecho
internacional no se faculta Naciones Unidas" para derrocar a un gobierno,
y "México se apega a eso".
Por el momento, la ONU está a la expectativa de
dos procesos en estos días: el resultado de las ne-gociaciones entre
el gobierno de Irak y el jefe de inspectores de la organización
mundial, Hans Blix, sobre la logística del retorno de los inspectores
a ese país del golfo Pérsico, y, por otro lado, la formulación
(o no) de resoluciones so-metidas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
sobre el régimen de Hussein.