Aficionados de Pumas y Aguilas se comprometen a evitar disturbios
Las porras, contra el fantasma de la violencia
CARLOS HERNANDEZ
Con el propósito de "desaparecer el fantasma de la violencia" de los estadios del futbol mexicano, ayer se reunieron porras antagónicas de América y Pumas, cuyos equipos se enfrentarán este sábado, y se comprometieron a un punto fundamental: "no habrá bronca entre nosotros".
Por los universitarios asistió la barra Rebel, mientras que por los americanistas el cupo estuvo completo y reunió a La Monumental, Disturbio, Popular, Aguilas, Cuautli y Amigos. Las cuatro últimas son de carácter familiar y se han mantenido lejos de rencillas.
Por la mañana, los porristas de los de Coapa se reunieron con el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y acordaron que los aficionados amarillos saldrán inmediatamente después de concluir el partido, y tendrán un plazo máximo de 30 minutos para desalojar el estadio de CU, mientras que los fanáticos de la UNAM lo harán 30 o 45 minutos más tarde para evitar encuentros.
Según los fanáticos, Ebrard les prometió que habrá "muchísima seguridad y que se establecerán filtros para que no pasen cohetones".
Para este partido, considerado de alto riesgo, se acordó también que los torcedores americanistas ocuparán las cabeceras del México 68, mientras los costados serán para los universitarios.
Los dirigentes de las barras se desligaron de los actos violentos en los partidos y acusaron a los medios de comunicación de generar estos problemas, ya que "les gusta fomentar el morbo".
Oscar Castillo, dirigente de la Rebel, dijo que en su grupo se realiza un padrón para tener más control, pero aclaró que "no podemos prohibir que se nos junten los aficionados que quieran, y el problema es que en este tipo de partidos llega mucha gente que no sabemos ni de dónde es o qué intenciones tiene.
"El problema -añadió el apodado Gonzo- es que muchos se nos juntan porque creen que entre nosotros está el desmadre. Hemos tenido gente infiltrada que ha hecho sus desmanes y ha lanzado cohetones poniendo en peligro la integridad de todos."
Indicó que regularmente cuentan con unos 3 mil integrantes y que en los partidos importantes "se llegan a juntar hasta 10 mil".
Por otra parte, Castillo se quejó de que han tenido muchos problemas en provincia. "Nos ven con aretes y tatuajes y no nos dejan entrar al estadio.
"Muchas veces algunos aficionados que ingieren cervezas hasta nos esperan para provocarnos, y pues ni modo de quedarnos con los brazos cruzados", señaló.
Expuso que han enfrentado problemas de regionalismos, sobre todo en Monterrey y Guadalajara, donde aseguró que los reciben a gritos de "pinches chilangos, váyanse con sus cosas a otro lado".