A UN AÑO DEL 11-S
Sergio Viera asumió el cargo, en relevo de
la irlandesa Mary Robinson
El nuevo comisionado de la ONU para Derechos Humanos
espera trabajar con "independencia"
ONG le piden seguir la línea de la ex funcionaria
y no anteponer intereses políticos
AFP Y REUTERS
Ginebra, 12 de septiembre. Con la promesa de que
la guerra global contra el terrorismo no se interpondrá con las
libertades fundamentales, el brasileño Sergio Viera de Mello asumió
hoy sus funciones como alto comisionado de la Organización de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en sustitución de la
irlandesa Mary Robinson, cuya gestión se caracterizó por
irritar a países poderosos, como Estados Unidos.
"Luego
de lo que ocurrió hace un año en Nueva York y Washington,
entiendo que fue necesario tomar duras medidas", declaró a la prensa
Viera de Mello. Sin embargo, aclaró, "voy a hacer todo para que
los gobiernos sean conscientes de los derechos fundamentales de la gente".
Activistas humanitarios han advertido que las violaciones
a los derechos humanos han aumentado en todo el mundo desde los atentados
del 11 de septiembre de 2001, con países que aprovecharon la cruzada
contra el terrorismo lanzada por Washington para ampliar su campaña
represiva interna, mientras países como Estados Unidos y Gran Bretaña
son acusados de restringir las liberaded civiles.
Robinson admitió haber provocado el enojo de Rusia,
China y Washington, criticando al primero por su actuación en Chechenia;
a Pekín por su política hacia las minorías regliosas,
y a Estados Unidos por los bombardeos en Afganistán y el trato a
los detenidos en su base naval de Guantánamo.
"Será difícil imitar el desempeño
de Robinson. Ella colocó la protección de los derechos humanos
antes que los intereses políticos", dijo Aminstía Internacional,
mientras Human Rights Watch hizo nuevamente un llamado al alto comisionado
"a mostrar su capacidad de mando fuerte y apegada a los principios, en
un momento en que el sistema de los derechos humanos de la ONU y la ley
internacional están sometidos a ataques".
Por su lado, la Comisión Internacional de Juristas
deseó que Vieira de Mello "siga el ejemplo de su predecesora Mary
Robinson y apoye valientemente el derecho internacional", y lo invitó
a que contribuya a la creación de un "mecanismo de control de las
medidas antiterroristas adoptadas por los estados, para asegurarse que
son conformes a las normas internacionales de los derechos humanos".
Según sus propias palabras, el brasileño
pretende actuar en forma independiente evitando enfrentamientos con las
grandes potencias, que en su opinión tendrían "consecuencias
dramáticas".
Pero este hombre de 54 años, diplomado en Filosofía,
que hizo toda su carrera en el seno de la ONU, aseguró que "probablemente
voy a seguir con la línea de Mary Robinson, con énfasis en
las negociaciones y la persuación".
Además, sostuvo que "ser un hombre del sistema
no significa ser un burócrata que se ha pasado la vida sentado en
un despacho". Previamente, el ex jefe de la misión internacional
de la ONU en Timor Oriental y en Kosovo había dicho que entre sus
prioridades estaban "la protección de las poblaciones civiles en
conflicto, combatir el racismo, los derechos de la mujer (...) además
de todos los puntos geográficos de conflicto que ya son bien conocidos".
Por su parte, Mary Robinson, de 58 años, trabajará
en Nueva York junto a tres organizaciones, entre ellas el instituto Aspen,
para ayudar a algunos países, especialmente africanos, a construir
sus sistemas de protección de derechos humanos.