En este deporte gana quien menos errores comete,
señaló el mexicano
En el último clavado, Platas arrebató
el oro a Sautin y a Feng
Hoy concluye en la alberca olímpica la Super
Final de Clavados Grand Prix 2002
ROSALIA A. VILLANUEVA
Fernando Platas ejecutó magistralmente su último
salto y sepultó las aspiraciones del ruso Dmitri Sautin y del chino
Feng Wang para alcanzar su primer título en la quinta edición
de la Super Final de Clavados Grand Prix 2002, y el grito de ¡México,
México, México!, retumbó en la alberca olímpica
Francisco Márquez.
Apoyado
por un insistente público que deliraba cada vez que el mexicano
era anunciado y se colocaba en la tabla, el subcampeón olímpico
finalmente logró vencer a sus más acérrimos rivales,
principalmente a Sautin, tres veces medallista de oro en Barcelona, Atlanta
y Sydney, y a Wang, el monarca del mundo, en el trampolín de tres
metros con un total de 482.50 puntos.
El mexicano, el ruso, el chino y el brasileño César
Castro, campeón sudamericano, accedieron a la gran final de la prueba
que reunió a los ocho mejores exponentes del orbe, luego de que
el también local Jorge Martínez Vaca, el italiano Nicolas
Marconi, el canadiense Arturo Miranda y Tiang Ling Wang, de China, no lograron
clasificarse en las semifinales que se habían celebrado por la mañana.
Platas lució lo mejor de su repertorio y desde
su primer clavado (tres y media vuelta al frente en posición B)
que los jueces calificaron con ocho y ocho y medio, se perfiló en
el segundo sitio detrás de Sautin y por delante de Wang, mientras
que un nervioso brasileño Castro, siempre en el último peldaño,
conservó esa posición y de allí no pasó.
El trío de clavadistas se enfrascó en una
lucha de titanes. El público también compitió, pues
si las calificaciones de los jueces no coincidían con la apreciación
popular los silbidos y abucheos no se hacían esperar.
Los abucheos también fueron dedicados a los dirigentes
del deporte Nelson Vargas y Felipe Muñoz, y hasta al jefe de Gobierno
del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, en la
ceremonia de inauguración.
Con Wang a la cabeza y de cerca Sautin, Platas, siempre
en tercer sitio, aprovechó las dos últimas rondas esperando
el momento decisivo tras los errores que habían cometido el ruso
(479.50) y el chino (474.20) y ejecutando un dos y media vuelta al frente
en posición B, entró como aguja a la alberca, y se apuntaló
en la cima. Fue el delirio.
"En los clavados el que menos falla es el que gana, pero
lo importante fue la calidad de esta competencia'', dijo Fernando, quien
fue felicitado, vía telefónica, por el presidente Vicente
Fox.
El mexicano se dijo feliz de haber derrotado en casa a
Sautin, a quien espera darle la revancha en la Copa del Mundo 2004. El
ruso a su vez confesó que le afectó no haber tenido más
tiempo para aclimatarse, además de que traía una molestia
en el empeine y la espinilla tras golpearse en el entrenamiento.
Como era de esperarse en la final femenil, las chinas
Li Na y Lishi Lao hicieron valer su dominio en plataforma de 10 metros.
La primera sumó 363.95 y la segunda 359.70 dejando el bronce a la
australiana Loudy Tourky (308.40), la pupila del entrenador mexicano Salvador
Sobrino.
Este domingo concluirá el certamen con las finales
en trampolín tres metros femenil y plataforma varonil a las 17 horas.