Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 6 de septiembre de 2002
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Política

ENTREVISTA /JULIO FRENK, TITULAR DE LA SSA

Necesario, financiamiento privado en el sector salud

"LA SALUD PUBLICA ES UN ASUNTO DE SEGURIDAD QUE NO SE DETENDRA"

Para el secretario del ramo, cada persona debe aportar según su capacidad y recibir el servicio que resuelva sus necesidades. Pero subraya que en la actualidad paga más el que está más enfermo y es atendido de acuerdo con su poder económico. Nada más injusto, dice

ANGELES CRUZ

En materia de salud pública el reto mayor es garantizar el abasto de medicamentos, así como revertir la insuficiencia financiera del sector, aun si es necesario abrir otras formas de financiamiento, destacó el secretario de Salud, Julio Frenk.

"Quiero aclarar que el financiamiento público no quiere decir que las cosas sean gratis -apunta en entrevista-. Sostenemos el principio de gratuidad en el momento de usar los servicios. Estamos en contra del pago de bolsillo, pero los sistemas de salud se financian en todo el mundo".

El titular de Salud también admitió que la ausencia de anuncios espectaculares en el segundo Informe de Gobierno del presidente Vicente Fox en materia de salud se debió a que los retos en esta área "son enormes y de tiempo atrás", además de que ahora existen enfermedades complejas cuya atención es más costosa. Aun así, apuntó, "la salud pública es un asunto de seguridad que no se detendrá".

Directo, Frenk sintetiza así el panorama del sector: "tenemos un problema financiero estructural igual que los países que han controlado las causas de muerte prevenibles. Tarde o temprano se enfrentan al cáncer, a los males cardiovasculares, la diabetes, a los problemas de salud mental. Por eso el balance es positivo, sin que esto sea una declaración triunfalista. Estamos conscientes del enorme trecho que tenemos por avanzar. Pero en los tres retos centrales de equidad, calidad y protección financiera ha habido avances".

Lentitud en alcance de metas

-ƑPor qué la lentitud en el cumplimiento de las metas?

-La principal limitante es el problema estructural financiero. No negamos que todavía hay espacios que ganar en términos de eficiencia y combate a la corrupción. En breve presentaremos una reingeniería a fondo del área de regulación sanitaria, la más propensa a caer en actos de corrupción.

-ƑSe ha detectado corrupción?

-Estamos enfatizando en la prevención, en las áreas de contacto con los ciudadanos, en las que se dan permisos, o como fue el caso de los operativos realizados hace unas semanas en Baja California Sur para combatir el contrabando y falsificación de medicamentos.

"Pero aun teniendo un sistema totalmente eficiente y con cero corrupción hay un problema financiero estructural en salud que obedece al cambio en el perfil de enfermedades. Es mucho más civilizado vivir en un país, como es hoy, donde la mitad de las muertes ocurren en mayores de 65 años, que vivir en uno como el que teníamos hace 30 años, donde 10 por ciento de las muertes ocurrían en ese grupo de edad.

-ƑEse problema financiero es la causa de la falta de avances significativos?

-El área de la salud pública no se ve más que cuando hay un problema. Cuando prevenimos la epidemia no se nota, cuando se sale de control, esa es la noticia. Este es un tema de seguridad que no se detendrá y el programa de vacunación es el mejor ejemplo. Damos por hecho que la viruela y la poliomielitis están erradicadas.

"La parte más crítica en la que los ciudadanos legítimamente están más insatisfechos es en la atención médica. Ahí hay una mezcla de factores, como el aumento de la demanda, y el problema financiero se expresa de manera más clara. Por eso la prioridad es la cruzada por la calidad, con la que nos damos cuenta de lo mucho que falta por hacer".

El reto del desabasto

-El desabasto de medicamentos todavía no tiene solución.

-Ese es el reto mayor que tenemos en calidad. Es el problema más complejo y la prioridad número uno del gobierno. La política farmacéutica integral se está formulando y ya hay algunos avances. Las compras del sector salud se orientaron hacia los genéricos intercambiables (GI), los cuales demuestran con pruebas muy rigurosas que son absolutamente idénticos a los innovadores. Ya se demostró que no es más caro comprar GI y, en cambio, se introduce un aspecto de competitividad para ir bajando los precios.

"Además se modificará la Ley General de Salud para que los registros de los medicamentos sean perentorios y en cada renovación se exigirán las pruebas de intercambiabilidad. Estos cambios no son espectaculares, pero sirven para ir ordenando el mercado farmacéutico.

-ƑY el desabasto?

-La segunda parte del problema son nuestras propias compras. También hay algunas medidas. El Consejo de Salubridad General pidió a la Secretaría de la Contraloría el incremento de las penas para proveedores que incumplan en el abasto. Con las reglas actuales las penas por no cumplir los contratos son muy leves. Estamos en el camino de lograr una distribución de los fármacos más directa y evitar a los intermediarios. Además terminamos un estudio integral para analizar todas las vertientes del problema y a partir de eso diseñar un programa integral.

-ƑCuál es el avance del seguro popular?

-Forma parte del tercer reto, que es la protección financiera. Este tiene dos vertientes. Una es fortalecer las instituciones de seguridad social, en las que ya se han planteado los desequilibrios financieros estructurales y las formas de corregirlos. La otra es ampliar la protección social financiera en materia de salud con el seguro popular. La estrategia ya empezó en cinco estados. Se han adherido otras 17 entidades. La meta ideal es que se afilien 200 mil familias.

-La semana pasada el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, señaló que las instituciones de salud no pueden ni están diseñadas para ser rentables económicamente. ƑUsted qué piensa?

-Hay una gran rentabilidad social de la inversión en salud, entendida como los beneficios que llegan a los ciudadanos. En términos económicos, estamos de acuerdo en que el financiamiento de los servicios de salud debe ser fundamentalmente mediante el sector público. Así está dicho en el Programa Nacional de Salud y no tiene que ver con ideologías. De hecho ese es el sistema financiero que prevalece en las economías de mercado más consolidadas del mundo.

"La naturaleza de los fenómenos de salud, la incertidumbre que nos rodea, hace que la única forma de financiamiento pleno, incluyente, sea el público.

"Quiero aclarar que el financiamiento público no quiere decir que las cosas son gratis. Sostenemos el principio de gratuidad en el momento de usar los servicios. Estamos en contra del pago de bolsillo, pero los sistemas de salud se financian en todo el mundo. El financiamiento público tiene dos fuentes principales: los impuestos federales y las contribuciones a la seguridad social.

"Es importante destacar que hay un esfuerzo financiero de la sociedad mexicana en materia de salud: de los contribuyentes; de los obreros y empresarios que aportan al IMSS; los empleados en el ISSSTE. Queda reducir al mínimo el pago de bolsillo. Esta no debe ser la forma prioritaria de financiar el servicio de salud. Sin embargo, en México, por la debilidad del financiamiento público, más de la mitad proviene del pago de bolsillo, es decir es financiamiento privado y muy injusto. Es la privatización financiera silenciosa".

-El rector de la UNAM también señaló que quienes perciben menos de tres salarios mínimos viven en extrema pobreza. ƑCómo se evalúa la capacidad de pago de las personas dentro del seguro popular?

-El principio de justicia financiera es muy simple. Dice que cada persona debe aportar a la salud según su capacidad de pago y recibir el servicio según sus necesidades de salud, antes de que éstas se presenten. En el pago de bolsillo es lo contrario. La aportación es según las necesidades. Paga más el más enfermo y recibe según sus capacidades. Si alguien no tiene dinero no puede acceder a la salud. Esa es la realidad. Ahora queremos cambiarla para tener un sistema de seguros públicos en los que una vez que se hace la aportación ya no se vuelve a pagar y se utiliza el esquema de medición de la pobreza de la Secretaría de Desarrollo Social.

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