Fermín Alejandro García n
Dirigentes de la Unión de Campesinos Emiliano Zapata
Vive (UCEZ) manifestaron que por primera vez están
confiando en el gobernador de Puebla, Melquiades Morales,
pues tienen la seguridad de que el mandatario ofrecerá
una solución al conflicto del Proyecto Millenium (PM)
sin afectar a los campesinos de las regiones de
Tecamachalco y Tepeaca. En ese sentido, consideraron
probable que el PM sea anulado el próximo 9 de
septiembre.
A nombre de la UCEZ, Pascual García dijo que la
organización tiene claro que el conflicto de la semana
pasada se provocó debido a que Jesús Morales Flores,
hermano del gobernador, y el titular de la SCT, Marco
Antonio Rojas Flores, quisieron rebasar la autoridad de
Melquiades Morales, y por ese motivo intentaron seguir
con el PM pese a que la Secretaría de Gobernación se
encontraba negociando con la Unión de Campesinos
Emiliano Zapata Vive la posible anulación del PM.
En tanto, campesinos de Tecamachalco que vendieron sus
tierras al PM anunciaron que exigirán al gobierno del
estado la devolución de sus predios, ya que fueron
obligados a ceder sus terrenos bajo amenazas de que si no
lo hacían las propiedades iban a ser expropiadas. Pero
además, les pagaron un precio muy inferior al que se
ofreció en la región de Tepeaca.
Ayer, en San Pablo Actipan, junta auxiliar de Tepeaca,
siguieron las platicas entre Rómulo Arredondo Contreras,
titular de la Dirección General de Gobierno, y Concepción
Colotla, líder de la UCEZ, para negociar la anulación
de los procesos penales que tienen en su contra algunos
miembros de esta organización campesina. Cambio de
giro
Hasta la semana pasada la UCEZ mantenía una posición de
acusar al gobierno de Morales de actuar con un doble
lenguaje, ya que por un lado ofrecía negociación para
solucionar el conflicto del PM, y por otro mandaba a los
ingenieros de la SCT a provocar a los campesinos con los
trabajos del trazo de la autopista PueblaTecamachalco,
obra que forma parte del Millenium.
Ahora, Pascual García expresa: "Queremos creer en
Melquiades Morales Flores, por primera vez estamos
confiando en su gobierno, en que va a suspender el
Proyecto Millenium". Aunque, advirtió, si la
administración estatal intenta continuar con este
proyecto, "la UCEZ se tendrá que radicalizar".
García considera que el cambio de actitud del gobernador
se debe a que con el tiempo se percató de que "el
problema no era pequeño; sólo podían vencernos comprándonos
o matándonos, como no pudieron lo primero, tampoco
quisieron llegar a lo segundo".
Además, el conflicto del Proyecto Millenium "tiene
la misma magnitud del proyecto de San Salvador Atenco -en
donde se intentó construir el nuevo aeropuerto
internacional-, ya que aquí -es decir, en Tepeaca y
Tecamachalco- el gobierno necesitaba de 5 mil hectáreas
para la autopista".
El dirigente aceptó que el gobierno había logrado
comprar el 70 por ciento de las tierras requeridas para
el proyecto, pero "estaba ahorcado en los pies y en
la cintura". Explicó que las comunidades de enmedio
de esas 5 mil hectáreas son las más importantes, ya que
ahí se pretendía construir los parques industriales,
pero fue la zona en donde se dio la resistencia de las
comunidades que forman la UCEZ y se negaron a ceder sus
propiedades.
El engaño
A la sede que la UCEZ tiene en la ciudad de Puebla,
acudieron ayer representantes de siete familias de
Tecamachalco. Dos ancianos, Mercedes Alejo Castillo y
Rutilio López, narraron que un representante del
gobierno de nombre Francisco Lezama los presionó con la
siguiente amenaza: "Si no venden, de todos modos nos
vamos a quedar con las tierras, ya que serán expropiadas".
Mercedes Alejo dijo que los enviados del gobierno se
aprovecharon de ella, de que no sabe leer y escribir, es
viuda, no sabía cómo defenderse e ignoraba la
existencia de la UCEZ. Con tales agravantes, le compraron
casi una hectárea en 5 mil pesos y la dejaron sin su
campo de cultivo de maíz y frijol que utiliza para el
autoconsumo.
A Rutilio López le pagaron 38 mil pesos por más de dos
hectáreas, y considera que sus propiedades tienen un
valor superior a los 200 mil pesos, pero tuvo que ceder
ante las intimidaciones. Reconoció que ya se gastó el
dinero que le dieron, pero está dispuesto a juntar esa
cantidad para devolvérselo al gobierno y recuperar sus
predios.
García explicó que entre los campesinos que sí
vendieron están inconformes ya que en unos ejidos, como
en Santiago Alseseca, el gobierno compró las tierras a
72 pesos el metro cuadrado, y en otros, con terrenos en
las mismas condiciones, el precio del metro cuadrado fue
de 2.50 pesos.
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