lunes 2 de septiembre de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Se pronuncia por firmar un acuerdo político para resolver problemas de fondo del país
El gobierno federal no ha entregado resultados positivos a Tlaxcala: ASA

José Carlos Avendaño n

Al pueblo de Tlaxcala, en términos de participaciones federales, la administración foxista no le ha entregado "resultados positivos", en virtud de que en el presente ejercicio fiscal "tenemos menos recursos en las dependencias y menos dinero en el convenio de cordinación hacendaria"; por ello, la insistencia de las entidades en que se audite los ingresos y los gastos de la Federación para conocer el motivo de los recortes presupuestales, pero además pugnarán porque se concrete la reforma hacendaria como la principal alternativa para que haya un cambio estructural y de fondo en el país, con lo cual se resuelva todos los problemas coyunturales en el mediano plazo.

Ésta es la percepción de Alfonso Sánchez Anaya respecto del segundo informe del presidente de la República, Vicente Fox Quesada. En entrevista que concedió a La Jornada de Oriente, expuso que es el momento de hacer acuerdos políticos con los partidos, con el Congreso de la Unión, con los gobernadores y con los alcaldes, para tomar decisiones importantes que beneficien a la nación, porque de otra forma se van a rezagar más los asuntos, entre ellos la reforma hacendaria, que representa el camino para mejorar las condiciones de México.
Consideró que la exposición de la situación política, económica y social es fundamental para la nación, pues esto serviría como base para saber qué es lo que se necesita hacer a favor de los mexicanos. Criticó que de nada sirve que en la actualidad el gobierno foxista se centre en la defensa de la iniciativa de reforma energética cuando este proyecto, en el mejor de los casos, resolvería sólo el problema de energía, pero no los de salud, educación, combate a la pobreza, campo, entre otros asuntos con sentido social, pues estos rubros encontrarían una salida a través de la reforma hacendaria, recalcó.
Sánchez Anaya recordó que todos los mexicanos entienden que hay rezago histórico en el país; "todos sabemos que llevamos más de 20 años con problemas económicos", por lo que es imperativo que haya certidumbre en el proyecto económico para los próximos cuatro años y sentar las bases para los siguientes 10 o 15 años para poder hablar de nuevo de que hay un México con una economía sólida y consistente, con un mercado interno fuerte y con operaciones de exportación importantes.
La traducción en acciones de estos puntos traerían como resultado la generación de empleos, que es la mejor forma de combatir la pobreza, más allá de los programas asistenciales, que si bien son útiles, no impulsan en gran medida la capacitación y la educación de la gente.
Para el gobernador tlaxcalteca, los resultados que entregó el presidente Fox están muy lejos de las expectativas, debido a que el guanajuatense hizo una campaña con muchas promesas, a tal grado que la gente pensó que al haber una alternancia en el poder iba a cambiar radicalmente su situación económica, y sin embargo eso no ha sucedido, y el resultado en la actualidad es de desencanto y desilusión entre el pueblo.
En un sentido crítico, fue más a fondo en sus opiniones al sugerir al mandatario federal que si es imposible cumplir con sus promesas de generar un crecimiento de 7 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) y de crear un millón de empleos anuales, entonces que "hable con la verdad y no se case o aferre a una promesa que no está cumpliendo".
Tras exponer sus puntos de vista sobre la actuación del gobierno foxista, Alfonso Sánchez Anaya se pronunció por que el presidente de la República debe escuchar las propuestas que en conjunto integran los mandatarios estatales, a través de la Conago, para encontrar solución a los problemas nacionales, pues advirtió que si no hay respuesta a sus peticiones, entonces podría generarse una situación de molestia entre gobernadores.
Pero eso no fue todo; el tlaxcalteca fue más allá al señalar que si el gobierno federal incurre en la tentación de chantaje o presión para frenar la participación de los estados, entonces "aplicaríamos el principio de la física en el terreno político: a toda acción se corresponde una reacción, y si hay intimación o represión, pues habrá una reacción de los gobernadores",dijo.