"Hay un mandato, no se hagan patos": Carlos Rojas
Ratifican senadores del PRI: no a reforma constitucional
Deciden respetar acuerdos internos en materia eléctrica
ANDREA BECERRIL
La bancada del PRI en el Senado de la República acordó anoche, después de casi 12 horas de discusión, mantener su postura en contra de reformar la Constitución para privatizar el sector eléctrico, como lo pretende el presidente Vicente Fox.
"No se hagan patos, hay un mandato de la asamblea y del Consejo Político Nacional del PRI que no se puede pasar por alto", advirtió durante ese encuentro el legislador Carlos Rojas Gutiérrez.
En igual sentido se expresó la mayoría de los senadores del tricolor, con lo que se echaron abajo las versiones cada vez más insistentes sobre una presunta fractura en la bancada priísta y la posibilidad de que se definieran finalmente en favor del proyecto foxista.
Laura Alicia Garza Galindo, Humberto Roque Villanueva, José Antonio García Torres y Oscar Luebbert consideraron que aunque están obligados a analizar el paquete de iniciativas que el Ejecutivo federal hizo llegar al Senado, el punto de partida es su propia iniciativa.
De acuerdo con versiones de los asistentes, decidieron que debe pensarse en enriquecer la iniciativa del PRI, a la que se ha dado en llamar ley Bartlett, cotejando las cifras para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pueda operar de manera viable, pero en ningún sentido modificar la Constitución.
El grupo minoritario de senadores que ha planteado abiertamente su simpatía con el proyecto foxista, entre ellos Alejandro Gutiérrez y Genaro Borrego, insistió precisamente en que la iniciativa del PRI debe ser sometida al más escrupuloso estudio, sobre todo en las cifras y datos que permitirían la modernización de la CFE y Luz y Fuerza del Centro (LFC).
El senador Marco Fernández, integrante de la directiva del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), expuso ante sus compañeros que también ese gremio someterá a análisis exhaustivo las cifras y proyecciones contenidas en la propuesta foxista, sobre todo porque incluye datos nuevos que deben ser investigados.
La presidenta de la subcomisión dictaminadora de la reforma eléctrica, Laura Alicia Garza, planteó en la reunión que 46 senadores del PRI llevaron a cabo a puerta cerrada que es imprescindible tomar el debate con ánimo constructivo. La legisladora detalló los trabajos que han realizado y destacó la opinión de expertos en el sentido de que en ningún país en que se ha desincorporado la industria en cuestión, para dejarla en manos de particulares, las tarifas han bajado.
A su vez, Carlos Rojas insistió en que el PRI debe llevar por delante su iniciativa, hacer que avance y trabajar en ese sentido para tener una empresa pública sólida bajo la rectoría del Estado.
El ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social expresó que está totalmente en contra de la privatización y de que se reforme en ese sentido la Constitución, pero hizo notar que los priístas no deben cerrarse al análisis del plan presidencial.
La encerrona de los senadores del PRI concluyó cerca de las 10 de la noche. Humberto Roque Villanueva declaró al final que la fracción salió unida, que hubo un debate respetuoso, "del que incluso Manuel Bartlett salió muy satisfecho, porque no hubo descalificación hacia él ni a la iniciativa que impulsa".
Lo que sí se acordó, agregó, es que "no podemos actuar a la ligera y tenemos que lograr una gran claridad de cuándo y cómo van a salir los recursos para fortalecer la CFE, de cómo garantizar el abasto de energía, tanto a los hogares mexicanos como al comercio y a la industria".
El ex presidente nacional del PRI resaltó asimismo que se estableció el compromiso de garantizar la estabilidad en tarifas y revisar los subsidios desequilibrados. "Estamos convencidos, como lo dijo el miércoles el consultor estadunidense Eugene P. Coyle, que en todas las naciones donde se ha privatizado la industria eléctrica ha habido un aumento exagerado de tarifas y otros efectos negativos."
Por su parte, el mexiquense César Camacho Quiroz insistió en que hubo un clima de gran armonía y solidaridad dentro del grupo senatorial priísta y por ello acordaron no cerrarse a dialogar con nadie ni dejar de estudiar la propuesta presidencial, pero bajo la base de que "nuestra iniciativa es la de arranque, que se tiene que reconocer la cogeneración y otras modalidades de inversión privada que ya existen, pero sin llegar a una apertura total y manteniendo a las empresas públicas como un área estratégica bajo la rectoría del Estado mexicano".
Durante la reunión el zacatecano Genaro Borrego expresó discrepancias con lo planteado por la mayoría de sus compañeros, ya que él sí está convencido de que se requiere modificar la Constitución. Hizo notar que en todo momento su postura ha sido transparente.
La reunión provocó expectación por la coyuntura en la que se ha discutido la reforma eléctrica y los rumores en el sentido de que un buen número de legisladores del tricolor estarían pensando en dejar de lado los acuerdos de los órganos de dirección de su partido.
Incluso a mediodía, cuando los senadores Ernesto Gil Elorduy y Martha Tamayo salieron para informar sobre el contenido de esa reunión interna, se cuidaron mucho de formular definiciones. Repitieron que van a analizar las tres iniciativas en materia eléctrica, entre ellas la del Ejecutivo federal que propone reformar dos artículos de la Constitución.
Dejaron incluso entrever la posibilidad de que se revierta el acuerdo de la asamblea y del Consejo Político Nacional del PRI sobre no reformar la Carta Magna. Por lo menos en ningún momento expresaron de manera clara el respaldo a la propia iniciativa de la fracción, la conocida como ley Bartlett.
Gil Elorduy, encargado de presentar esa iniciativa el pasado 13 de marzo durante una sesión de la Comisión Permanente, ayer ya no quiso precisar si votará en favor de ese proyecto, que plantea modernizar el sector eléctrico para que siga en manos del Estado, o de la iniciativa presidencial. Sin embargo, la mayoría de los senadores priístas ratificó horas después que no varía su postura original.