Piden al presidente Vicente Fox que se investigue
el crimen y se haga justicia
Gordillo y Jonguitud, implicados en el homicidio, acusan
familiares de Misael
Antes de su muerte, vecinos de Tulpetlac les avisaron
que unos caciques lo buscaban
JUDITH CALDERON GOMEZ
La familia de Misael Nuñez Acosta, el profesor
asesinado el 30 de enero de 1981 por pistoleros presuntamente enviados
por caciques del SNTE, exigieó al presidente Vicente Fox
"que se investigue ese crimen político hasta sus últimas
consecuencias y que realmente se haga justicia, porque el único
delito de Misael fue luchar por la gente más necesitada", según
manifestó Yolanda Rodríguez Luis, quien fuera compañera
del dirigente magisterial, con quien procreó tres hijos.
A su vez, el mayor de sus hijos, Edson Misael Núñez
Rodríguez, recuerda que antes de que asesinaran a su padre vecinos
de Tulpetlac les advirtieron que varios caciques lo buscaban. "Ahora entiendo
que eran Elba Esther Gordillo y Carlos Jonguitud Barrios."
Afirma que los dos dirigentes del sindicato magisterial
"son lo mismo, Elba Esther fue alumna de Carlos Jonguitud, y ahora no puede
ser que él la culpe. Los dos tienen que ver en esto". Agrega: "aunque
se da un manejo político de la información para fastidiar
a Elba Esther, para nosotros sólo está el homicidio de nuestro
padre".
A partir de las noticias recientes, Yolanda Rodríguez,
quien quedó viuda a los 32 años, dice que han vuelto las
esperanzas de que se haga justicia y, en nombre de sus hijos, pide que
intervengan las autoridades judiciales y el Presidente de la República,
porque "es un crimen político y Vicente Fox ha propiciado la apertura
para que se resuelvan los casos de este tipo".
-¿Elba Esther Gordillo y Carlos Jonguitud son
los responsables?
-De Elba Esther no lo dudo -responde contundente-, Misael
era uno de los pocos profesores que podían levantar la voz y hasta
golpear un escritorio frente a Elba Esther para exigir que cumpliera su
papel en un sindicato tan grande, ya que los maestros están en pésimas
condiciones y los dirigentes sólo buscan canonjías. Muchos
profesores se ven forzados a trabajar doble turno para que sus hijos puedan
estudiar.
Asesinato ruin y cobarde
Agrega: "no es posible que gente tan negativa aún
esté ocupando puestos políticos y que nunca los alcance la
justicia, no creo que sea justo".
Asegura que "desde el principio señalamos que fueron
los dirigentes del sindicato (SNTE) quienes ordenaron matar a Misael de
la manera más ruin y cobarde, porque lo atacaron por la espalda
y no le dieron tiempo para defenderse".
Yolanda Rodríguez recuerda que e1 30 de enero de
1981 recibió la noticia de que habían baleado a su compañero
muy cerca de la escuela Héroes de Churubusco, en Tulpetlac, estado
de México. Desesperada, corrió hasta el lugar acompañada
de sus hermanos. Cuando llegó junto al cuerpo de Misael, le tomó
el pulso y comprendió que no había nada qué hacer.
Misael había recibido dos disparos, uno en el muslo y otro en el
costado izquierdo, que le provocaron la muerte. "Después de que
le hicieron la autopsia, los médicos dijeron que ni un milagro hubiera
permitido que él sobreviviera."
Yolanda se quedó sola y con tres hijos: Edson Misael,
de 10 años; Héctor, de 7, y Tania Angélica, de 4.
A pesar de la dramática situación que vivía, durante
un tiempo asumió la dirección del plantel donde Misael trabajó
hasta el día de su muerte.
Asegura que después del asesinato las autoridades
hicieron una "parodia" con la justicia. Aprehendieron y encarcelaron a
tres personas señaladas como responsables del crimen, en 1982 un
juez dictó sentencia en su contra, pero a los tres meses "escaparon".
Así, dice, "entre comillas, porque ¿quién les va a
creer?"
Relata que durante aquel tiempo realizaron varias manifestaciones
en Tlalnepantla, con el apoyo de profesores y organizaciones sociales,
para exigir justicia, pero enfrentaron grandes dificultades. "Incluso hasta
llegaron carros de bomberos para desalojar a los que protestaban. Vi que
la situación política era bastante fuerte y consideré
que mi familia ya había perdido mucho como para seguir con el trabajo
que desarrollaba Misael".
Entonces decidió trasladarse a la ciudad de Puebla
con sus tres hijos. Ahí se vio en la necesidad de trabajar doble
turno y viajar a comunidades a las cuales tardaba hasta tres horas en llegar,
para sacarlos adelante.
La figura de un padre
Ayer, desde la ciudad de Puebla, Edson Misael Núñez
-quien en los próximos días cumplirá 31 años-
hizo una llamada telefónica a este diario para solicitar que no
sólo se vea este asesinato como un hecho político. "Detrás
de eso hay una persona que falleció, que tenía esposa e hijos,
quienes tuvimos que salir marginados de ahí (Tulpetlac), porque
mi madre temía por nuestra seguridad."
Dice que cuando vio las noticias recientes, recordó
una entrevista que le hicieron a su madre en el periódico Unomásuno
en esas fechas. "Yo, en lo personal, no sabía de los gatilleros
que ahora mencionan, ni conocía sus nombres. En ese tiempo aprehendieron
a tres individuos y les dictaron sentencia, pero meses después los
dejaron escapar. Hasta la fecha no hay detenidos ni se sabe quiénes
son los responsables intelectuales y materiales de este crimen."
Sin embargo, Edson Misael tiene claro cuál fue
el motivo de la muerte de su padre: "fue asesinado por las presiones que
él ocasionaba al hacer manifestaciones, al pedir mejoras para las
escuelas y los trabajadores. El apoyaba también las huelgas que
se desarrollaban en la zona. Era una persona comprometida con la lucha
social, que donaba su cheque para el abasto de las familias de esos trabajadores".
Agrega: "cuando mataron a mi padre nosotros estábamos
chicos y no teníamos fuerza para ser escuchados, pero ahora que
esto está saliendo a la luz pública, que lo vi en La Jornada,
siento que es momento de volver a hablar".
Precisa que su hermano Héctor se fue a Estados
Unidos, y que él aún vive con su abuela paterna, Carlota
Acosta. Busca entre sus recuerdos para describir a su padre: "tenía
un carácter muy fuerte y como dirigente mucha gente lo estimaba.
Era una persona carismática y con nosotros fue muy buen padre".
Relata que Tania sólo tiene un vago recuerdo de Misael, que recrea
con algunas fotografías. Y comenta optimista que hombres como su
padre "son semilla, nosotros tenemos esa enseñanza y hasta la fecha
de alguna manera sentimos lo mismo".
Tania Angélica, la hija menor, comenta: "el hecho
de que crezcas sin padre es muy difícil. Crecimos con un ideal de
papá, pero no con alguien que estuviera todos los días con
nosotros. Fue muy difícil, especialmente para mi mamá".