ENTREVISTA /MIGUEL ANGEL CORREA JASSO, DIRECTOR DEL IPN
En el Politécnico ningún partido sentará sus reales
MUY PRONTO SE REVISARAN LAS CONDICIONES GENERALES DE TRABAJO
Promotor de modificaciones a la ley orgánica del instituto, Correa Jasso rechaza que el PRI o el SNTE hayan intervenido directamente en el proyecto de reformas. Si algo hemos cuidado, asegura, es precisamente que la institución no padezca ese tipo de problemas
JOSE GALAN
Aunque el director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Miguel Angel Correa Jasso, reconoce que en el diseño de la reformas a la ley orgánica de esa casa de estudios "se cuidaron con exceso de esmero los equilibrios políticos", sostiene que no se permitirán "intromisiones" de los partidos políticos en la vida institucional.
Afirma que si bien se aprobó la permanencia del Consejo General de Ex Directores -to-dos ellos de filiación priísta-, éstos no van a recibir ninguna remuneración porque su cargo es honorífico. "No hubo éxito de ningún partido político. Ninguno ha sentado sus reales aquí y no lo vamos a permitir", agrega en entrevista exclusiva con La Jornada.
Correa Jasso dice que con la iniciativa de reformas a la ley orgánica, en caso de que sea aprobada en el Congreso de la Unión, para la elección del nuevo rector el Presidente de la República "simple y llanamente" extendería un nombramiento. Reconoce que, en el caso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la comunidad politécnica decidió, "por razones de estabilidad y de experiencia", mantener la relación con las fuerzas de la secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo. Con una condición, agrega: deberemos revisar pronto las condiciones generales de trabajo para encontrar un modelo de contratación, promoción y permanencia que sea muy flexible.
A continuación el texto de la entrevista:
Libertades autonómicas
-ƑLa iniciativa de reforma a la ley orgánica del IPN le da autonomía financiera, pero no política?
-Si alguna característica tiene la propuesta que hacemos de 21 artículos y ocho transitorios es que está permeada de libertades autonómicas. En efecto, no se usa la palabra autonomía, pero sí la palabra libertad en todos los órdenes, no sólo en la parte académica, en la investigación, sino también en el manejo de los recursos y en la designación del rector.
-ƑQué modelo propone el consejo general consultivo para elegir al primer rector?
-Es un mecanismo flexible, elástico, mediante el cual participan hasta el Presidente de la República, con ese amarre que el IPN quiere seguir teniendo con el Estado mexicano y con cualquiera que sea su expresión en términos de gobierno. La comunidad politécnica, mediante un consejo general que sería resolutivo, elaborará un listado de personalidades que cumplan con los requisitos y que quieran ser rectores del IPN, en un orden que iría desde uno hasta n. El consejo, sea en el pleno o por comisiones, estaría designando quién sería el rector. El Presidente, simple y llanamente, extendería un nombramiento.
-Me refiero, más allá del papel del Poder Ejecutivo, al rol del SNTE y al del PRI dentro del propio instituto, que parecen haber intervenido en el diseño de esta reforma.
-No lo vería así, definitivamente, respecto del éxito de algún partido político en esto. Si algo hemos cuidado es exactamente que el IPN se desligue de cualquier partido político que pretenda sentar sus reales aquí. Ni lo hemos aceptado ni lo vamos a permitir.
"El IPN ha venido trabajando con el SNTE. El hecho de que este sindicato pudiera tener algunas connotaciones de índole política es una cuestión que a nosotros no nos compete. De lo que sí estamos convencidos es de que, primero, debemos dejar a salvo todos los derechos adquiridos por los trabajadores con este sindicato y, en segundo, la comunidad ha decidido que por razones de estabilidad y de experiencia de trabajo con el SNTE podamos continuar relacionándonos con ellos bajo el compromiso de que, muy pronto, deberemos revisar nuestras condiciones generales de trabajo para encontrar un modelo de contratación, promoción y permanencia que sea muy flexible.
"En ninguna circunstancia podríamos aceptar que esto es un éxito de algún partido político o algo que se le parezca. Si así se lee, le daría un mentis a ello, porque no podemos permitir que el IPN esté bajo la égida de ningún partido político. Lo negamos. No queremos intromisiones".
-Pero esta percepción se ve reforzada por la inclinación de la mayoría de los consejeros generales de regresar al organigrama el Consejo de Ex Directores, todos ellos priístas.
-Ese consejo existe, pero está reglamentado y es valioso, independientemente de la postura ideológica que tengan sus integrantes. Es un órgano de consulta en la medida en que así lo quiera el director general o el futuro rector, para poner a su consideración documentos o análisis, a fin de recibir sus impresiones, pero bajo ninguna circunstancia tiene carácter resolutivo.
-ƑEsto significa que los ex directores van a seguir cobrando emolumentos hasta por 7 millones de pesos anuales?
-No. Este es un consejo de ex directores que, por esa razón, no recibe remuneración. Es un consejo a título honorífico. Por eso no se les paga. Inclusive yo seguramente ingresaré a ese consejo y no recibiré ningún pago.
-Luego de cuatro días de deliberaciones del consejo general consultivo, que sería en el futuro resolutivo; de las discusiones interminables y por horas, Ƒel resultado deja satisfecho al director general?
-Estoy satisfecho con este esfuerzo, que viene desde hace más de año y medio. Ayer cerramos con broche de oro. A mí me llena de satisfacción. Creo que nuestra ley es una ley marco, flexible, que no nos amarra en el tiempo, que no se va a volver obsoleta rápidamente, tiene suficiente elasticidad para irnos permitiendo, a lo largo del tiempo, ir cambiando los reglamentos a nivel interno, que para eso sí vamos a tener todas las facultades, dando así respuesta a los cambios que exige el instituto.
-ƑEs optimista respecto a que la ley sea aprobada en el próximo periodo ordinario de sesiones?
-Sí. Sería muy injusto para nosotros, después de tanto trabajo y de cuidar tantos factores que estuvieron en juego, sobre todo cuidar con exceso de esmero, ahora sí lo puedo decir, los equilibrios políticos, que la situación se desbordara y no llegáramos a feliz puerto. Sería muy triste un resultado adverso, que se congelara la ley y se quedara para otros tiempos. La comunidad, que es muy grande, no lo vería con buenos ojos. Significaría quedar con una ley orgánica que es vieja, obsoleta y que no responde para nada al nuevo modelo educativo que vamos a lanzar. Sería dejar manco ese modelo educativo.
-Usted siempre habló de que el IPN necesitaba un traje a la medida. ƑNo le quedaron cortas las mangas?
-Nada es perfecto. Estoy contento con este traje. Nos va a dejar un alto grado de flexibilidad. Allí está el verdadero efecto de ajuste. Nada en la vida es inamovible ni queda perfecto a la primera. Los reglamentos nos permitirán hacer los amarres y los ajustes necesarios.
-Usted seguramente será el último director general del IPN, pero Ƒserá el primer rector?
-Veo muchas probabilidades de que sea el último director, pero antes de pensar en ser el primer rector debo primero echar a andar el nuevo modelo educativo, reordenar la situación administrativa, empezar a desconcentrar los recursos hacia las escuelas. Son procesos que exigen mucho tiempo, talento, organización y también darán dolores de cabeza.