El tema del clima se ha dejado de lado por las divergencias en el Protocolo de Kyoto
Exigen a países industrializados reducir los subsidios a la agricultura, en la Cumbre de la Tierra
Unos 300 representantes indígenas piden reconocimiento a su papel en el desarrollo sostenible
REUTERS, PL, AFP Y DPA
Johannesburgo, 27 de agosto. La segunda jornada de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo tuvo como centro de discusión la agricultura y las cuestiones del subsidio de los países industrializados (que los no desarrollados desean eliminar progresivamente), pero apenas se ha mencionado el tema del clima.
Una de las razones por las que este tema se ha dejado de lado radica en las divergencias entre Estados Unidos y Europa sobre la ratificación del Protocolo de Kyoto, explicó el jefe de científicos del Banco Mundial, Robert Watson, quien advirtió que las recientes lluvias en Europa y Asia son un llamado de alerta para que las naciones industrializadas actúen a fin de evitar que el planeta se siga calentando.
Los cambios climáticos provocados por la intervención humana harán que se incremente "la frecuencia y severidad" de los desastres que han provocado las lluvias, como las inundaciones que han devastado amplias regiones europeas y asiáticas, sostuvo.
En un planeta cada vez más cálido, condiciones extremas como inundaciones y sequías, que antes ocurrían en estas dimensiones cada 500 años, ocurrirán en el futuro cada 200 y 100 años, señaló Watson, jefe del grupo de expertos, asesor de la Organización de Naciones Unidas.
En este sentido, el canciller federal de Alemania, Gerhard Schroeder, pidió a Estados Unidos un mayor compromiso en la cuestión de protección climática, durante un acto electoral, anoche, en la ciudad alemana de Magdeburgo.
Estados Unidos no puede seguir al margen de la protección climática, como se resolvió en el Protocolo de Kyoto, mencionó Schroeder, al señalar que una consecuencia de las catastróficas inundaciones en Alemania debe ser un diferente y mejor trato a las bases naturales de la vida.
Uno de los temas centrales de esta jornada fue la progresiva reducción de las subvenciones agrícolas exigida por los países en desarrollo, aglutinados en el Grupo de los 77 (G-77), y pasada por alto por los industrializados.
Los países en desarrollo, que afirman que tales subsidios deforman la competencia en el comercio y son un obstáculo para la agricultura, piden la reducción de un millón de dólares diarios a los subsidios con que los países industrializados protegen su propia agricultura.
"Si de verdad se quiere concretar la voluntad política de erradicar la pobreza, hay que dar acceso a los productos agrícolas de nuestros países", declaró la ministra venezolana del Medio Ambiente, Ana Elisa Osorio.
Por otro lado, los delegados en la cumbre se encontraron con diferentes visiones sobre el futuro de la energía renovable, como el viento y el sol, que es propuesta como posible provedora de electricidad a 2 mil 500 millones de personas que en la actualidad no cuentan con ella.
No obstante, algunos países rechazan el establecimiento de un calendario para ampliar el uso de las fuentes de energía renovables.
Precisamente los representantes de América Latina y el Caribe están pensando en escindirse del G-77 en lo referente a la energía, después de las diferencias encontradas en el seno del bloque durante las negociaciones previas a esta cumbre.
Por su lado, unos 300 representantes de 350 millones de indígenas de Norte y Sudamérica, así como de Africa, Asia y el Pacífico, pidieron que la cumbre reconozca el papel vital que sus pueblos tienen en el desarrollo sostenible del hombre y del medio ambiente.
Los pueblos indígenas viven en armonía con la naturaleza y piden hacer una importante contribución a los esfuerzos por preservar la tierra y sus recursos, dijeron.
En tanto, unas 500 organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo de manera paralela el denominado Foro Global, acusaron a los grandes consorcios trasnacionales de secuestrar los objetivos de la Cumbre de la Tierra, que busca reducir la brecha entre ricos y pobres sin perjudicar al planeta. "Los países ricos se arrodillan ante los grupos que representan los intereses de las poderosas corporaciones internacionales", afirmaron las ONG.
Pero el jefe de la Cumbre de la Tierra, Nitin Desai, negó que el encuentro vaya a quedarse sólo en palabras grandilocuentes y prometió medidas para estrechar la brecha entre pobres y ricos.
