Ofrece llorar en caso de que maten a la acusada
El presidente de Nigeria sólo expresa solidaridad
a condenada a lapidación
AFP
Abuja, 25 de agosto. El presidente de Nigeria,
Olusegun Obasanjo, expresó su solidaridad a Amina Lawal, la joven
madre condenada a lapidación por adulterio, pero el sábado
por la noche, en una cena con periodistas, no anunció ninguna medida
concreta para que no se aplique la sentencia.
La declaración es la primera reacción pública
del presidente desde la confirmación de la sentencia de la mujer
por el tribunal de apelación islámico de Funtua, en Katsina
(norte de Nigeria), el 19 de agosto.
El presidente afirmó que confiaba en el éxito
de la próxima apelación de la joven, pero dejó abierta
la posibilidad de que sea efectivamente lapidada a pesar de la oposición
de las autoridades federales.
Su equipo de abogados, compuesto por voluntarios y militantes
por los derechos de las mujeres, habían anunciado que apelaría
nuevamente de la decisión.
"No temo por su vida, pero si muere lloraré por
mí, lloraré por su familia y lloraré por Nigeria",
declaró Obasanjo.
Obasanjo, cristiano del sur del país, comparó
el caso de Lawal al de Safiya Husseini, la primera nigeriana condenada
a morir lapidada desde que se reintrodujo la ley islámica y que
fue absuelta en marzo pasado. "Nunca tuve tantos llamados y peticiones
provenientes del extranjero como en el caso de Safiya", indicó el
presidente. "Espero que como Safiya pudo escapar a su condena, Amina Lawal
tenga la oportunidad de hacerlo."
Obasanjo proscribió la decisión de 12 estados
mayoritariamente musulmanes de reintroducir la sharia (ley islámica)
desde que regresó el poder civil al país en 1999.
Pero el respaldo gubernamental a la joven se redujo al
envío de un observador para apoyar a los abogados defensores.
La confirmación de la sentencia desencadenó
reacciones de la comunidad internacional y pone en aprietos a las autoridades
federales del país. Obasanjo, que enfrenta una difícil relección
para un segundo mandato el año próximo, es reacio a tomar
una posición sobre la cuestión para evitar un conflicto con
el norte musulmán.
Lawal fue condenada a muerte el 22 de marzo por el tribunal
de Bakori por haber confesado que esperaba un tercer hijo a pesar de estar
divorciada y de ser madre de dos hijos. El tribunal de apelación
islámico confirmó la pena muerte por lapidación.
Según la sharia, una mujer casada por primera
vez, aun si se divorcia, comete adulterio si tiene relaciones sexuales
sin estar casada nuevamente.