viernes 23 de agosto de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
A debate

El país de los sueños

n Susana Rappo

Los portales de internet de los bancos se pusieron a prueba esta semana y fallaron. La publicidad que a diario nos quiere vender la idea que a partir de la computadora y el internet podremos resolver nuestras operaciones bancarias por un reducido costo es por el momento una ilusión. Ni el servicio es barato ni es eficiente, su capacidad para las necesidades contributivas es muy limitado, y esta semana se vieron rebasados y saturados.
El problema es que nuestras autoridades hacendarias sí creen que acceder a los portales bancarios es un mecanismo fácil y oportuno, ya que desde este mes las personas morales tenían la obligación de realizar la presentación de sus declaraciones impositivas y sus pagos mediante internet, sin tener otra opción. Por lo menos en Puebla, los bancos tuvieron que aceptar nuevamente la declaración vía formularios y cheques, situación cuestionada por los módulos de atención a los contribuyentes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, pero que de alguna manera tendrán que arreglar.
Ya bastantes dificultades económicas existen para estar al corriente del pago de impuestos, para que además el pago en sí mismo se vuelva un conflicto y se quiera cargar a los contribuyentes el costo de esa ineficiencia. Resulta que la explicación de los bancos es que todos los usuarios buscan acceder al mismo tiempo y por eso se satura, pues sí; quizás hay empresas que pueden pagar sus impuestos con mucha anticipación, pero las broncas de liquidez para la mayoría de las sociedades es de tal magnitud, que la mayoría paga el último día y es legítimo hacerlo. Quizás lo que habría que revisar es la obligación de hacerlo de esta forma si las instituciones bancarias no tienen en la actualidad la capacidad para brindar el servicio. No hay posibilidades de que los usuarios distribuyan uniformemente sus accesos, existen horas en que las empresas necesitan realizar sus operaciones bancarias, y es ahí donde la capacidad y tecnología se ponen a prueba.
Además, pagamos por los servicios, que cada día son más onerosos para cualquier empresa; por cheque emitido y transferencia electrónica se paga cinco y cuatro pesos respectivamente; por el servicio de telebanco e internet las mensualidades oscilan entre los 450 y 150 pesos mensuales; en el primer caso, adicionalmente se paga una anualidad, por lo que el servicio de internet resulta más barato y así se ha promocionado; claro, sería muy bueno si se pudiera acceder a él.