jueves 15 de agosto de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Se trata de tierras que no son fértiles ni de riego
Respetará Alfonso Sánchez Anaya derechos de ejidatarios de Cuapiaxtla
q Revela que podría desviarse el trazo de la carretera si es preciso

José Carlos Avendaño n

Ante la polémica que ha generado entre algunos ejidatarios de Cuapiaxtla la versión de que el gobierno estatal pretende comprarles a 1.50 pesos el metro cuadrado de sus tierras por las que atravesará la autopista AmozocPerote, el mandatario Alfonso Sánchez Anaya afirmó que su administración "de ninguna manera tratará de atropellar a ningún campesino" y advirtió que sería lamentable para Tlaxcala y para la región que no se concretara este proyecto carretero por diferencias con los propietarios de sólo 10 hectáreas de las 240 que se pretende adquirir para dicho fin.
El mandatario aprovechó la entrevista que concedió a reporteros locales este miércoles para "ubicar la dimensión del problema" que se ha generado por la intensión de comprar terrenos a los ejidatarios de Cuapiaxtla, y en este sentido expuso que para construir los 34 kilómetros de carretera en Tlaxcala por los que atravesará la autopista Amozoc Perote se requiere la compra de 240 hectáreas, de las cuales en sólo 10 hay diferencias con los propietarios.
Tras revelar que existe la posibilidad de desviar el trazo de la carretera para evitar el problema con los ejidatarios, a pesar de que "técnicamente no es lo recomendable", el gobernador se comprometió a que se buscará que se pague un precio justo a los propietarios de esas tierras.
Reveló que el pago por los derechos de vía lo hará el gobierno de Puebla, debido a que éste es el más interesado porque se construya la vialidad AmozocPerote, como parte de los trabajos del proyecto carretero Gran Visión.
Indicó que para proponer un precio a las tierras hay una empresa especialista en hacer valuaciones de los terrenos que se encarga de realizar el estudio, a efecto de emitir un informe en el que precise los valores comerciales de los terrenos.
No obstante, refirió que esa zona es de "tierras delgadas", es decir, no es una superficie fértil ni mucho menos de riego, por lo que el ofrecimiento económico será en función del valor comercial de los terrenos.
Anticipó que "sería lamentable para el estado de Tlaxcala y para esa región que por las diferencias en 10 de las 240 hectáreas que se necesitan para esa obra, se cancelara un proyecto de esa naturaleza en una región de las más pobres del estado, cuando es de considerar que las carreteras siempre traerán consigo progreso, por el interés de los inversionistas de que haya comunicaciones e infraestructura en los lugares donde pretenden asentar sus empresas para generar empleos".
Por ello, pidió a los habitantes de la región poniente del estado que valoren esta posibilidad de desarrollo, porque no sólo se beneficiarán aquéllos que vendan sus tierras sino la sociedad en general, porque se abriría la posibilidad de crear un parque industrial y de dotar de mayor infraestructura a esos lugares.
Informó que en este asunto van a intervenir la Secretaría de Gobernación, la Procuraduría Agraria, los ayuntamientos de los cinco municipios involucrados en este tramo carretero, la Secoduvi y el área que se encargará de la adquisición de las tierras. Por último, sugirió que no se haga de un problema menor un problema sobredimensionado en Tlaxcala, porque todos los actores tienen una responsabilidad social, entre ellos las autoridades fedeal y estatal, así como los ejidatarios.