Cuento de hadas para dormir cocodrilos, sin distribuidor
Del cine no sobrevives, más bien pagas por hacerlo: Ignacio Ortiz
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Dos meses después de ganar seis Arieles, entre ellos mejor película y mejor director, el largometraje Cuento de hadas para dormir cocodrilos, de Ignacio Ortiz, aún no tiene distribuidora. La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, explica el realizador, está en un punto en el que trata de rescatar los valores cinematográficos de los filmes "que no precisamente es el comercial".
Ortiz señala que "en esta raquítica producción mexicana de pronto se radicalizan las cosas y finalmente el Ariel está valorando la calidad de las cintas" y agrega "me parece bien que no se dirija a lo comercial" a aquello que tiene garantías de convertirse en un éxito de taquilla. Hasta ahora Cuento de hadas para dormir cocodrilos se ha exhibido en el Festival Franco Mexicano de Acapulco, la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional y en la Muestra de Cine Mexicano de Guadalajara, donde fue premiada por mejor dirección de arte y obtuvo el reconocimiento de la crítica como mejor película mexicana.
Encontrar un distribuidor, aun con varios galardones en su haber, "es un proceso complejo. Los distribuidores, que son señores que hacen su empresa para ganar dinero, andan un poco dudosos, pero estamos en tratos con algunos de ellos, estamos viendo qué corrida le conviene a la película, porque no creo que le convenga una corrida masiva, tienen que ser pocas copias. Estamos en tratos con Imcine para que sea también codistribuidor".
El número ideal de copias para su exhibición comercial, considera, sería de veinte porque con un número mayor "no sé si aguanten los cines. Tengo mis dudas, creo que 20 copias son el número que puede funcionar". Las distribuidoras grandes, aquellas que trabajan con más de cien copias, no están convencidos porque hay dudas acerca de la recuperación del dinero que invertirían, precisa Ortiz quien trabaja en el guión de su nueva cinta, Mezcal, la cual confía en filmar el próximo año.
Sin embargo, reconoce que obtener dinero para esta película "va a ser otro viacrucis" y tendrá que buscar apoyo en países como Francia, Holanda o el festival de Sundance, ya que en México el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad no tiene recursos financieros.
"Del cine no sobrevives. El cine pagas por hacerlo, es un lujo de pocos" dice Ortiz, quien a la par de su trabajo como director da cursos en el Centro de Capacitación Cinematográfica y "otras cosas paralelas al cine".