La dependencia reducirá sus dimensiones; el gremio deberá cambiar
SEP y SNTE suscribirán un pacto para hacer de la educación motor del cambio
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La Secretaría de Educación Pública (SEP) tendrá en adelante "dimensiones reducidas", mientras que el sindicato magisterial deberá cambiar y profundizar entre sus agremiados una cultura sindical "democrática" y respetuosa de los derechos individuales y colectivos, señalan los acuerdos del Compromiso Social por la Calidad de la Educación que suscribirán el jueves ambas entidades.
Tras un año y cinco meses de que el SNTE propuso el acuerdo, la SEP y el gremio magisterial firmarán una serie de compromisos para hacer de la educación el "motor de cambio" del país, pues el sistema educativo actual, reconocen, carece de las condiciones para responder a las necesidades de las nuevas generaciones.
En el acuerdo, que será presentado en el Museo Nacional de Antropología e Historia, estarán incluidos los gobiernos estatales, los legisladores, padres de familia, universidades, empresarios y organizaciones ciudadanas.
Según el documento, cuya copia tiene este diario, el magisterio asume "sin condiciones" el compromiso de que los educandos, aun aquellos con limitaciones, pueden lograr el éxito escolar. Este punto suscitó fuerte debate en las negociaciones, pues el SNTE condicionaba los buenos resultados en el aula a que los centros educativos contaran con infraestructura, materiales y recursos necesarios, y que los docentes tuvieran libertad para innovar en sus clases.
El texto identifica varias fallas en el sistema educativo: enfoques centrados en la enseñanza, administración burocrática, planes y programas de estudios inadecuados, falta de instrumentos para evaluar, poca participación social e insuficiencia de recursos económicos públicos y privados destinados a la educación.
Según el texto, la SEP se compromete a "mejorar radicalmente" la gestión del sistema educativo nacional y a cumplir "eficazmente" su función rectora y coordinadora de la educación, por medio de una "estructura redefinida y con dimensiones reducidas".
Acepta fijar estándares de aprovechamiento para evaluar los resultados del aprendizaje y crear mecanismos de planeación que permitan la asignación de recursos públicos con equidad y mediante criterios transparentes.
Por su parte, las autoridades educativas de los gobiernos estatales convienen "romper la verticalidad y el exceso de normas" en el sistema educativo, así como promover mayor participación social.
Los legisladores se comprometen a "ejercer con responsabilidad" su función para garantizar el derecho a la educación y asignar presupuestos adecuados.
El magisterio conviene trabajar con centros de investigación y desarrollo de excelencia para poner al día sus conocimientos y formación pedagógica. Para promover el cambio de la educación, aceptan tener una relación "respetuosa, clara, transparente y propositiva" con las autoridades.
Las universidades aceptan diseñar sus programas de docencia, investigación y difusión cultural en forma articulada y coordinada con las autoridades educativas.
Los empresarios se hacen "corresponsables" del esfuerzo educativo mediante su participación en programas para elevar la calidad, contribuir a la equidad, fomentar vínculos de las instituciones educativas y los centros de investigación con el mundo laboral, impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y promover programas de desarrollo y certificación de competencias laborales.
Otros dos sectores que adquieren compromisos son las organizaciones ciudadanas y los padres de familia, quienes buscarán estar cerca de la escuela y participar en los procesos educativos.