Agradece "en nombre de la Francia del subsuelo"
El líder antiglobalización José Bové, libre; lo reciben unos 600 simpatizantes
AFP Y REUTERS
Villeneuve-les-maguelonne, Francia, 1o. de agosto. El agricultor francés y líder antiglobalización, José Bové, condenado a tres meses de cárcel por una protesta antiestadunidense en 1999, salió hoy de la cárcel de esta localidad del sur de Francia, entre 
vítores de más de 600 personas.
Bové, quien perdió más de diez kilos debido a una huelga de hambre que mantuvo durante su detención, purgó 44 días de cárcel correspondientes al resto de su condena de tres meses por haber desmontado las obras de construcción de un restaurante McDonald's en la localidad de Millau, en una acción de protesta contra "la comida basura" y la decisión de Estados Unidos de aplicar impuestos a varios productos agrícolas europeos, como el queso roquefort y el foie gras.
Inmediatamente después de su liberación, Bové denunció las condiciones carcelarias en Francia, ironizando sobre los términos empleados por el primer ministro conservador Jean Pierre Raffarin, quien dice querer representar a la "Francia de abajo".
"Les agradezco, no en nombre de la Francia de abajo, sino de la Francia del subsuelo, en nombre de mis amigos los presos, sea lo que sea que hayan hecho", dijo. La situación de los detenidos "no es sólo una privación de libertad, sino también la negación misma de la persona como ser humano. Un país que permite esto no es digno de ser el país de los derechos humanos", agregó.
Durante su detención, el carismático líder antimundialización se consideró "prisionero político" y la Confederación Campesina, a la que pertenece, habló de "ensañamiento político y judicial" en su contra.
La ejecución de la condena de Bové había sido postergada para no perturbar el debate electoral antes de los comicios presidenciales y legislativos en abril, mayo y junio pasados.
Inmediatamente después de las legislativas francesas que dieron un triunfo aplastante a la derecha, Bové debió cumplir su condena, algo que ciertos analistas vieron como señal de advertencia o intimidación al movimiento sindical.
Una vez liberado, el dirigente antiglobalización podría tener nuevos problemas con la justicia por la destrucción de plantaciones de maíz modificado genéticamente.
