Las cuentas, expuestas a fraudes, revela funcionaria de la CE
También en la Unión Europea incurren en ilegalidades contables
La ex jefa de contabilidad de la Comisión Europea será sancionada por haber declarado que el presupuesto de la Unión Europea está "totalmente expuesto a fraudes", a pesar de que documentos de auditoría respaldan sus aseveraciones, informó el diario británico The Independent.
Marta Andreasen, destituida del cargo en mayo, surgió como la figura central de este escándalo al declarar ayer que el sistema de contabilidad de la Unión Europea está "fuera de control". La comisión reaccionó de inmediato y descalificó el trabajo de Andreasen. El comisionado de presupuesto de la UE, Michaele Schreyer, declaró que el nombramiento de la ex jefa de contabilidad fue "un error" porque generó tensiones con otros funcionarios.
Por lo pronto, esta discusión, orquestada con apoyo de representantes conservadores del Parlamento Europeo, puso a los funcionarios de Bruselas a la defensiva y despertó dudas sobre las reformas promovidas desde hace tres años por el vicepresidente de la Comisión Europea, Nel Kinnock.
Andreasen, española de nacimiento y confinada a un cargo de menor nivel, rehusó firmar las cuentas correspondientes a 2001 y sus quejas han despertado interés debido a los recientes casos de contabilidad fraudulenta en Estados Unidos. El miércoles declaró que había fallas "serias y evidentes" en el manejo del presupuesto, debido al incumplimiento de los estándares más elementales de contabilidad.
Estas declaraciones coinciden con las observaciones contenidas en un documento de la Corte de Auditoría de la UE, cuyos integrantes advierten que las fallas de procedimiento y del sistema de cómputo, entre otras, ponen en entredicho la confiabilidad del sistema contable. La Corte ha denunciado estas fallas desde 1999, pero la Comisión no ha hecho nada por resolverlos y sólo ha respondido que reconoce las debilidades y que reformará el sistema con una nueva regulación financiera.
Andreasen ha señalado que el sistema de cómputo de la Comisión Europea, Sincom II, no es el más adecuado para la contabilidad y además permite que cualquier usuario pueda alterar cifras sin ser detectado. Como jefa de contabilidad, aseguró, le pidieron que aprobara cuentas que no habían sido verificadas. Aunque la Comisión negó las acusaciones, otras fuentes señalan que los auditores que han revisado el sistema sí han podido alterar cifras sin ser detectados.
Aunque todas las partes parecen coincidir en el diagnóstico del problema, Andreasen está en total desacuerdo con la solución propuesta por las instituciones. Sin embargo, la controversia también se concentra en la credibilidad de la denunciante, quien hace dos años fue suspendida como jefa de la división de contabilidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La sanción que se aplicará a Andreasen se basa en el hecho de que rompió los códigos de la Comisión Europea al denunciar las presuntas anomalías directamente ante representantes del Parlamento Europeo, en lugar de usar los canales institucionales. Sin embargo, aun si se determina que rompió las reglas, algunos dudan que aplicarle un castigo sea lo más prudente.
DAVID ZUÑIGA