El FMI considera urgente un préstamo para el país; soslaya ayuda a Argentina
Protestas y saqueos en el tercer día del feriado bancario en Uruguay
Marchan miles en protesta por la iniciativa de ley que prevé fuertes recortes al gasto público
Detienen a 20 personas y un policía resulta herido durante robos masivos a supermercados
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 1o. de agosto. El Fondo Monetario Internacional (FMI) negociaba este jueves "de manera urgente" una ayuda para Brasil y Uruguay, donde se produjeron protestas y saqueos durante el tercer día de feriado bancario, pero dio la espalda nuevamente a Argentina, que instó a los organismos multilaterales a abandonar su pasividad y ayudar a estabilizar la región.
Misiones de los gobiernos brasileño y uruguayo se encuentran en Washington negociando intensamente los términos de la ayuda del FMI, tras una fuerte devaluación del real en días recientes y el cierre de bancos de Uruguay para evitar la fuga de depósitos.
El gobierno del presidente uruguayo, Jorge Batlle, enfrentó hoy una marcha de unas 10 mil personas que protestaron contra una iniciativa de ley que prevé fuertes recortes al gasto público, y en demanda de soluciones a la crisis bancaria, que podría termina con varias instituciones fusionadas y despidos.
La marcha fue parte de una protesta nacional convocada por la central obrera del país, que promovió además un paro de 4 horas en reclamo de la instalación de un diálogo nacional para enfrentar las turbulencias de la crisis económica.
En este marco, una ola de saqueos de supermercados estalló por la noche en barrios pobres, con saldo de 20 detenidos y un policía herido. El gobierno indicó que los atracos fueron acciones "premeditadas", y señaló que si ello "fuera un problema de hambre, este no es el camino conducente, pues se ha desarrollado en el país una respuesta solidaria".
Uruguay negocia en la capital estadunidense una asistencia de mil 500 millones de dólares que le permita reiniciar las actividades bancarias a partir del próximo lunes y devolver la confianza a los ahorradores.
Battle ordenó el martes un feriado bancario, que luego extendió hasta el viernes, para evitar la fuga masiva de capitales, ante la alarmante caída de las reservas del Banco Central, que se ubicaban hasta hace una semana en 750 millones de dólares.
El ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, propondrá el viernes al Parlamento un proyecto de ley que fortalezca el sistema financiero y permita reanudar la actividad bancaria. Sin embargo, fuentes parlamentarias advirtieron que el nerviosismo aún no se disipa, por el contrario, en caso de que se levante la suspensión sin tener medidas que reafirmen la confianza a los ahorradores, la "hemorragia" de capitales no se detendrá.
El FMI consideró urgente enfrentar la situación de Uruguay, pero declinó confirmar sobre un "inminente" apoyo financiero, dijo el portavoz Tom Dawson, y reconoció que "ese país es una víctima inocente de la crisis que afectan a sus vecinos, pero aún las víctimas inocentes deben tomar medidas".
Aunque el FMI insiste en que no hay "contagio" por la crisis argentina en la región, el organismo negocia préstamos con representantes de los gobiernos de Uruguay, Brasil y Argentina.
Dawson dijo que el FMI se encuentra en conversaciones con Brasil para ampliar el actual acuerdo crediticio hasta fines de 2003, pero rehusó comentar si va a otorgar dinero adicional.
Cualquier acuerdo potencial con la primera economía de Latinoamérica requeriría "un entendimiento" de que los candidatos a las elecciones presidenciales de octubre mantendrán las políticas básicas acordadas a cambio de los fondos.
Los analistas sostienen que la fuerte devaluación de la moneda brasileña, el real, es presionada por los inversionistas ante las preferencias de los brasileños por el candidato de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva, un crítico de los organismos multilaterales. Lula reiteró su disposición para dialogar con el actual gobierno sobre un nuevo acuerdo de ayuda financiera.
El anuncio de que el FMI ampliará el acuerdo crediticio y el tono conciliador del candidato provocó una fuerte apreciación del real de 10 por ciento y rompió así ocho jornadas consecutivas de derrumbe.
Por su parte, el gobierno argentino reclamó a los organismos multilaterales que presten mayor atención a la "preocupante" situación económica en Sudamérica y dijo que de las 10 naciones con mayor índice de riesgo país, siete son de la zona.
No son casos aislados
El secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, aseguró que no se debe ver la situación en Argentina, Brasil y Uruguay "como si se trataran de casos aislados, sino que es una realidad que hay que mirar como un todo".
"Pensamos que el FMI debe acelerar sus tiempos y, en concreto con nosotros, en nuestro caso en particular entendemos que debe apurar el acuerdo para que esa también sea una señal positiva de fortalecimiento en la región", dijo el jefe de gabinete Alfredo Atanasof.
Una misión de técnicos del fondo se encuentra en Buenos Aires, pero en semanas recientes no ha habido señales de avances.
En Washington, el secretario del Departamento del Tesoro, Paul O'Neill, reiteró la posición de su gobierno a que se apoye financieramente a Uruguay y Brasil y se dijo ansioso por que el FMI concluya un acuerdo con Argentina.
"El equipo económico en Brasil ha hecho un trabajo remarcable al mantener políticas monetarias y fiscales sanas", afirmó O'Neill, y añadió que Uruguay merece el "apoyo continuo" de la comunidad internacional.
Señaló que "los argentinos han sufrido las turbulencias económicas y estamos ansiosos por ver que la nación regrese a la estabilidad", sostuvo el funcionario, quien viajará a Buenos Aires la semana próxima.