Triunfo de la unidad
Festejan en Atenco con vivas a Zapata y cantos a la Virgen
MARIA RIVERA ENVIADA
San Salvador Atenco, Mex., viernes 2 de agosto. Atenco es una fiesta. Entre cánticos a la Virgen María y el ya clásico "Zapata vive", el municipio que encabezó la resistencia contra los decretos expropiatorios del 22 de octubre de 2001 para la construcción del nuevo aeropuerto internacional, festejó la derogación de los mismos, pero los campesinos concluyeron también que el neoliberalismo no es invencible, porque los pueblos con unidad y convicciones lo pueden detener.
Todo mundo participó en esta lucha, explicaba David Pájaro, dirigente del movimiento. "Las mujeres, los hombres de Atenco, la comunidad, la sociedad civil y los medios de comunicación jugaron un papel muy importante en la derogación, pero es necesario que esta hermandad continúe para sacar a esta región del olvido."
Este triunfo popular, agregó, es un precedente de que el modelo que considera al dinero como prioritario ya no funciona, se debe tomar en cuenta a las personas antes de decidir. El México de la imposición ya terminó.
Por su parte, Martha Pérez, lideresa del movimiento de resistencia, explicó que este no es sólo un triunfo de San Salvador Atenco, "lo que ha triunfado es la dignidad humana por encima del neoliberalismo que se quiere imponer a todos nuestros pueblos campesinos".
Nosotros no podíamos permitir que nos arrancaran nuestra vida, ahora más que nunca empezará el resurgir de nuestras raíces para encabezar un cambio. A media noche los campesinos realizaron una marcha, una de las paradas fue la colonia Francisco I. Madero, del municipio de Atenco, de donde era originario José Enrique Espinoza, el ejidatario muerto a raíz de los golpes que recibió el 11 de julio.