ASTILLERO
Julio Hernández López
SIGUE LA GRANDE DUDA aunque ya el Santo Padre de nuestras tierras se ha ido (dejándonos no sólo su corazón, sino a un repetidor de lujo de sus frases, como fue el Presidente de la República en una oportunista conferencia ventrílocua de prensa organizada a todo vapor en cuanto el Papa ya había montado en su avión, en la que la canonización de Juan Diego fue clasificada casi como un logro del gobierno federal). Misterios divinos que corroen el alma de los escépticos profesionales: ƑSu Santidad recibió de verdad a la señora Marta, o todo ha sido nuevamente un juego de apariencias y simulación, al estilo de la presunta audiencia habida en aquella visita de octubre del año pasado al Vaticano de la que tampoco se ha tenido hasta ahora mayor testimonio que la palabra de la propia interesada? ƑPor qué llegó solo el Presidente, sin la esposa que habría de acompañarlo a la cita con Juan Pablo II en la nunciatura apostólica? ƑPor qué esos juegos de cineastas aficionados, metiendo a escena un auto de vidrios polarizados en el que según eso habría llegado por separado la esposa que ha resultado incómoda para el protocolo vaticano y que no se dignó bajar ni siquiera un centímetro cómplice de esos vidrios ante mortal alguno para que tomara constancia de que ciertamente se encaminaba al encuentro ahora bajo sospecha? ƑPor qué no hay un solo testigo de esa presunta reunión (que se habría realizado 20 minutos antes de la hora a la que se había citado a los periodistas), y por qué las gráficas y videos disponibles muestran nada más al Presidente de la República y al jefe del Estado Vaticano?
Y AUN MAS: ƑPOR QUE la urgencia de la propia señora Marta de dar una entrevista "exclusiva" en la que se apresuró a asentar que sí había acompañado a su esposo al encuentro con el Sumo Pontífice? El encabezado de la citada entrevista, publicada en El Universal, es altamente sugerente: "Estuvimos los tres hablando de México: Marta Sahagún". La señora de Fox habría precisado al reportero José Luis Ruiz: "Nada más estuvimos Vicente y yo con Su Santidad hablando sobre México, sus problemas y sus habitantes". El reportero añadió: "Ella misma contó que, sin testigos, conversaron durante 20 minutos con el Santo Padre, quien les obsequió un par de rosarios. 'šMéxico, México!', cuenta la primera dama, fueron las palabras que pronunció el Santo Padre en el encuentro que tuvo con nosotros". Y agrega el reportero: "El Presidente llegó a la residencia oficial a bordo de una camioneta blanca a las 18:40 horas. Minutos después, en un automóvil negro, arribó su esposa".
JUAN MANUEL VENEGAS, de La Jornada, no tuvo tantas certezas: "El hermetismo (respecto a esa reunión) se mantuvo hasta los últimos instantes, al grado de que la esposa del mandatario evitó ser vista por los informadores que hacen guardia en los alrededores de la representación vaticana. Nadie la vio entrar, pero trascendió que Sahagún utilizó un Grand Marquis negro, con vidrios polarizados, que llegó a la nunciatura segundos antes que la camioneta del presidente Fox. La prudencia con que se manejó la reunión causó que algunos medios electrónicos difundieran la noticia sin confirmar la presencia de la esposa del Presidente".
LOS PINOS, EN BOLETIN OFICIAL, aseguró, sin embargo, que la tal sesión tripartita sí se había realizado. En siete párrafos se dio cuenta de los amplísimos y complejos temas presuntamente tratados en menos de 20 minutos con el cansadísimo pontífice al que tanta verbosidad debió de haberle parecido todo un atentado (y no con pistolas lanzadoras de pelotas de plástico). Sólo una vez se mencionó en ese boletín, al principio, que el presidente Fox había estado "acompañado por su esposa, Marta Sahagún de Fox". Y hablando de informaciones oficiales, el vocero del Vaticano, Joaquín Navarro, dijo al ser interrogado por periodistas sobre la veracidad de que la señora Fox habría acompañado a su esposo para visitar a Su Santidad: "Prefiero no hablar de este tipo de temas, y considerar la visita como una visita de cortesía del Presidente al Santo Padre que se tenía que hacer y se hizo, y ahí no tendría nada más qué decir". (Por cierto, hay un dato que no es menor: el encuentro originalmente pactado habría de ser en el propio hangar presidencial, recién llegado el Papa a México. Ese sitio es, obviamente, territorio mexicano, donde lo que rigen son las leyes mexicanas que reconocen a la señora Sahagún como esposa de Fox y no de Manuel Bibriesca. Sin embargo, a última hora se anunció que se pospondría la reunión para realizarse al siguiente día en la nunciatura apostólica, territorio vaticano donde, obviamente, rigen las leyes de tal Estado, que no reconoce el matrimonio de los esposos Fox-Sahagún.)
PERO, POR ENCIMA DE esa sensación de que la presidenta de la fundación Vamos México se está especializando en actos de ilusionismo político, ha de reconocerse que en lo general tuvo una activa y brillante participación durante la gira mencionada. Apareció ante las cámaras de televisión haciendo santos aerobics (flexiones de rodillas e inclinación de cabeza ante las decenas de jefes católicos que frente a ella pasaban, después de saludar al Papa y al Presidente de la República). Ganó indulgencias religiosas, a fuerza de tanto besar anillos jerárquicos católicos, que le durarán cuando menos lo que resta del sexenio. Y demostró a todos, a sus correligionarios (Ƒo debe decirse correlegionarios?) y a sus adversarios, que a pesar de las intrigas, díceres y conjuras de la derecha extrema pudo doblegar a la diplomacia vaticana para que la aceptara como esposa del Presidente de México en todos los actos realizados en suelo patrio.
LO MALO DE TODO es que, por desgracia, la visita duró bien poquito. Y que a partir de hoy todo vuelve a la normalidad, con petroleros que posponen un mes la amenaza de huelga para que en ese lapso el gobierno disuelva el detallito ese del Pemexgate, con meloneros que han desistido de inmolarse pero seguirán insistiendo para que les resuelvan sus problemas, con cristianos no católicos, librepensadores, ateos y otros mexicanos sintiéndose ofendidos por el protagonismo subalterno del Presidente convertido en monaguillo, con una economía que parece crujir aunque las voces presidenciales de optimismo desbordado pretendan acallar esos ruidos insolentes, y con este tecleador que les anuncia a sus amados lectores que los dejará descansar durante una semana pues se tomará un reposo entre cubas libres, de tal manera que esta columneja volverá a publicarse el próximo lunes 12.
Fax: 55 45 04 73 [email protected]