Ofreció su discurso en favor de los indígenas, de los pobres y de los campesinos
El pueblo guatemalteco, ansioso de paz: Juan Pablo II
Decayó la fortaleza física que mostró en Canadá; tardó 30 minutos en descender del avión
REUTERS, AFP Y DPA
Ciudad de Guatemala, 29 de julio. El papa Juan Pablo II llegó este lunes a Guatemala en una visita de 25 horas para canonizar al primer santo centroamericano, pero a diferencia del vigor físico que mostró durante su estancia en Canadá, en esta ocasión utilizó una plataforma para descender del avión que lo transportó desde Toronto.
El jerarca católico llegó a las 14:20 local en un avión de la aerolínea centroamericana Taca, iniciando su tercera visita a Guatemala y la segunda etapa de su gira de 11 días, la número 97 y la más larga de su pontificado, que lo llevará también a México.
El Papa bajó del avión en un montacargas, más de media hora después del aterrizaje del avión. A su llegada a Toronto la semana pasada y a su partida este lunes, el pontífice, de 82 años y quien padece del mal de Parkinson y dolores por problemas de artritis, sorprendió al subir por sí mismo la escalerilla del avión.
El Papa polaco fue recibido en el aeropuerto internacional La Aurora de la capital guatemalteca por el presidente Alfonso Portillo. En un breve discurso pronunciado en el aeropuerto, Karol Wojtyla bendijo a los guatemaltecos, "especialmente a los pobres, indígenas y campesinos", que conforman la mayoría de los 12 millones de habitantes de este país.
Juan Pablo II afirmó que el pueblo guatemalteco está "ansioso de paz y reconciliación", y expresó su deseo de que Guatemala pueda "vivir y disfrutar de la dignidad que le corresponde", y llamó a lograr la paz tanto entre los propios guatemaltecos como con los pueblos vecinos.
Se declaró "alegre" de llegar por tercera vez como peregrino de paz y esperanza a esta "querida tierra guatemalteca", ocasión que, dijo, "aprovecho para dirigirme con afecto a las poblaciones indígenas y a las personas venidas de otros países latinoamericanos y de España".
También agradeció a Dios por permitirle "celebrar la canonización de un personaje tan querido y admirado por vosotros: el hermano Pedro, hijo de la isla canaria de Tenerife, quien impulsado por un gran espíritu misionero vino a Guatemala, entregándose en servicio con los pobres y necesitados".
Por su parte, el presidente Portillo saludó a Juan Pablo II como "un mensajero de paz, que llama a la reconciliación y a la tolerancia", en un país caracterizado por las exclusiones económicas y sociales.
"Usted es un símbolo de reconciliación de la humanidad. Usted visita una nación que hace grandes esfuerzos por superar su pasado y construir con fe y firmeza un futuro para todos los habitantes", indicó.
"Usted nos visitó en tiempos de guerra y ahora nos visita en tiempos de paz", añadió el mandatario guatemalteco, quien indicó que el desafío de Guatemala es construir una sociedad más democrática y equitativa.
El Papa, que permanecerá 25 horas en el país, canonizará este martes en la capital al beato Pedro de San José Betancourt -un misionero español del siglo XVII que cuidó enfermos, indígenas mayas y esclavos, y fundó una orden de religiosos-, en una misa a la que se espera que asistan 500 mil personas.
La agenda del jerarca de la Iglesia católica en Guatemala y México incluye muchas horas de descanso para que el pontífice, quien sufre del mal de Parkinson y de una artritis severa, pueda recuperar su fuerzas.
Una guardia militar, con banderas de Guatemala y el Vaticano, se formó en el aeropuerto para recibir a Juan Pablo II, donde estuvieron también presentes los jefes de Estado y de gobienro de Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Cuando Juan Pablo II visitó por primera vez Centroamérica hace dos décadas, la región entera estaba sumida en guerras civiles entre guerrilleros de izquierda apoyados por la Unión Soviética y Cuba, y conservadores de derecha respaldados por Estados Unidos.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, disminuyó la importancia estratégica de la región, aunque no los índices de pobreza. Se espera que en este viaje a la zona el Papa hable de las crecientes necesidades de los pobres.
Antes de la llegada de Karol Wojtyla, el presidente Portillo envió al Congreso una inciativa de ley para abolir la pena de muerte, que favorecerá a 36 sentenciados a morir por inyección letal, ante pedido del Papa.
"Ha sido presentada al Congreso una iniciativa por medio de la cual tiende a abolirse la pena de muerte, conforme al precepto contenido en el artículo 18 de la Constitución", dijo en conferencia de prensa el secretario general de la Presidencia, Luis Mijangos.
Durante la primera visita del Papa a Guatemala, en 1983, el entonces presidente de facto Efraín Ríos Montt desafió un ruego papal y levantó olas de críticas en todo el mundo al ejecutar a seis personas tres días antes de la llegada de Karol Wojtyla.