lunes 22 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Es la opción más importante para que los jóvenes cursen estudios superiores
La primera generación de profesionistas en familias tlaxcaltecas se forma en la UAT
q El 52.4% de los egresados aún no se titula, mientras que el 47% se incorpora a la planta laboral un semestre antes de concluir su carrera

Eloy G. Alfaro n

Ocho de cada 10 alumnos que egresan de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), si volvieran a tener que cursar estudios de este nivel, los realizarían en su alma mater, revela un estudio realizado bajo la asesoría y metodología de la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) bajo el patrocinio del Programa Integral para el Fortalecimiento Institucional (PIFI1), cuya copia está en poder de La Jornada de Oriente
El estudio se realiza con estudiantes que ingresan en 1992 y 1993 y concluyen sus estudios en 1997 (60.7%) y en 1998 (38.2%); esto es, se refiere a generaciones de jóvenes que ingresaron en un mismo año, realizaron sus estudios y egresaron como parte de una misma generación. Se entrevistó al 80% de los egresados de 20 carreras, lo que determinó que sea representativa de esa generación, pues resultó casi un censo. El trabajo fue realizado por un grupo de 20 profesores de tiempo completo, capacitados por la Anuies, auxiliados por 57 estudiantes que aplicaron 662 encuestas domiciliarias.
El 69% de los egresados del estudio son mujeres; 31% hombres, 53% solteros, 47% casados, y el 90% cuenta entre 26 y 30 años. El 80% de ellos nació en Tlaxcala, lo que demuestra que la UAT tiene una relación significativa con su entorno, al atender la demanda de educación superior de los jóvenes tlaxcaltecas; lo que es aun más determinante es que éstos constituyen la primera generación de profesionistas en los hogares tlaxcaltecas, ya que el 90% de los padres de familia no cuenta con estudios de este nivel.
Un 19% de los padres de familia de los egresados trabaja por cuenta propia; 26% son empleados, 12% trabajadores no calificados, y 14% son ejidatarios o jornaleros agrícolas. Los ingresos que registran las familias en el 83% de los casos son menores a 10 mil pesos mensuales; 55% percibe menos de cinco salarios mínimos, a pesar de que en el 50% de los hogares trabajan el padre y la madre. El 75% de los padres de familia vive en casa propia; el 15.3% en casa rentada, y el 9.2% en casa prestada.
Resulta trascendente el hecho de que el 84% de los jóvenes realizó sus estudios de nivel básico, medio y medio superior en instituciones públicas y el 93.2% los realiza en escuelas ubicadas en el territorio tlaxcalteca. En el 70% de ellos, su trayectoria escolar, antes de ingresar a la universidad, registra un promedio de calificaciones mayor de ocho, y el 61% mantiene y egresa con ese mismo promedio de las aulas universitarias. En razón de que el 91.2% de los jóvenes dedica tiempo completo a los estudios, el 72% de ellos fue mantenido por sus padres.
De los 662 egresados estudiados, el 47.6% es titulado y el 52.4% se mantiene como pasante; de los que optaron por el grado académico, un 15% lo realiza el mismo año de egreso. El trabajo de tesis sigue siendo la opción mas socorrida (23%); le sigue el examen general de conocimientos (10%), y se incrementa, de manera significativa, el de excelencia (8.3%).
El 81.6% de los egresados que estudian en la UAT lo hace en la primera de sus opciones; del restante 18.4%, el 39% elige cursar sus estudios en una institución pública. Así también, el 72% lo hace en la carrera que elige como primera opción.
¿Por qué deciden
estudiar en la UAT?
El 20.5% lo hace por el prestigio de la institución; un 20.2% porque la carrera sólo se ofrece en esa institución, y el 25.2% por la cercanía geográfica a su domicilio. La razón para estudiar la carrera, según los encuestados, es por tener vocación y habilidades personales (48.9%), porque es de alta demanda en el mercado laboral (11%), por el plan de estudios que ofrece (9.5%), y sólo el 7.9% por el prestigio de la institución. Destaca el hecho de que el 47% de los egresados, mientras se encuentra en el último semestre de la carrera se incorpora al mercado de empleo, el 47.1% trabaja durante el ultimo año de la carrera coincidiendo en el 21.5% de los casos el trabajo con sus estudios, y solamente el 10.3% esta coincidencia es nula. Al finalizar sus estudios el 76.6% busca trabajo y el 47.6% logra su incorporación -el 40% en menos de seis meses-; ello significa que de cada 100 egresados, 76 buscan trabajo y 50 lo encuentran en menos de seis meses, teniendo en cuenta que 24 de cada 100 en la mayor parte son mujeres que dejan la profesión en segundo lugar, ya que el matrimonio, la maternidad y el hogar se convierten en la prioridad para ellas.
Para hallar un lugar en el mercado laboral es necesaria la recomendación de un amigo o familiar (11.6%), la invitación expresa de una empresa o institución (10.4%), contar con el título (15.7%), aprobar los exámenes de selección (17.5%) y, sobre todo, aprobar las entrevistas formales (27.2%); cabe señalar que el prestigio de la institución influye poco (31.6%), aunque facilita (31.6%) en algo el proceso de encontrar empleo.
Actualmente, el 85.3% de los egresados de esta generación se encuentra trabajando: el 69.6% como empleados, el 10.6% como propietario de su propios negocio y el 5.1% se desempeña como profesional independiente. El 48.3% labora en instituciones públicas y el 37% en privadas; el 60% cuenta con trabajo estable.
En el contexto de sueldos, esto no es ajeno a lo que se registra en la entidad: el 60% gana menos de cinco salarios mínimos, el 19.5% entre seis y 10 salarios mínimos, y el 11.8% más de 10 salarios mínimos; estos últimos van de 13 mil a 100 mil pesos mensuales. En el 47% de los egresados que trabajan existe total coincidencia entre la profesión que estudian y la labor que desempeñan; en el 17.2% existe mediana coincidencia, y en el 6% baja coincidencia, y solamente en el 10.1% la coincidencia es nula.
Los egresados de la UAT que laboran lo hacen en la industria de la construcción (1.1%), en servicios bancarios (1.4%), en el sector primario (2.3%), en la industria de la transformación (5.9%), en el sector comercio (6.9%), en servicios profesionales y técnicos (7.6%), en servicios de gobierno (15.1%), en servicios de salud (17.5%) y en servicios de educación (19.5%). Comparativamente entre el empleo que tenían con el que actualmente tienen como profesionales el 52% afirma que mejora, el 13.3% está igual y sólo el 2.7% empeora, situación que se refleja en la percepción salarial, ya que el 54% afirma haber mejorado, el 13.4% está igual y el 3.8% está peor.
Los resultados de la encuesta determinan que la UAT mantiene una relación muy estrecha con su entorno, ya que ocho de cada 10 estudiantes son nacidos en Tlaxcala y es restantes son gente avecindada en la entidad, pues los foráneos no llegan a significar ni el 10% del total de los alumnos inscritos.
Como puede observarse, el prestigio de la institución influye poco (20.5%) para que los alumnos decidan estudiar en esa institución y también es relativa la influencia para obtener empleo (31.6%), lo que determina que el trabajo promocional que las carreras, departamentos, coordinaciones, secretarías y rectoría realizan de manera aislada poco impacto tienen al no estar enmarcadas en la creación y reforzamiento de una imagen institucional que contribuya al prestigio de la institución y de los egresados.
En muchas instituciones privadas los jóvenes deben su primera oportunidad laboral al prestigio de la institución de la que egresan; en el caso de los egresados de la UAT la selección, el tránsito, el egreso y la incorporación al mercado de trabajo, según la percepción de los egresados, es más producto del trabajo y esfuerzo individual que del trabajo académico, colegiado e institucional que se produce en la universidad.