Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 19 de julio de 2002
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Espectáculos

Leonardo García Tsao

Chatarra reciclada

Llega nuevamente la temporada de tocar el blues del verano, según Eddie Cochran, que en efecto no tiene cura si a la cartelera de cine nos referimos. Si uno ya vio las sobrinas de la Muestra o del Festival de Verano, no se resigna a ver productos infantiles o se niega a que la Fuerza lo acompañe por quinta ocasión, queda el refugio de la chatarra de algún género predilecto. Ese es el caso de El huésped maldito, del director británico Paul Anderson.

Basada en un juego de video -al igual que una anterior película de Anderson (Mortal Kombat, 1995)-, esta mezcla derivativa de horror y ciencia ficción repite el esquema del grupo de personas atrapadas en un medio hostil, habitado por seres monstruosos. En este caso, un equipo de soldados penetra las instalaciones científicas de algo denominado el Panal donde, tras la propagación de un virus letal, la computadora llamada la Reina Roja ha sellado el complejo y eliminado con gas a todos los empleados; estos reviven a causa del virus, convertidos en zombis antropófagos. Vaya, es una fórmula tan vieja como el relato de la mansión embrujada, del que algunos juegos de video se han apropiado por su simpleza: uno debe matar a los monstruos para evitar que lo maten a uno.

El juego de Anderson consiste en reciclar un buen número de elementos genéricos. Para empezar, El huésped maldito plagia sin pudor el concepto de los Muertos vivientes de George A. Romero; de hecho es una copia bastante desvergonzada de la tercera entrega de su trilogía, Day of the dead (1985, nunca estrenada aquí), al grado de concluir con imágenes apocalípticas muy similares a las utilizadas por Romero al inicio de su cinta. Pero como es una producción de presupuesto A -aunque de espíritu B- no se atreve a emular los delirios gore conseguidos por el especialista Tom Savini, por los cuales la metáfora de una sociedad que se devora a sí misma era llevada a su extremo gráfico.

Otra deuda importante es con la serie Alien, inevitable punto de referencia para el género desde los 80. Quien desempeñará las acciones más heroicas será una mujer (Milla Jovovich), experta en artes marciales y manejo de armas, secundada por una soldado (la malhumorada Michelle Rodríguez) que es una réplica exacta del personaje de Vázquez, de Aliens: el regreso (1986). Para mayor alusión aparece un monstruo mutante, obviamente inspirado en los diseños de H.R. Giger.

Cumpliendo otro lugar común, la ciencia es vista con suspicacia. Aquí los villanos son la ingeniería genética y viral, financiados por uno de esos consorcios amorales siempre interesados en desarrollar nuevas armas. Por supuesto, la Reina Roja es una descendiente directa del HAL 9000 kubrickiano; la computadora se convertirá en la principal antagonista de los humanos, retándolos con una voz de niña inglesa pedante (tal vez el único hallazgo de la cinta).

Anderson resuelve las acciones alternadas de ataque y huida con la truculencia esperada. Cada vez que un personaje voltea una esquina o entra en un espacio nuevo se anticipa la aparición repentina de una amenaza rugiente. Pero se pone melindroso cuando la violencia podría alcanzar niveles de caricatura cruel. Así, desperdicia el potencial macabro de ese rayo láser que funciona como una especie de Moulinex para dejar a sus víctimas cortadas en cubitos.

Si bien el realizador rinde a veces tributo al juego de video inspirador -algunas pantallas informan del tiempo restante, así como muestran mapas de las instalaciones- no consigue recrear la emoción de situar al espectador en el centro de la acción. El huésped maldito es del tipo de entretenimiento banal que uno preferiría experimentar con un mouse o un teclado en las manos.

EL HUESPED MALDITO

(Resident Evil)

D: Paul Anderson/ G: Paul W.S. Anderson, basado en el juego de video homónimo de Capcom/ F. en C: David Johnson/ M: Marco Beltrami, Marilyn Manson/ Ed: Alexander Berner/ I: Milla Jovovich, Michelle Rodríguez, Eric Mabius, James Purefoy, Martin Crewes/ P: Constantin Film - New Legacy, asociado con Davis Films e Impact Pictures. Alemania - Gran Bretaña - Francia, 2002.

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