La acción, "un auto político que implica el acoso de la coalición",
sostiene Otegi
Embarga Garzón cinco sedes de Batasuna
Sensible disminución del "apoyo total" de la población vasca
a ETA, revela encuesta
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 18 de julio. El juez de la Audiencia Nacional,
Baltasar Garzón, ordenó hoy el embargo de cinco sedes de
la coalición de la izquierda independentista vasca, Batasuna, considerada
brazo político de ETA, en una medida calificada de "auto político"
por la directiva abertzale (nacionalista).
De este modo, el magistrado español ya ha inmovilizado
109 cuentas bancarias, 75 herriko tabernas y cinco inmuebles de
la formación radical.
El
auto de Garzón se inscribe en la decisión adoptada hace dos
semanas en la que consideró que Batasuna, como "responsable civil
solidaria" de los actos de violencia callejera en el País Vasco,
tenía que pagar una fianza de 24 millones de dólares.
Esta vez, Garzón ordenó el embargo al considerar
que "han realizado una serie de negocios simulados en la búsqueda
de los mayores beneficios de sus titulares, aprovechando para ello a dichas
entidades, legalmente constituidas con el único propósito
de ocultar la real detentación de su patrimonio para hacer imposible
que terceros o ajenos pudieran reconocer la verdadera titularidad de los
bienes embargados".
Los bienes afectados por esta decisión judicial
son una sede de Batasuna en San Sebastián; un solar ubicado en Rentería
(Guipúzcoa); la sede de Batasuna en Vitoria, un pabellón
industrial ubicado en el Polígono de Santa Agueda, en la carretera
de Izorroza a Castrejana, y un inmueble que figura a nombre de Mesal/Martzelianoetxea
Sal, "incluida en el proyecto Udaletxe de ETA como proyecto exclusivo
de HB" (Herri Batasuna, antecesora de Batasuna).
El vocero de la Mesa Nacional de Batasuna, Arnaldo Otegi,
caracterizó la decisión de Garzón como un "auto político
que implica el acoso y derribo" de la coalición abertzale.
Indicó que la organización no tiene propiedades,
"ninguna de las embargadas es nuestra. Hay que recordar que lo mismo ocurre
con las herriko tabernas, que no son de Batasuna, sino propiedad
de los pueblos y los barrios afectados".
Destacó que "esta situación es muy similar
a la que se vivió durante la dictadura de Primo de Rivera" y subrayó
que "la ley de confiscación ya fue utilizada por (el ex dictador
Francisco) Franco", y preguntó al moderado Partido Nacionalista
Vasco (PNV, en el poder regional) y a Eusko Alkartasuna (EA) qué
esperan para reaccionar contra "esta nueva agresión".
Euskobarómetro
El gobierno vasco dio a conocer hoy los resultados del
Euskobarómetro de los seis meses anteriores, en el que como
tendencia más destacada figura la sensible disminución del
"apoyo total" de la población vasca a la organización armada
ETA, que según los datos difundidos no supera "uno por ciento",
cuando en 1981 era de 8 por ciento.
El apoyo a la violencia entre el electorado de Batasuna
retrocede "significativamente" al pasar la "justificación crítica"
del terrorismo de 66 a 12 por ciento, mientras que simultáneamente
en este grupo crece de 32 a 72 por ciento la opción de quienes apoyan
los "fines" de ETA pero no los "medios", según explicó Francisco
Llera, responsable del estudio estadístico.
El mismo informe permite constatar que la ley de partidos
políticos, creada ad hoc por el Ejecutivo español,
del conservador José María Aznar, para declarar ilegal a
Batasuna, es ampliamente rechazada en la región, al considerarla
"desaconsejable, perjudicial y antidemocrática".
En otro asunto, los tribunales españoles condenaron
a 33 años de prisión a los presuntos miembros de ETA encontrados
culpables del asesinato a tiros en 2000 del dirigente socialista Ernest
Lluch, ex ministro durante los gobiernos socialistas de Felipe González
y un firme defensor de la negociación política para lograr
una resolución en el conflicto vasco. Los condenados son José
Ignacio Krutxaga, Lierni Armendáriz y Fernando García Jodra.