Declina opinar sobre el caso de los campesinos nayaritas contratados en Arkansas
En EU los derechos laborales son iguales para residentes legales o ilegales, asegura Davidow
Los beneficios de la justicia estadunidense no se tienen en todo el mundo, sostiene
ELIZABETH VELASCO
Los ciudadanos que radican en Estados Unidos legal e ilegalmente gozan de los mismos derechos laborales, aseguró el embajador de ese país en México, Jeffrey Davidow.
Al preguntarle sobre el caso de campesinos nayaritas que con visa legal laboran en una compañía de Arkansas, Estados Unidos, donde su vida esta en peligro por el manejo inadecuado de tóxicos, entre otras serias irregularidades, declinó opinar sobre el caso hasta no tener elementos.
No obstante, arguyó que "en cualquier país del mundo habrá casos de trabajadores cuyos derechos sean violentados, pero lo importante es que hay mecanismos para que puedan conseguir los beneficios de la justicia".
Citó como ejemplo un caso en el estado de Maine, en donde migrantes mexicanos acudieron a la justicia estadunidense para reclamar sus derechos, "recibieron mucho dinero a su favor, y eso es lo más importante".
En ese sentido -argumentó el ex embajador en Venezuela- "podría afirmar que los beneficios de la justicia existen en Estados Unidos y me atrevería a decir que no se da en todos los países del mundo".
En relación con los campesinos nayaritas, éstos han presentado varias quejas porque han sido obligados a entregar al propietario de la compañía Grano Forestation sus títulos de propiedad de automóviles y casas, como garantía de que permanecerán nueve meses trabajando para la empresa.
A cambio, la compañía les ofreció condiciones de vivienda en una casa móvil de tres recámaras donde habitan 13 personas en condiciones insalubres, y son sometidos a jornadas de trabajo extenuantes que van de las 5 de la mañana a las 6 de la tarde, de lunes a sábado, con un pago de sólo 270 dólares a cada uno por tres semanas de trabajo, según constataron autoridades del consulado mexicano.
Lo más grave es que se detectó que los migrantes mexicanos no reciben ahí capacitación pese a que realizan labores peligrosas. Tampoco usan cascos, lentes, guantes, botas ni máscaras de protección; carecen de equipo de primeros auxilios en la camioneta que los transporta; trabajan con motosierras muy viejas y en mal estado, al igual que las chaparreras. La compañía les pide que compren su propio equipo, que ella misma les vende a precios exorbitantes.
Por esa razón, tres campesinos han resultado con lesiones de trabajo, y sólo uno fue atendido, pero su situación es incierta porque la herida en su pierna se encuentra infectada y no ha recibido ningún beneficio del Departamento de Compensación al Trabajador.
Al respecto, Davidow dijo que necesita hacerse llegar la información correspondiente para opinar sobre el asunto.