lunes 15 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Los textos fueron hallados en el AGN por la fiscalía especial que investiga el caso
Documentos revelan la investigación de la DFS en el asesinato de Joel Arriaga

Ignacio Juárez Galindo n

Expedientes hallados en el Archivo General de la Nación (AGN) por la fiscalía especial para movimientos sociales y políticos del pasado dan cuenta que la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) tuvo conocimiento y realizó investigaciones particulares en el caso del asesinato del ex director de la preparatoria Benito Juárez de la UAP Joel Arriaga. Tales documentos muestran que las autoridades federales siguieron de cerca los conflictos políticos y pugnas al interior de esa casa de estudios, así como las presuntas ligas de ex funcionarios universitarios con grupos radicales de izquierda y con organizaciones campesinas.
Los textos del AGN -que obran en poder de este diario- relatan, entre otras cosas, los informes enviados por los agentes de la DFS el mismo día que ocurrió la muerte del ex dirigente de izquierda poblana. El parte DFS20VII72, redactado por el capitán Luis de la Barreda Moreno, director federal de seguridad, informaba que el deceso de Joel Arriaga ocurrió a las 23:45 horas en el hospital Latinoamericano. A las 22:20 horas, redactó, (Arriaga Navarro) transitaba por la calle 2 Oriente, a bordo de un automóvil marca Opel, placas 398BAB del DF, "acompañado por una dama", pero al llegar a la esquina de la calle 24 Norte "fue detenido bruscamente por otro vehículo que dio un 'cerrónÕ, y de su interior le hicieron unos disparos" (sic).
El automóvil en donde viajaba el ex director de la UAP, continúa, "presenta 12 impactos de bala, al parecer calibre 38; cinco de ellos penetraron en la portezuela izquierda; dos en el parabrisas y los demás en otras partes de la carrocería... Joel Arriaga recibió una herida que penetró por el parietal izquierdo, con orificio de salida por el parietal derecho, a consecuencia de la cual falleció" (sic).
Otro informe elaborado el mismo 20 de julio de 1972, por otro agente de la DFS, Gabriel Guarneros Mendoza, describía los antecedentes de Arriaga Navarro, a quien lo vinculan con "el grupo ultraizquierdista en el poder de la UAP" (sic), y afirmaba que el arribo de esa persona a la dirección de la preparatoria Benito Juárez se debió a una imposición "del grupo en el poder, que dirige de forma intelectual el ingeniero Luis Rivera Terrazas". El funcionario de la "policía política" recordaba que el ahora occiso estuvo preso en una cárcel del DF "por su intervención en los actos violentos universitarios de 1968, y había logrado su libertad bajo protesta en principios de este año (1972)".
Dicho documento asienta las advertencias de que ocurrieran al día siguiente "bastante movimiento y represiones de los grupos estudiantiles, principalmente en el edificio Carolino, ya que se argumentará como culpables del homicidio al grupo denominado Frente Universitario Anticomunista, que son calificados como reaccionarios".
Nueve días después, Luis de la Barreda Moreno envió nuevamente otro reporte a la DFS en el que recogía diferentes entrevistas con supuestos testigos presenciales del asesinato, en el que se informa que los asesinos viajaban en un automóvil Packard o Cadillac de cuatro puertas, con cristales oscuros o polarizados; vehículo no llevaba placas de circulación. Hay otras descripciones del vehículo y de algunas personas.
Para el 4 de agosto de 1972, el mismo agente reconocía, en el expediente DFS4VIII72, que las investigaciones realizadas por "una comisión de la Procuraduría General de la República, las policías Estatal y Judicial, encabezadas por el primer subprocurador David Franco Rodríguez, en relación a la muerte del arquitecto Arriaga Navarro no han arrojado ninguna pista sobre los presuntos asesinos".
Allí mismo, se da a conocer que un grupo de "alumnos de la preparatoria popular pertenecientes al grupo de ultraizquierda que opera en el edificio Carolino" había "secuestrado" autobuses del transporte público para trasladarse a barrios y colonias de la periferia de la ciudad para "exhortar a los habitantes" a que los apoyaran para exigir el esclarecimiento de la muerte de Joel Arriga. Los alumnos también pidieron víveres para distribuirlos entre los campesinos de la CCI, "fracción comunista que se encuentra posesionada de los terrenos de la ex hacienda Santa Inés, situada en Tecamachalco" (sic).
En el último documento encontrado hasta el momento por la fiscalía especial sobre el caso de Joel Arriaga, DFS21VIII72, Luis de la Barreda reportó que con motivo de las investigaciones por el homicidio de Joel Arriaga, descubrieron la casa número 39 de la calle Independencia, en la colonia Chapultepec, en donde vivía César Yañez, alias "El hermano Pedro", a quien el agente de la "policía política" señala como miembro de las Fuerzas de Liberación Nacional y se concreta a señalar: "(ese grupo guerrillero) participó en hechos de sangre ocurridos a principios del presente año en Monterrey".
"Al realizar una inspección ocular al citado domicilio -asienta el texto- se encontró equipo de fotografía, material para revelado, explosivos, combinaciones de relojes para manufacturar bombas, una serie de fórmulas y recibos de cobro de la empresa Telmex, correspondientes al aparato número 18687, instalado en ese lugar".
Sin embargo, el agente de la DFS revela: "Se pudo saber que el teléfono anterior fue proporcionado por el doctor Julio Glockner Lozada, quien ha participado abiertamente en la política interna de la Universidad Autónoma de Puebla desde que era Colegio del estado, hasta noviembre de 1967, cuando fue expulsado de por vida de la citada institución por el grupo izquierdista que detenta actualmente el poder en la misma, dirigido por el ingeniero Luis Rivera Terrazas, contrincante político del doctor Julio Glockner Lozada".
Más adelante, el documento establece la cercanía que había entre Glockner Lozada y Joel Arriaga, así como la separación entre ambos luego de una serie de conflictos a raíz de la salida del rector Francisco Garibay Avalos, a quien el primero defendía.