Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 15 de julio de 2002
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Sociedad y Justicia

El flujo de recursos no ha tenido un uso productivo en comunidades expulsoras

Organizaciones de migrantes proponen retener remesas como presión para obtener el voto

EU y México, obligados a buscar acciones conjuntas, señala el Conapo

CRISTOBAL GARCIA, JORGE CORNEJO Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSALES Y REPORTERO

A pesar del creciente flujo de divisas enviadas por los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos, no se les ha podido dar un uso que permita detonar las economías de las comunidades expulsoras de población. La gran mayoría de las familias que dependen de estos envíos son "altamente vulnerables" al flujo de recursos, porque no han podido dar un uso productivo al dinero.

Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), el objetivo a corto plazo sería revertir el uso que se les da "mediante el impulso a los esquemas asociativos de organización productiva, así como el establecimiento de mecanismos de financiamiento concurrente de los gobiernos federal y estatal".

Por otro lado, representantes de organizaciones de migrantes en Estados Unidos, propusieron que desde este lunes y hasta el 19 de julio entrante sean retenidas las remesas de dinero que envían a sus familiares en México, a fin de presionar al Congreso de la Unión para que emitan una ley que les permita votar a los mexicanos radicados en el extanjero.

Julio César Aragón, líder de la asociación social Cultura Deportiva Mexicana, de la oficina de Rhode Island, aseguró que son varias docenas de organizaciones de inmigrantes las que se han unido a este llamado para exigir que puedan votar los connacionales en el extranjero, independientemente de su condición migratoria.

Por otro lado, María Chávez, directora del programa de Educación Migrante, informó que 32 maestros mexicanos darán clases particulares durante este verano a hijos de migrantes que radican en California.

Precisó que lo anterior forma parte de un acuerdo binacional entre México y Estados Unidos, que establece un marco de trabajo coordinado en beneficio de los hijos de los campesinos mexicanos.

Explicó que los gobiernos de ambos países firmaron hace 17 años un convenio con el propósito de "garantizar continuidad a la educación de los niños mexicanos".

La perspectiva del Conapo es que el flujo de indocumentados ha mantenido niveles de crecimiento importantes, y así continuará mientras no existan condiciones que reviertan las causas de la migración: reducir la disparidad económica y cerrar las brechas salariales entre ambos países.

La interrelación entre México y Estados Unidos en el fenómeno migratorio obliga a acciones conjuntas, advierte el Conapo. Y aunque señala que paulatinamente el número de solicitantes mexicanos de puestos de trabajo en aquel país irá reduciéndose, también es un hecho de que Estados Unidos enfrentará una aguda escasez de mano de obra en los próximos años.

Esta -destaca el organismo- "será más crítica a mediano plazo, cuando los integrantes de las generaciones del llamado baby boom comiencen a retirarse de la actividad económica". En este contexto es imprescindible encontrar soluciones entre ambos países.

Al abundar sobre las remesas de divisas, el Conapo destaca en el Programa Nacional de Población que la vulnerabilidad de las familias a la interrupción de los envíos de recursos obedece en gran medida a que en muchos casos ésta es la única fuente de ingresos.

Agrega que a pesar del elevado monto de recursos que se envían desde Estados Unidos, al llegar a México existe un alto grado de dispersión a nivel de familia, obligando a diseñar estrategias conjuntas entre los gobiernos federal, estatales y municipales de los lugares de donde salen los migrantes para darles una utilización más productiva en pequeña y mediana escala.

Las acciones precisarían de ser financiadas, en parte, con el ahorro de estos migrantes "con el fin de apoyar la creación de oportunidades de empleo remunerado y fomentar el arraigo de la población en las regiones de origen".

En síntesis, en los programas poblacionales para este sexenio, se contempla la realización de diversos estudios en las zonas de más alta expulsión de migrantes con el objeto de diseñar acciones específicas.

Paralelamente se buscaría a través del programa Oportundidades atender los problemas asfixiantes de pobreza extrema en estas comunidades, con el objeto de enfrentar por dos vías la situación. Es decir, el programa reforzaría su actuación en las zonas de alta intensidad migratoria a Estados Unidos.

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