Víctor Quintana

Abajo Juárez

Eiudad Juárez está siendo acribillada por todos lados. Los procesos de la economía, de la política y de la sociedad coinciden en acuchillar esta frontera, hasta hace poco punto de referencia de la esperanza de muchas y muchos desplazados de su tierra por el desempleo y la miseria.

Hace ya varios años Juárez empezó a ser víctima de su propio éxito. Líder nacional en creación de empleos. Capital nacional de la industria maquiladora. Capital mundial del ensamblaje de arneses autoeléctricos. La expansión económica trajo aparejada la atracción de migrantes de todos lados, sobre todo del estado de Veracruz: 35 mil "juarochos" se asentaron por acá. Explosión urbana. Hacinamiento. Carencia de servicios. Familias separadas por la migración y por los turnos de trabajo. Crisis social.

Desde principios de los años 80 el narco se va apoderando de esta frontera. Primero como "franquiciatario" de los cárteles de Tijuana y del Golfo. Luego los narcos locales se independizan y forman el poderoso cártel de Juárez. La ineficiencia y la complicidad de las corporaciones policiacas apenas llegan a servirle de poda. Los operativos del cártel, los ajustes de cuentas, los ajusticiamientos llenan de sangre calles, antros y restaurantes de la frontera.

La violencia se expande y se torna multiforme. En la cumbre está la violencia de la delincuencia organizada. Manejada por ella, la violencia de la delincuencia hormiga, la de los robos y los asaltos cotidianos. En los barrios y en los hogares, la violencia intrafamiliar. Las tres anteriores se conjugan en los asesinatos y violaciones de 260 muchachas perpetrados de 1993 a la fecha.

Pero desde octubre de 2000 hasta hoy el modelo maquilador comienza a crujir por todos lados. Las maquiladoras comienzan a despedir gente o a cerrarse. La recesión estadunidense opera como cortina de humo en la explicación de cierres y despidos. Pero el bache económico pasa pronto y los empleos no vuelven. Y la razón es muy sencilla: Juárez, Chihuahua entero, han dejado de ser competitivos. Los salarios de por acá, muy bajos para vivir dignamente, son, sin embargo, muy altos para lo que se les puede pagar a los disciplinados trabajadores de China. Y allá no hay cárteles ni violencia callejera que amenacen la estabilidad laboral.

Desde el otoño de 2000 Ciudad Juárez ha perdido más de 70 mil empleos maquileros. Y la cuenta continúa a razón de 100 desempleados o desempleadas diarios. Los galerones de las plantas, mejor expresión arquitectónica fronteriza, se van quedando vacíos. Puros cascarones, muchos de ellos ya llenos de graffiti. Argumento para película de "horror-ciencia-ficción": las bandas invaden los galpones vacíos y las desiertas avenidas de los otrora parques industriales se convierten en campos de batalla de los philips, de los motorola, de los lear, por el nombre de las ruinas de plantas que habitan.

Como si esto no fuera poco, la política también le cobra su cuota a la vapuleada ciudad. Las elecciones para presidente municipal de julio de 2001, ganadas por Alfredo Delgado, del PAN, son anuladas en el otoño del mismo año por los tribunales estatal y federal electorales. Mediaron muchos errores de los ganadores, entre ellos la intromisión del alcalde Elizondo en el proceso electoral.

Entra a gobernar un concejo municipal controlado por el PRI, es decir, por el gobernador. Las elecciones extraordinarias convocadas para el pasado 12 de mayo son desdeñadas por casi dos tercios de los electores. Aun así vuelve a ganar Acción Nacional. El PRI vuelve a impugnar el triunfo blanquiazul ante el hartazgo de la población. El 6 de julio el Tribunal Estatal Electoral da el sabadazo: anula las elecciones extraordinarias.

Y es que, aun exsangüe, esta frontera es la clave de la batalla por el estado de Chihuahua dentro de dos años. Aporta el más nutrido contingente de electores, casi un tercio del total. El PRI-gobernador saben que dejarla en manos de la oposición es dejarle una de las llaves del triunfo en el estado. Por eso los ingenieros electorales, los generadores de toda la panoplia de mapacherías, se llaman ahora defraudados y despojados. Y si el Tribunal Federal Electoral no lo impide, el concejo de control priísta seguirá gobernando esta frontera por dos años más. Por su parte, el PAN no ha sido capaz de una multitudinaria y combativa movilización contra las maniobras tricolores, porque su manejo de la ciudad los últimos dos trienios ha dejado muchas dudas, asignaturas pendientes e impunidades.

Ciudad Juárez está boca abajo. Ha sido el botín de todos. De los lenones. De los narcos. De los maquileros golondrinos. De los políticos . De los gobernantes tricolores y blanquiazules. Como muchas de sus mujeres, es una ciudad ultrajada, violada, asesinada todos los días. De sus venas abiertas le extrajeron la fuerza de trabajo, el agua, la riqueza. Sólo le queda la dignidad de sus ciudadanas y ciudadanos.